Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 29 oct.— Después de la salida del presidio de los moncadistas y de la creación del Movimiento 26 de Julio, su máximo líder el Doctor Fidel Castro, tuvo que marchar hacia el exilio forzoso en Méjico, el 7 de julio de 1955, al cerrarle la dictadura batistiana todas las vías pacíficas para luchar por la libertad de la Patria.
Ya en Méjico, Fidel se dedicó a la organización de una futura expedición hacia la Isla y todo lo que ello implicaba: captación de hombres, compras de armas y pertrechos, entrenamiento, entre otros preparativos, además de la adquisición de una embarcación que reuniera las características necesarias para el fin perseguido.
Para ello, fue necesaria la recaudación de fondos entre la emigración cubana, no sólo en Méjico, sino en otros países latinoamericanos y en los Estados Unidos, donde residían miles de cubanos. En ese sentido, a partir del 23 de octubre de 1955 el Doctor Fidel Castro y su compañero Juan Manuel Márquez realizaron un periplo por varias importantes ciudades norteamericanas, entre ellas New York, donde el 29 de octubre de 1955 se efectuó un histórico mitin en el Teatro del Hotel Palm Garden, reuniéndose allí más de 500 emigrados para escuchar las palabras del principal protagonista de los hechos del Moncada.
En su discurso Fidel destacó que: ”Cuba necesita un cambio radical en todos los campos de la vida política y social. Hay que darle al pueblo más que la libertad y democracia en términos abstractos, hay que proporcionarle una vida decorosa a cada ciudadano.
Asimismo, Fidel anunció que “siguiendo los pasos del Apóstol José Martí, visitaría los emigrados de Tampa, Cayo Hueso y Miami, para pedirles que se unan a la causa de nuestra Revolución”, y lanzó la consigna que se convertiría después en un compromiso ante el pueblo y el mundo: “En 1956, seremos libres o seremos mártires”
62 años después de aquel mitin histórico en el Hotel Palm Garden de New York donde se estableció dicho compromiso, la libertad nos acompaña a todos desde hace ya más medio siglo.
Santiago de Cuba, 29 oct.— Después de la salida del presidio de los moncadistas y de la creación del Movimiento 26 de Julio, su máximo líder el Doctor Fidel Castro, tuvo que marchar hacia el exilio forzoso en Méjico, el 7 de julio de 1955, al cerrarle la dictadura batistiana todas las vías pacíficas para luchar por la libertad de la Patria.
Ya en Méjico, Fidel se dedicó a la organización de una futura expedición hacia la Isla y todo lo que ello implicaba: captación de hombres, compras de armas y pertrechos, entrenamiento, entre otros preparativos, además de la adquisición de una embarcación que reuniera las características necesarias para el fin perseguido.
Para ello, fue necesaria la recaudación de fondos entre la emigración cubana, no sólo en Méjico, sino en otros países latinoamericanos y en los Estados Unidos, donde residían miles de cubanos. En ese sentido, a partir del 23 de octubre de 1955 el Doctor Fidel Castro y su compañero Juan Manuel Márquez realizaron un periplo por varias importantes ciudades norteamericanas, entre ellas New York, donde el 29 de octubre de 1955 se efectuó un histórico mitin en el Teatro del Hotel Palm Garden, reuniéndose allí más de 500 emigrados para escuchar las palabras del principal protagonista de los hechos del Moncada.
En su discurso Fidel destacó que: ”Cuba necesita un cambio radical en todos los campos de la vida política y social. Hay que darle al pueblo más que la libertad y democracia en términos abstractos, hay que proporcionarle una vida decorosa a cada ciudadano.
Asimismo, Fidel anunció que “siguiendo los pasos del Apóstol José Martí, visitaría los emigrados de Tampa, Cayo Hueso y Miami, para pedirles que se unan a la causa de nuestra Revolución”, y lanzó la consigna que se convertiría después en un compromiso ante el pueblo y el mundo: “En 1956, seremos libres o seremos mártires”
62 años después de aquel mitin histórico en el Hotel Palm Garden de New York donde se estableció dicho compromiso, la libertad nos acompaña a todos desde hace ya más medio siglo.
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