Santiago de Cuba, 3 dic.— Muchas de las veces que Fidel vino a Santiago de Cuba visitó el Museo Histórico 26 de Julio, al ser el sitio donde comenzó la lucha armada hace 64 años, por eso su recuerdo se mantiene vivo aquí, dijo hoy, en esta ciudad, la directora del inmueble, Leidy López Sola.
Las siete salas de exposición
permanente, detalló a la ACN, reflejan su presencia a través de
fotografías, paneles y objetos personales, a la vez que todo el discurso
museológico forma parte del accionar de los especialistas, para acercar
su vida y obra a quienes acuden al otrora cuartel Moncada.
Reflejan, además, los antecedentes y preparativos del asalto a la fortaleza, las etapas de la lucha que le siguieron a esa gloriosa página como el presidio, el exilio, el yate Granma y la Sierra Maestra hasta el triunfo revolucionario el primero de enero de 1959, precisó.
Igualmente, señaló, se pueden apreciar una mochila, suéter, pantalón verde olivo y plato usados en su vida en campaña en la serranía oriental.
De una u otra manera, recalcó, las huellas de Fidel están en el museo desde que se llega al vestíbulo, ya que el 26 de julio último se inauguró en esa área una exposición fotográfica de carácter permanente, donde hay imágenes acompañando en el recorrido a jefes de Estado y personalidades del mundo.
Su última visita al museo tuvo lugar en el año 2003, recordó su directora.
En ocasión del primer aniversario de la desaparición física del líder histórico, la muestra del mes de noviembre expuso obsequios recibidos por él dentro y fuera del país, que forman parte de los fondos de la institución.
También comprendió la proyección, en la sala 3D, del documental Anécdotas de Fidel, de la realizadora Estela Bravo, en el cual importantes figuras dan su visión del revolucionario de talla universal, como el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
A ello se suma la exposición El fotógrafo del Moncada, dedicada a la vida y obra profesional del fotorreportero Ernesto Ocaña Odio, quien dejó constancia gráfica de los momentos que siguieron al asalto al cuartel, en particular la masacre cometida con los combatientes capturados luego de la acción.
Reflejan, además, los antecedentes y preparativos del asalto a la fortaleza, las etapas de la lucha que le siguieron a esa gloriosa página como el presidio, el exilio, el yate Granma y la Sierra Maestra hasta el triunfo revolucionario el primero de enero de 1959, precisó.
Igualmente, señaló, se pueden apreciar una mochila, suéter, pantalón verde olivo y plato usados en su vida en campaña en la serranía oriental.
De una u otra manera, recalcó, las huellas de Fidel están en el museo desde que se llega al vestíbulo, ya que el 26 de julio último se inauguró en esa área una exposición fotográfica de carácter permanente, donde hay imágenes acompañando en el recorrido a jefes de Estado y personalidades del mundo.
Su última visita al museo tuvo lugar en el año 2003, recordó su directora.
En ocasión del primer aniversario de la desaparición física del líder histórico, la muestra del mes de noviembre expuso obsequios recibidos por él dentro y fuera del país, que forman parte de los fondos de la institución.
También comprendió la proyección, en la sala 3D, del documental Anécdotas de Fidel, de la realizadora Estela Bravo, en el cual importantes figuras dan su visión del revolucionario de talla universal, como el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
A ello se suma la exposición El fotógrafo del Moncada, dedicada a la vida y obra profesional del fotorreportero Ernesto Ocaña Odio, quien dejó constancia gráfica de los momentos que siguieron al asalto al cuartel, en particular la masacre cometida con los combatientes capturados luego de la acción.
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