Santiago de Cuba, 12 ene.— El Centro de Biotecnología Industrial (CEBI), de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, consolida su labor con valiosos aportes científicos en la agricultura, la salud y el medioambiente.
Durante el 2016 contribuyó en proyectos
de conjunto con la Universidad de Camagüey, el Instituto de
Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical Alejandro de
Humboldt, en La Habana, y la Estación Experimental Agroforestal del
municipio santiaguero de Tercer Frente.
Nora García, directora del CEBI, mencionó en saludo al Día de la Ciencia, este 15 de enero, la producción de paquetes tecnológicos para aprovechar residuales agrícolas en la obtención de alimentos (setas comestibles), con valor añadido y de interés para la salud.
Con buena asimilación por la población, la biotecnología de setas comestibles es una producción limpia generadora de un sustento nutritivo y, a su vez, significa seguridad alimentaria y energética en zonas rurales y la ciudad de forma sostenible y de gran impacto para el futuro de la nutrición y la medicina, señaló.
Los resultados definen impactos científicos, tecnológicos y ambientales.
En asociación con el Centro de Investigaciones del Petróleo, el Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO), se analizan los residuales en la bahía de Santiago para poder biorremediarlos, esencialmente en la Ensenada de Cajuma, en esta urbe.
En los entornos dañados por el vertimiento en la costa de entidades industriales como la refinería Hermanos Díaz y la termoeléctrica Antonio Maceo, se aplican tratamiento biotecnológico que degrada y remedia las manchas de hidrocarburos y así mejoran la calidad de vida de ese ecosistema.
García dijo que las contribuciones del CEBI al desarrollo de las ciencias en Santiago de Cuba incluye la tecnología enzimática y microbiana, el proceso biológico de residuales y la biorremediación de ambientes impactados, mediante el empleo de técnicas de bajo costo, reciclado y aprovechamiento de residuos.
La especialista se refirió por último al diseño, puesta en marcha y operación de digestores anaerobios para el tratamiento de residuales industriales y agroindustriales.
Nora García, directora del CEBI, mencionó en saludo al Día de la Ciencia, este 15 de enero, la producción de paquetes tecnológicos para aprovechar residuales agrícolas en la obtención de alimentos (setas comestibles), con valor añadido y de interés para la salud.
Con buena asimilación por la población, la biotecnología de setas comestibles es una producción limpia generadora de un sustento nutritivo y, a su vez, significa seguridad alimentaria y energética en zonas rurales y la ciudad de forma sostenible y de gran impacto para el futuro de la nutrición y la medicina, señaló.
Los resultados definen impactos científicos, tecnológicos y ambientales.
En asociación con el Centro de Investigaciones del Petróleo, el Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO), se analizan los residuales en la bahía de Santiago para poder biorremediarlos, esencialmente en la Ensenada de Cajuma, en esta urbe.
En los entornos dañados por el vertimiento en la costa de entidades industriales como la refinería Hermanos Díaz y la termoeléctrica Antonio Maceo, se aplican tratamiento biotecnológico que degrada y remedia las manchas de hidrocarburos y así mejoran la calidad de vida de ese ecosistema.
García dijo que las contribuciones del CEBI al desarrollo de las ciencias en Santiago de Cuba incluye la tecnología enzimática y microbiana, el proceso biológico de residuales y la biorremediación de ambientes impactados, mediante el empleo de técnicas de bajo costo, reciclado y aprovechamiento de residuos.
La especialista se refirió por último al diseño, puesta en marcha y operación de digestores anaerobios para el tratamiento de residuales industriales y agroindustriales.
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