Santiago de Cuba, 31 ago.— Es casi imposible visitar esta auténtica ciudad sin llegar a la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral, inmueble que desde 1522, en los inicios de la villa, dota a Santiago de Cuba de belleza, historias y enigmas.
La primera Catedral de Cuba, ubicada en el parque Céspedes, está rodeada de importantes inmuebles, cuya fisonomía inigualable de tres estilos arquitectónicos: barroco, neoclásico y ecléctico, devienen en pretexto artístico para fotógrafos, pintores, poetas y escritores, que hacen de la iglesia uno de los sitios más visitados en la ciudad.
Hoy luce realmente majestuosa, pero no fue fácil quitarle el peso de los años por el estado técnico que tenía. Fue sometida a un proceso de restauración durante cinco años, por cierto, muy complejo, que puso a prueba la unidad y profesionalidad del multidisciplinario equipo del Arzobispado de Santiago de Cuba.
Sobreponerse al devastador huracán Sandy en 2012, crear una estructura de andamios metálicos para llegar y luego retirar la cúpula mayor del templo (cuya base se encuentra a 15 metros del piso), así como la protección y restauración de las obras de arte del interior de la iglesia: esculturas, oleos y frescos, fueron esfuerzos gigantescos.
La importación de láminas de cobre desde Europa, la utilización de grandes volúmenes de madera, -por ejemplo, la cúpula central necesitó más de 80 metros cúbicos de cedro-, la restauración de la cubierta y todas sus fachadas, suman otros de los retos del prestigioso equipo de trabajo.
No fue casual entonces, su distinción con tres lauros en la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Restauración 2018, según reporta el colega Carlos Manuel Ponce Sosa.
El de mayor consideración fue el otorgado por el Comité Cubano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS-Cuba), “en virtud de quedar constatada la rigurosa investigación histórica, una evaluación técnica exhaustiva, además de la magistral ejecución para devolverle la integridad y autenticidad a este hito de la ciudad”.
Se unen a los reconocimientos en la categoría de Restauración, la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc) y el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural con un tercer lauro a la Oficina del Conservador de la Ciudad (OCC), por el asesoramiento de un “bien de alta significación para la cultura cubana (…)”.
Continúa haciendo historia la segunda catedral de América Latina, protagonista de la vida social del pueblo santiaguero, de instantáneas que recorren el mundo para enaltecer sus valores y de muchas historias que comienzan cada mañana con los toques de su campana.
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