Santiago de Cuba, 13 ene.— Aún cuando la agricultura santiaguera hizo mucho para garantizar la tan anhelada seguridad alimentaria de la población, cargó con serios incumplimientos en las actividades avícola y porcina al cierre de 2016.
Esa reflexión abrió el debate en la
primera plenaria de alimentos de inicio de año para analizar hasta donde
se pudo avanzar en la última de trabajo y los planes a desarrollar en
el 2017.
Hay que señalar en el caso de la producción de huevos que el plan tuvo un adeudo de unos siete millones de unidades.
La entrega de este importante alimento se vio afectada por la deficiente atención a las aves, lo que originó una considerable pérdida en el proceso productivo.
Otro tanto sucedió en la producción de carne de cerdo, actividad que vio decrecer sensiblemente las toneladas a producir de un año a otro.
Debo significara que en el 2015, la Empresa Porcina implantó una nueva marca productiva con 20 mil toneladas de carne y durante el pasado año la ejecución del plan quedó por debajo de ese resultado.
El descenso obedeció a la falta de visión en los reemplazos en la reproducción. Imaginense que una reproductora terminaba su vida útil reproductiva, luego de seis partos, y no se garantizara el relevo de la misma.
También hubo dificultades con la alimentación de la masa, fundamentalmente con los convenios a productores individuales, razón por la cual los animales de ceba no podían convertir en el tiempo programado.
Estas dos manchas en los compromisos contraídos, condujeron que la agricultura santiaguera cerrara el 2016 con los dos sectores incumplidores, pues no se podrá repetir ese resultado en 2017.
El segundo punto de la reunión abarcó las aspiraciones de la provincia en su afán de entregar más alimentos al pueblo.
Para ello ya se trabaja en la campaña de viveros para enfrentar la campaña de siembra de primavera.
Es voluntad de los agrícolas santiagueros mantener idénticos niveles de siembra en el programa de frío con la finalidad de no tener áreas vacías.
Por último se hizo énfasis en crecer más en los fondos exportables. Todo lo que se haga en este sentido permitirá disminuir la importación de productos alimenticios. Este fue un reclamo unánime.
Hay que señalar en el caso de la producción de huevos que el plan tuvo un adeudo de unos siete millones de unidades.
La entrega de este importante alimento se vio afectada por la deficiente atención a las aves, lo que originó una considerable pérdida en el proceso productivo.
Otro tanto sucedió en la producción de carne de cerdo, actividad que vio decrecer sensiblemente las toneladas a producir de un año a otro.
Debo significara que en el 2015, la Empresa Porcina implantó una nueva marca productiva con 20 mil toneladas de carne y durante el pasado año la ejecución del plan quedó por debajo de ese resultado.
El descenso obedeció a la falta de visión en los reemplazos en la reproducción. Imaginense que una reproductora terminaba su vida útil reproductiva, luego de seis partos, y no se garantizara el relevo de la misma.
También hubo dificultades con la alimentación de la masa, fundamentalmente con los convenios a productores individuales, razón por la cual los animales de ceba no podían convertir en el tiempo programado.
Estas dos manchas en los compromisos contraídos, condujeron que la agricultura santiaguera cerrara el 2016 con los dos sectores incumplidores, pues no se podrá repetir ese resultado en 2017.
El segundo punto de la reunión abarcó las aspiraciones de la provincia en su afán de entregar más alimentos al pueblo.
Para ello ya se trabaja en la campaña de viveros para enfrentar la campaña de siembra de primavera.
Es voluntad de los agrícolas santiagueros mantener idénticos niveles de siembra en el programa de frío con la finalidad de no tener áreas vacías.
Por último se hizo énfasis en crecer más en los fondos exportables. Todo lo que se haga en este sentido permitirá disminuir la importación de productos alimenticios. Este fue un reclamo unánime.
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