Por Rosalina Tamayo Arañó
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 28 dic.— El pueblo acostumbrado a celebrar el fin de año y la llegada de uno nuevo, tuvo en diciembre de 1958, un fin de año diferente.
Una ciudad, donde el humo y la metralla se había enseñoreado en los días finales del año, obligando a las familias a protegerse, mientras escuchaban los reiterados disparos y en medio de una oscuridad, veían con las ventanas entreabiertas, pasar a los barbudos.
Durante cinco días se había combatido, hasta lograr la rendición de la soldadesca el día 27 de diciembre.
Desde el 29 de Diciembre, un poco más tranquilos, los palmeros, habían visto entrar a la ciudad a los principales dirigentes revolucionarios.
Fidel inspecciona el día 30 a las tropas rebeldes que se preparaban para el asalto a Santiago, mientras esperaba la respuesta a los acuerdos adoptados en la reunión con el General Cantillo.
Para ofrecer las instrucciones pertinentes a las columnas rebeldes, se había decidido ubicar en Palma, la planta de Radio Rebelde y con el concurso del movimiento del 26 de Julio en la ciudad, se ofreció la casa marcada con el número 201, de la calle Aguilera, esquina Quintín Bandera. El propio día 31 los técnicos de la radio rebelde, se dedicaron a reparar los desperfectos que estaba presentando la planta.
El 31 de Diciembre de 1958, está Fidel en Palma Soriano y tarde en la noche, se traslada hacia el central América, sin saber que casi a esa misma hora, huía Batista.
En la mañana del día 1 de Enero de 1959, se conoció la noticia: huyó Batista, repetían todos.
Fidel al conocer la noticia se traslada rápidamente, desde Contramaestre hacia Palma Soriano, para hacer uso de las ondas de Radio Rebelde y dar a conocer una alocución. Convertido en una muestra de la visión política del líder de la Revolución, este llamado a la huelga general, para contrarrestar el golpe militar y desenmascarar las verdaderas intenciones de los golpistas, trasciende por su papel en el desencadenamiento de los hechos, en ese primer día de enero.
Un nuevo año había llegado, pero diferente, con un triunfo ganado en la lucha guerrillera y en la clandestinidad, con muchos convertidos en mártires, pero miles convertidos en héroes y artífices de una victoria merecida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario