Santiago de Cuba, 2 ene.— Con los primeros claros del día 2 de enero de 1959, hace 58 años, el Comandante en Jefe del Ejército Rebelde Fidel Castro Ruz, terminaba su discurso en el Parque Céspedes de Santiago de Cuba, donde con la presencia entusiasta de miles de habitantes de la ciudad indómita proclamó el triunfo de la Revolución Cubana.
Esa mañana Fidel partiría con la
Caravana de la Libertad rumbo a Bayamo, donde unos tres mil oficiales y
soldados del ejército de la derrocada tiranía no habían depuesto las
armas, manifestando que solo lo harían ante el líder revolucionario y
así fue, la mayoría de estos militares se incorporaron también a la
caravana rebelde para marchar sobre la capital del país.
En Santiago de Cuba, proclamada por Fidel como capital provisional de la nación, comenzaba a sesionar el primer Gobierno Revolucionario, constituido y juramentado la noche antes en el ayuntamiento santiaguero, encabezado por el Presidente Manuel Urrutia y con la presencia de varios integrantes del Consejo de Ministro nombrado tras el triunfo.
Precisamente, el primer acuerdo tomado por el Presidente Urrutia fue declinar a favor de Fidel el cargo de Comandante en Jefe de todas las fuerzas de tierra, aire y mar, mando que de acuerdo a la Constitución de 1940 debía ejercer el Presidente de la nación. De esa forma, el máximo líder de la Revolución podía tomar las medidas que considerase pertinentes con las tropas del derrotado ejército de la dictadura.
Este segundo día de enero de 1959, tanto el Presidente Urrutia como el Consejo de Ministros comenzaron sus labores en la residencia del matrimonio Moliere, en la calle Aguilera número MIL 303, en el Reparto Santa Bárbara, por lo que este lugar se convirtió en el mas concurrido de la ciudad al acudir allí cientos de personas, incluidos extranjeros, para saludar al nuevo mandatario cubano y al gobierno.
Sin embargo, la vivienda de los Moliere no tenía las condiciones necesarias para tal función por lo que al siguiente día el Gobierno Revolucionario se trasladó para la sede de la Universidad de Oriente, en los altos de Quintero, donde comenzó sus funciones luego que el Presidente Urrutia y sus Ministros rindieran homenaje a José martí en el cementerio Santa Ifigenia, depositando una ofrenda floral a nombre del pueblo cubano.
Mientras esto sucedía en el Oriente del país, ese 2 de enero de 1959 llegó a La Habana procedente de Matanzas el Comandante Camilo Cienfuegos, quien al frente de la Columna DOS Antonio Maceo del Ejército Rebelde ocupó el campamento militar de Columbia, la mayor fortaleza del país, sin disparar un tiro.
Simultáneamente, las tropas rebeldes comandadas por el Che irrumpían en la capital y tomaban la fortaleza de La Cabaña, otro de los bastiones de la dictadura en La Habana.
De esta forma, el Ejército Rebelde estableció el dominio sobre estos puntos donde se concentraban miles de soldados de la derrocada tiranía, en tanto que en todo el país comenzaba a hacerse efectiva la Huelga General Revolucionaria convocada por Fidel el Primero de Enero de 1959 para echar por tierra el intento de arrebatarle el triunfo al pueblo, orquestado por la Embajada de Estados Unidos en complicidad con un grupo de militares golpistas.
En Santiago de Cuba, proclamada por Fidel como capital provisional de la nación, comenzaba a sesionar el primer Gobierno Revolucionario, constituido y juramentado la noche antes en el ayuntamiento santiaguero, encabezado por el Presidente Manuel Urrutia y con la presencia de varios integrantes del Consejo de Ministro nombrado tras el triunfo.
Precisamente, el primer acuerdo tomado por el Presidente Urrutia fue declinar a favor de Fidel el cargo de Comandante en Jefe de todas las fuerzas de tierra, aire y mar, mando que de acuerdo a la Constitución de 1940 debía ejercer el Presidente de la nación. De esa forma, el máximo líder de la Revolución podía tomar las medidas que considerase pertinentes con las tropas del derrotado ejército de la dictadura.
Este segundo día de enero de 1959, tanto el Presidente Urrutia como el Consejo de Ministros comenzaron sus labores en la residencia del matrimonio Moliere, en la calle Aguilera número MIL 303, en el Reparto Santa Bárbara, por lo que este lugar se convirtió en el mas concurrido de la ciudad al acudir allí cientos de personas, incluidos extranjeros, para saludar al nuevo mandatario cubano y al gobierno.
Sin embargo, la vivienda de los Moliere no tenía las condiciones necesarias para tal función por lo que al siguiente día el Gobierno Revolucionario se trasladó para la sede de la Universidad de Oriente, en los altos de Quintero, donde comenzó sus funciones luego que el Presidente Urrutia y sus Ministros rindieran homenaje a José martí en el cementerio Santa Ifigenia, depositando una ofrenda floral a nombre del pueblo cubano.
Mientras esto sucedía en el Oriente del país, ese 2 de enero de 1959 llegó a La Habana procedente de Matanzas el Comandante Camilo Cienfuegos, quien al frente de la Columna DOS Antonio Maceo del Ejército Rebelde ocupó el campamento militar de Columbia, la mayor fortaleza del país, sin disparar un tiro.
Simultáneamente, las tropas rebeldes comandadas por el Che irrumpían en la capital y tomaban la fortaleza de La Cabaña, otro de los bastiones de la dictadura en La Habana.
De esta forma, el Ejército Rebelde estableció el dominio sobre estos puntos donde se concentraban miles de soldados de la derrocada tiranía, en tanto que en todo el país comenzaba a hacerse efectiva la Huelga General Revolucionaria convocada por Fidel el Primero de Enero de 1959 para echar por tierra el intento de arrebatarle el triunfo al pueblo, orquestado por la Embajada de Estados Unidos en complicidad con un grupo de militares golpistas.
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