Santiago de Cuba, 25 mar.— Cuando nació en La Habana el 25 de marzo de 1903 lo inscribieron como Nicanor Portland, pero para los cubanos el fue, es y será por siempre Julio Antonio Mella, uno de esos hombres de los llamados imprescindibles que durante su corta vida en que solo vivió 25 años, acumuló méritos suficientes para ocupar un lugar cimero en la historia de nuestro país.
De niño Mella vivió algunos años en
Estados Unidos con su madre Cecilia Magdalena, que era inglesa. Después
viajó a Méjico con el propósito de cursar estudios militares lo que no
logró, regresando a La Habana para matricular en la Universidad en 1921
la carrera de Derecho y de Filosofía y Letras.
Atento a las corrientes sociales más progresistas de su época en la República colonial de la Enmienda Platt, Mella es el primero de los hombres de su generación que proclama el pensamiento radical, avanzado y revolucionario de José Martí, el cual estudió a fondo y difundió, para el esclarecimiento ideológico de la revolución cubana, agregando a ello otros ideales más avanzados como el del marxismo-leninismo, que no se contraponía a la doctrina del maestro sino que la enriquecía en su teoría universal y científica con la característica propia de nuestro país.
Julio Antonio Mella convirtió la Universidad de La Habana en su primer escenario de lucha. Tenía 19 años cuando moviliza al estudiantado contra el servilismo del claustro universitario y el Presidente del país Alfredo Zayas de concederle el Título Honorífico al General Enoch Crowder, procónsul norteamericano que desde una nave de guerra fondeada en la capital despachaba con políticos, gobernantes y banqueros los destinos de Cuba. La ceremonia del Honoris Causa fue suspendida por la acción de los estudiantes.
Ese fue el primer paso revolucionario de Mella en la Universidad. En lo adelante, fundaría la Federación Estudiantil Universitaria, la Revista Alma Mater, organizó el Primer Congreso Estudiantil que incluía a los alumnos de la enseñanza media, declara una huelga estudiantil para lograr la reforma universitaria, funda la Universidad Popular José Martí para los estudios universitarios de las capas más humildes, sobre todo de los obreros.
En 1924 Julio Antonio Mella ingresa en la Agrupación Comunista de La Habana que dirigía Carlos Baliño, fundador junto con José Martí del Partido Revolucionario Cubano. En 1925 ambos constituyeron el Primer Partido Comunista de Cuba marxista-leninista. Además, Mella impulsó la constitución de la Confederación Nacional Obrera, fundó la sección cubana de la Liga Antimperialista, al igual que la Liga Anticlerical.
Al asumir la Presidencia el dictador Gerardo Machado se desata una feroz persecución contra los comunistas y lideres obreros. Mella es detenido y acusado de terrorista, declarándose en huelga de hambre durante 18 días por lo que el país se estremeció y de otras tierras, Méjico, Estados Unidos, y Argentina llegaron protestas y el joven tuvo que ser liberado, obligándolo a exiliarse en Méjico, donde también tuvo una vida política activa, ocupando la secretaría general del Partido Comunista de dicho país, hasta que el 10 de enero de 1929, esbirros al servicio del tirano Machado lo asesinan. Sus últimas palabras fueron: muero por la revolución.
En uno de sus discursos Julio Antonio Mella señaló: "Somos optimistas, confiamos en la victoria, nuestra juventud y nuestros ideales nos invitan a luchar y triunfar". Cumplir ese legado es el mejor homenaje que podemos rendirle a este excepcional revolucionario al cumplirse hoy el aniversario 114 de su natalicio.
Atento a las corrientes sociales más progresistas de su época en la República colonial de la Enmienda Platt, Mella es el primero de los hombres de su generación que proclama el pensamiento radical, avanzado y revolucionario de José Martí, el cual estudió a fondo y difundió, para el esclarecimiento ideológico de la revolución cubana, agregando a ello otros ideales más avanzados como el del marxismo-leninismo, que no se contraponía a la doctrina del maestro sino que la enriquecía en su teoría universal y científica con la característica propia de nuestro país.
Julio Antonio Mella convirtió la Universidad de La Habana en su primer escenario de lucha. Tenía 19 años cuando moviliza al estudiantado contra el servilismo del claustro universitario y el Presidente del país Alfredo Zayas de concederle el Título Honorífico al General Enoch Crowder, procónsul norteamericano que desde una nave de guerra fondeada en la capital despachaba con políticos, gobernantes y banqueros los destinos de Cuba. La ceremonia del Honoris Causa fue suspendida por la acción de los estudiantes.
Ese fue el primer paso revolucionario de Mella en la Universidad. En lo adelante, fundaría la Federación Estudiantil Universitaria, la Revista Alma Mater, organizó el Primer Congreso Estudiantil que incluía a los alumnos de la enseñanza media, declara una huelga estudiantil para lograr la reforma universitaria, funda la Universidad Popular José Martí para los estudios universitarios de las capas más humildes, sobre todo de los obreros.
En 1924 Julio Antonio Mella ingresa en la Agrupación Comunista de La Habana que dirigía Carlos Baliño, fundador junto con José Martí del Partido Revolucionario Cubano. En 1925 ambos constituyeron el Primer Partido Comunista de Cuba marxista-leninista. Además, Mella impulsó la constitución de la Confederación Nacional Obrera, fundó la sección cubana de la Liga Antimperialista, al igual que la Liga Anticlerical.
Al asumir la Presidencia el dictador Gerardo Machado se desata una feroz persecución contra los comunistas y lideres obreros. Mella es detenido y acusado de terrorista, declarándose en huelga de hambre durante 18 días por lo que el país se estremeció y de otras tierras, Méjico, Estados Unidos, y Argentina llegaron protestas y el joven tuvo que ser liberado, obligándolo a exiliarse en Méjico, donde también tuvo una vida política activa, ocupando la secretaría general del Partido Comunista de dicho país, hasta que el 10 de enero de 1929, esbirros al servicio del tirano Machado lo asesinan. Sus últimas palabras fueron: muero por la revolución.
En uno de sus discursos Julio Antonio Mella señaló: "Somos optimistas, confiamos en la victoria, nuestra juventud y nuestros ideales nos invitan a luchar y triunfar". Cumplir ese legado es el mejor homenaje que podemos rendirle a este excepcional revolucionario al cumplirse hoy el aniversario 114 de su natalicio.
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