Santiago de Cuba, 1 nov.— La maqueta de la ciudad de Santiago de Cuba, una réplica a escala y para algunos una de las mejores formas de descubrir las singulares características de esta antigua villa colonial española (marinera, laberíntica, paisajada, escalonada, ondulante, anfiteatro…), borró las últimas huellas que dejó el ciclón Sandy a la vez que incorpora los nuevos atractivos de la urbe.
“Sandy, en 2012, destruyó no solo los
nueve tableros de la maqueta, sino también la edificación que la
albergaba, esto nos hizo retroceder en el tiempo y atrasar los trabajos,
fue casi como volver a hacerla”, asegura Gisela Mayo, directora del
Plan Maestro de la Oficina del Conservador de la Ciudad.
Añade
la especialista que hoy la maqueta tiene 13 tableros, los nueve
destruidos por el huracán y que fueron recuperados, y otros nuevos
recientemente incorporados, y explica que en la actualidad los especialistas de la institución que dirige, más que agregar, actualizan los ya existentes.
“Nosotros estábamos trabajando hacia el este, pero las personas que llegaban a la institución querían ver en la maqueta las novedades de la ciudad, entre ellas, por ejemplo, los cambios en el Cementerio, por eso la estrategia hoy es que la maqueta sea reflejo de la urbe.
Está, por ejemplo, la avenida Patria, el Parque de los Sueños y el Paseo Marítimo también. Se trata de ir al mismo ritmo de la ciudad, de actualizarse”, acota Mayo.
Los especialistas en el urbanismo consideran que la ciudad de Santiago de Cuba tiene características que la hacen única en el país. Al nacer en un terreno accidentado, con una topografía abrupta, constreñida entre el mar y las montañas, y con un Centro Histórico desplazado, también muy cerca de la bahía, le otorgó a la antigua villa colonial singularidades irrepetibles, pero que aunque se pueden apreciar al caminar, una visión más global solo se logra en la propia maqueta, en una representación a escala.
La institución, además de los guiajes especializados sobre historia, arquitectura, patrimonio, cultura de la ciudad, ofrece otros servicios como la tramitación de dictámenes técnicos y regulaciones urbanísticas a entidades estatales y a particulares, atiende a los trabajadores por cuenta propia en trámites (renovaciones de permisos, orientación y asesoría), y ofrece consulta y asesoría sobre temas urbanos.
recientemente incorporados, y explica que en la actualidad los especialistas de la institución que dirige, más que agregar, actualizan los ya existentes.
“Nosotros estábamos trabajando hacia el este, pero las personas que llegaban a la institución querían ver en la maqueta las novedades de la ciudad, entre ellas, por ejemplo, los cambios en el Cementerio, por eso la estrategia hoy es que la maqueta sea reflejo de la urbe.
Está, por ejemplo, la avenida Patria, el Parque de los Sueños y el Paseo Marítimo también. Se trata de ir al mismo ritmo de la ciudad, de actualizarse”, acota Mayo.
Los especialistas en el urbanismo consideran que la ciudad de Santiago de Cuba tiene características que la hacen única en el país. Al nacer en un terreno accidentado, con una topografía abrupta, constreñida entre el mar y las montañas, y con un Centro Histórico desplazado, también muy cerca de la bahía, le otorgó a la antigua villa colonial singularidades irrepetibles, pero que aunque se pueden apreciar al caminar, una visión más global solo se logra en la propia maqueta, en una representación a escala.
La institución, además de los guiajes especializados sobre historia, arquitectura, patrimonio, cultura de la ciudad, ofrece otros servicios como la tramitación de dictámenes técnicos y regulaciones urbanísticas a entidades estatales y a particulares, atiende a los trabajadores por cuenta propia en trámites (renovaciones de permisos, orientación y asesoría), y ofrece consulta y asesoría sobre temas urbanos.
En los años 90 del pasado siglo comenzó
la construcción de la maqueta de la ciudad de Santiago de Cuba, un
proyecto en constante actualización y cambios, según se trasforme la
urbe misma. La edificación donde se encuentra, fue inaugurada el
primero de agosto de 2003, en calle Corona número 704, en el Centro
Histórico.
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