Santiago de Cuba, 22 dic.— Las mujeres en la provincia de Santiago de Cuba asumen un importante papel en el desarrollo agrícola y rural y en la estabilidad de la seguridad alimentaria, a pesar de estos difíciles tiempos de intensas sequías.
Ellas se unen al esfuerzo de los obreros
agrícolas para multiplicar las producciones agropecuarias cada vez con
más demanda y calidad, pues aunque la población envejece también
experimenta un ligero crecimiento.
La Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Abel Santamaría Cuadrado, ubicada en el centro urbano del mismo nombre, al suroeste de esta ciudad, constituye un ejemplo fehaciente de que las féminas no solo cocinan alimentos, sino también los cultivan y atienden culturalmente.
Librada Rodríguez, administradora y fundadora de esa unidad rentable desde sus inicios, destacó la perseverancia en la producción, ya que para nadie es un secreto que el progreso agropecuario del país está limitado por el injusto bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por los Estados Unidos contra Cuba.
En esa estructura productiva, delimitada en una hectárea, laboran siete trabajadores, de ellos cuatro mujeres, quienes son conducidos por la experimentada cooperativista.
Damaris Bermelles, Inalvis Bueno y Yanelis Rodríguez desafían en cada jornada el intenso sol y fuerte calor, mientras con regaderas de agua en las manos bañan la tierra para que florezcan los cultivos por encima de cualquier adversa circunstancia.
La sequía en estos meses ha golpeado fuertemente la producción de hortalizas, comentó Yanelis, jefa de producción, quien destacó que cerraron la etapa de siembra de frío con el cumplimiento del programa planificado para este año.
Allí despuntan unos 10 cultivos, entre los que sobresalen la habichuela, tomate, remolacha, cebollino, lechuga, berenjena y quimbombó que cubren equitativamente tanto los canteros de los espacios del semiprotegido rústico como al resto de las áreas donde siembran, además, plátano, yuca, boniato y calabaza.
Yanelis Rodríguez informó que destinan la producción a la población y al consumo social, es decir a los círculos infantiles, escuelas, policlínicos y otras instalaciones del centro urbano Abel Santamaría, y también participan en las ferias agropecuarias concebidas los sábados.
El colectivo de la UBPC, perteneciente a la Empresa Agropecuaria Caney, reconoce que aún está por debajo de sus posibilidades reales productivas, pero asegura que estas aumentarán con el proyecto de mejoras en el riego, equipos e implementos agrícolas, y superiores condiciones de vida y de trabajo.
La Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Abel Santamaría Cuadrado, ubicada en el centro urbano del mismo nombre, al suroeste de esta ciudad, constituye un ejemplo fehaciente de que las féminas no solo cocinan alimentos, sino también los cultivan y atienden culturalmente.
Librada Rodríguez, administradora y fundadora de esa unidad rentable desde sus inicios, destacó la perseverancia en la producción, ya que para nadie es un secreto que el progreso agropecuario del país está limitado por el injusto bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por los Estados Unidos contra Cuba.
En esa estructura productiva, delimitada en una hectárea, laboran siete trabajadores, de ellos cuatro mujeres, quienes son conducidos por la experimentada cooperativista.
Damaris Bermelles, Inalvis Bueno y Yanelis Rodríguez desafían en cada jornada el intenso sol y fuerte calor, mientras con regaderas de agua en las manos bañan la tierra para que florezcan los cultivos por encima de cualquier adversa circunstancia.
La sequía en estos meses ha golpeado fuertemente la producción de hortalizas, comentó Yanelis, jefa de producción, quien destacó que cerraron la etapa de siembra de frío con el cumplimiento del programa planificado para este año.
Allí despuntan unos 10 cultivos, entre los que sobresalen la habichuela, tomate, remolacha, cebollino, lechuga, berenjena y quimbombó que cubren equitativamente tanto los canteros de los espacios del semiprotegido rústico como al resto de las áreas donde siembran, además, plátano, yuca, boniato y calabaza.
Yanelis Rodríguez informó que destinan la producción a la población y al consumo social, es decir a los círculos infantiles, escuelas, policlínicos y otras instalaciones del centro urbano Abel Santamaría, y también participan en las ferias agropecuarias concebidas los sábados.
El colectivo de la UBPC, perteneciente a la Empresa Agropecuaria Caney, reconoce que aún está por debajo de sus posibilidades reales productivas, pero asegura que estas aumentarán con el proyecto de mejoras en el riego, equipos e implementos agrícolas, y superiores condiciones de vida y de trabajo.
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