Santiago de Cuba, 12 abr.— En la última evaluación de la agricultura urbana, suburbana y familiar (GNAUSF), Santiago de Cuba experimentó un sensible descenso en el cumplimiento de las tareas que se impulsan en esta alternativa popular de producir alimentos para el pueblo.
Ciertamente, nadie esperaba que el
territorio santiaguero descendiera hasta la OCTAVA posición en esta
importante proyección de trabajo por su impacto que tiene en la dieta
alimentaria de la población.
Si bien es cierto que la evaluación del GNAUSF se pasó con calificación de bien, se adoleció de un trabajo con intencionalidad e iniciativas. Lógicamente, ello impidió que se avanzará al ritmo deseado.
En la reunión se dijo que los santiagueros pueden cambiar esa imagen si continúan trabajando en las tareas de desarrollo y en el incremento de los patios y parcelas, en las fincas de semilla y alimento animal.
Otro tanto sea planteó sobre la necesidad de impulsar las fincas de frutales con cultivos exóticos y que para ello se necesitará aprovechar más los ecosistemas de montaña.
El Grupo Nacional convocó a generalizar las experiencias en la cría de ovino que tiene el territorio de Guamá. Los municipios Santiago de Cuba, Tercer Frente y Palma Soriano fueron los que más avanzaron en esta primera visita del año.
Los santiagueros confían en salir adelante para pasar la próxima evaluación con notas altas en el mes de julio. Claro está que ese salto obligará a controlar y exigir más para que los objetivos propuestos fluyan con eficiencia.
Este año se cumplirán 30 años de la creación de los organopónicos e hidropónicos, idea alentada por el hoy presidente cubano Raúl Castro. Esta efeméride servirá de estímulo a los santiagueros para ir por más en aras de ocupar nuevamente la posición de vanguardia que ocupaba al despedir el año 2016.
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