Por M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba, 1 oct.— Al conocer la calidad de la obra, especialistas y neófitos lo vaticinaron. Ahora, el Septeto Ecos del Tivolí acaba de hacer realidad el pronóstico y de paso le da un nuevo alegrón musical a Santiago de Cuba, pues el grupo se alzó con el Premio Cubadisco’2018 en la categoría Tradiciones soneras, por el CD “Tributo a Rafael Hernández”.
La información vía correo electrónico, llegó por Gabriel Soler, promotor cultural y coordinador general del disco, quien destacó el significado del éxito tanto para Santiago de Cuba como para Puerto Rico.
Eufóricos estarán Jorge Félix Cambet Torres, director del septeto, y el resto de los integrantes: Iván Batista Aja, Sander Arzuaga Salazar, Ángel Luis Shombert Elías, Antonio Barbarú Grajales, Eulises Galbán Ladrón de Guevara y Adonis Bandera Jardines.
Desde que aquí “Ecos...” presentó en la Sala de Conciertos Dolores, “Tributo a Rafael Hernández”, en una velada inolvidable con varias figuras puertorriqueñas, la intuición de muchos los llevó a pronosticar el triunfo del conjunto en el prestigioso festival.
El CD lo integran 13 temas del genial compositor borinqueño, Rafael Hernández, o El Jibarito como también se conoce al prolífero autor de la vecina isla caribeña, quien al morir a los 74 años en su patria, en diciembre de 1965, ya había legado a su país, al Caribe, al continente americano y al mundo, un tesoro musical de incalculable belleza.
Ecos del Tivolí apostó a la obra de Hernández para rendirle este homenaje, y a las voces, arreglos e instrumentación de los músicos de Santiago de Cuba, se sumaron figuras emblemáticas de Puerto Rico, entre estas Chabela Rodríguez, quien hizo “Lamento borincano”, Rafael “Pole” Ortiz, con “Mi delito”; Alejandro “Chalí” Hernández, hijo de Rafael Hernández, que puso la voz a “No te vayas, mulata”; José Antonio Rivera, o sea: Tony Mapeye, quien ejecutó el solo de cuatro en la canción “Mi querer”.
A santiagueros y borinqueños se sumó otro elenco de lujo: la musicalísima Beatriz Márquez que canta una de las canciones más conocidas de Hernández: “Silencio”; Leo Vera se encargó de “Campanitas de cristal”; Juan Guillermo o “JG”, hizo “Jugando mamá, jugando”, y Pancho Amat y la conga de Los Hoyos agregaron sus estilos.
Aunque Bis Music fue el sello que presentó el CD, cuyas notas son del periodista Reynaldo Cedeño, el trabajo de grabación y mezcla corrió a cargo de Máximo Espinosa Rosell, Jorge Luis Pujals y José Manuel García Suárez, es decir: el equipo All Star de los Estudios Siboney, de la Egrem, en la calle San Félix de Santiago de Cuba, además del Estudio Cantoral, en Naranjito, con el ingeniero Juan Antonio Nieves, Tony Moña, en Puerto Rico.
En su momento, Gaby, el coordinador, ya había hecho público su agradecimiento a los puertorriqueños Chalí Hernández y Tony Mapeye, por el apoyo para materializar “Tributo a Rafael Hernández”.
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