Santiago de Cuba, 17 mar.— Un gran reto productivo enfrentan en este año los apicultores santiagueros. Se trata de superar las 600 toneladas de miel alcanzadas en el 2016, en extrema sequía.
Lo hecho durante el pasado año hay que
escribirlo con signos de admiración, pues con total entrega y empleo de
alternativas se logró superar las 475 toneladas previstas para la etapa,
a pesar de atravesar por un período totalmente seco.
Ahí, precisamente, se sustenta la voluntad de los apicultores santiagueros de continuar incrementando año tras año los niveles de miel, y por supuesto, la de sus derivados.
Esta persistente sequía que amenaza por seguir afectando las producciones agrícolas y pecuarias, pondrá nuevamente a prueba la entrega de estos hombres en el cumplimiento de tan ambicioso plan para este año.
Debo significar que por la importancia que tiene este rubro, se valora altamente el empuje de los apicultores santiagueros por aportar más cada año.
Hay que mencionar que el mayor esfuerzo recae en los productores no estatales. Aquí radica la potencialidad de Santiago de Cuba para enfrentar los planes productivos por muy ambiciosos que sean.
Hasta ellos llega la logística de la agricultura con los necesarios insumos para mejorar cada día las colmenas y extracción de uno de los edulcorantes mas ricos que existen.
De la miel de abeja puedo decir que está compuesta por minerales de sodio, magnesio, calcio, hierro, manganeso, cobre, fósforo, zinc, selenio, vitaminas A, C y complejo B. Tiene propiedades alimenticias y curativas que se conocen desde la antigüedad.
Ahí, precisamente, se sustenta la voluntad de los apicultores santiagueros de continuar incrementando año tras año los niveles de miel, y por supuesto, la de sus derivados.
Esta persistente sequía que amenaza por seguir afectando las producciones agrícolas y pecuarias, pondrá nuevamente a prueba la entrega de estos hombres en el cumplimiento de tan ambicioso plan para este año.
Debo significar que por la importancia que tiene este rubro, se valora altamente el empuje de los apicultores santiagueros por aportar más cada año.
Hay que mencionar que el mayor esfuerzo recae en los productores no estatales. Aquí radica la potencialidad de Santiago de Cuba para enfrentar los planes productivos por muy ambiciosos que sean.
Hasta ellos llega la logística de la agricultura con los necesarios insumos para mejorar cada día las colmenas y extracción de uno de los edulcorantes mas ricos que existen.
De la miel de abeja puedo decir que está compuesta por minerales de sodio, magnesio, calcio, hierro, manganeso, cobre, fósforo, zinc, selenio, vitaminas A, C y complejo B. Tiene propiedades alimenticias y curativas que se conocen desde la antigüedad.
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