Por Leydis Tassé Magaña/Foto Miguel Rubiera Jústiz
Santiago de Cuba, 4 jul.— Una singular muestra de la riqueza cultural que identifican a Cuba y Puerto Rico, constituyó la gala inaugural de la edición 38 del Festival del Caribe, encuentro que hasta el lunes nueve, en la ciudad de Santiago de Cuba, estará reverenciando a la nación boricua.
En la sala principal del Complejo Cultural Heredia tuvo lugar el espectáculo, en el cual confluyeron ritmos y expresiones danzarias de ambas islas, las cuales comparten centenarios vínculos históricos y culturales, abrazados por generaciones de diversas épocas, y continuados por los casi 300 boricuas que asisten al evento.
Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, evocó la trascendencia de la resistencia cultural protagonizada por el pueblo puertorriqueño, y que se mantienen, a casi 120 años de la penetración norteamericana en esa hermana nación.
Vergés subrayó el rol de Borinquen en la integración cultural caribeña, ya que es una isla portadora de una riqueza espiritual y una identidad que es referente del poder de la cultura frente a los intentos de dominación.
El son cubano, la bomba puertorriqueña a la manera del conjunto Tambuyé, la entrega de la sección infantil de la orquesta Steel Band, del poblado de El Cobre, las voces de Ricardo Sierra y Zulema Iglesias, la desenvoltura escénica de la agrupaciones danzarias All Star y Ballet Folclórico de Oriente, entre otros talentos, brillaron en el espectáculo.
La gala inaugural fue propicia para entregar el Premio Internacional Casa del Caribe 2018, conferido al investigador y antropólogo hondureño Rafael Murillo Selva Rendón, quien recibió, además, la Mpaka, objeto de significación religiosa que identifica el lauro.
A la gala asistieron, además, Edwin González, delegado de la Misión de Puerto Rico en Cuba; Milagros Rivera, presidenta del Comité de Solidaridad con Cuba en la nación boricua, autoridades del gobierno en la provincia santiaguera, así como notables artistas e intelectuales.
Inaugurado en abril de 1981 por el escritor e investigador cubano Joel James Figarola (1942-2006), y otras figuras del arte y la intelectualidad en Santiago de Cuba, el festival, también llamado Fiesta del Fuego, ha devenido espacio de resistencia cultural.
Música, danza, teatro, artes plásticas, oralidad, y otras expresiones de la cultura popular y tradicional de los pueblos de la región deleitan en este jolgorio, que en la presente edición acoge a alrededor de 700 delegados de casi 30 países, de ellos los más representados, además de Puerto Rico, son Argentina, Venezuela y Estados Unidos.
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