Por José Raúl Castillo Argüelles
Santiago de Cuba, 11 jul.— La selección universitaria de Estados Unidos confirmó la excelencia de su pitcheo al dejar en sólo cinco jits y una solitaria carrera el gasto ofensivo del equipo Cuba en el juego de apertura del tope bilateral iniciado este martes en el estadio Latinoamericano de nuestra capital y la jornada desembocó con saldo triunfal para los visitantes 5 anotaciones por 1.
El zurdo floridano Drew Parrish, encargado de la apertura, certificó bien temprano los dolores de cabeza que aquejarían a la artillería local pues retiró de forma consecutiva a los primeros trece batedores que enfrentó para al cabo completar cinco entradas trabajadas con sólo un jit permitido, sin carreras, cinco ponches propinados y haciendo gala de excelente control ya que no concedió bases por bolas.
Otros cuatro lanzadores completaron la faena desde el montículo: Tanner Burns, Graeme Stinson, Kenyon Yovan y Matt Cronin y solamente ante el penúltimo (Yovan) Cuba logró esquivar la lechada a la altura de la novena entrada, gracias a la combinación de jits disparados por Guillermo Avilés y Fréderich Cepeda y par de lanzamientos salvajes del tirador estadounidense.
Si bien los antecedentes estadísticos de la nómina visitante dejaban en claro de modo anticipado el rigor que tendrían que encarar los artilleros cubanos la novedad resultó la solvencia del ataque foráneo, pues pese a discretos números acumulados en una serie de juegos de preparación llegaron a la cota de 13 imparables frente a los tres lanzadores cubanos que vieron acción.
Dachel Duquesne trabajó cuatro entradas, le pegaron ocho jits y le anotaron tres limpias, las dos primeras en el segundo capítulo cuando le ligaron tres imparables; saldo que a la postre habría resultado suficiente para inclinar la balanza hacia el bando estadounidense.
La otra carrera que permitió Duquesne cuajó en el cuarto episodio a consecuencia de un doblete del enmascarado Shea Langeliers y tras su avance a la antesala por pisa y corre un fly de sacrificio del intermedista Braden Shewmake lo llevó a la goma.
Estados Unidos completó su ventaja ganadora al marcar una más en el séptimo y la última en el octavo. La del séptimo a la cuenta del relevista Yoanni Yera y la del octavo agregada al expediente de Alejandro Meneses, último lanzador utilizado por Cuba.
Yera lanzó tres entradas, le pegaron tres jits (dos de ellos en el séptimo) y le anotaron una; mientras que Meneses lanzó las dos entradas finales, admitió par de jits (ambos en el octavo) y asimiló una carrera.
La victoria fue para el abridor Drew Parrish, el fracaso para Dachel Duquesne y hubo punto por juego salvado para Matt Cronin.
El mejor bateador estadounidense fue el cuarto bate y designado Adley Rutschman quien disparó trs jits en cinco turnos pero el más productivo resultó el torpedero Bryson Stott que ligó par de jits en cuatro turnos y remolcó par de carreras.
Hoy se disputará en el mismo escenario y a la misma hora el segundo juego de esta serie.
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