Santiago de Cuba, 24 dic.— Esta ciudad, que tan presente lo tuvo por razones históricas y humanas, se apresta hoy para entrar en 2017 con el orgullo y la responsabilidad enormes de custodiar los restos de Fidel Castro.
Desde que las cenizas del líder de la
Revolución cubana fueran depositadas en el cementerio de Santa Ifigenia
el 4 de diciembre último, el desfile casi permanente de cubanos y
extranjeros ante la sencilla tumba refrenda a la necrópolis como un
altar de la Patria.
Tal privilegio se sumó al de resguardar, desde mayo de 1895, los despojos mortales de José Martí, devenido el Héroe Nacional, y decenas de próceres de las gestas cubanas por la independencia.
Ante tamaña encomienda y la de acoger el ámbito glorioso del anuncio de la victoria insurreccional el 1 de enero de 1959, desde los balcones del Ayuntamiento municipal y frente al céntrico parque Céspedes, los santiagueros y sus autoridades alistan una celebración a la altura de esas circunstancias.
Así fue anunciado la víspera, cuando los principales organismos culturales, administrativos y de servicios del territorio explicaron el programa concebido para que los días finales de 2016 y primeros de 2017 traigan a las familias el ambiente de alegría y optimismo propio de esas jornadas.
A la par de informar sobre los favorables resultados económicos y productivos del año en curso, los directivos puntualizaron que uno de los momentos más significativos volverá a ser, en la noche del 31 de diciembre, la ceremonia a la bandera, un ritual patriótico que data del pasado siglo y tiene lugar en el corazón urbano.
Resaltaron que el primer día de enero estará consagrado a los niños, en tanto que el 2 los protagonistas serán los jóvenes, quienes despedirán desde aquí la reedición de la caravana de la libertad, en recordación de aquella que llevó a Fidel Castro y los rebeldes triunfantes hasta la capital cubana en enero de 1959.
Inauguración de obras, principalmente viviendas, en función de elevar el bienestar de la población, conciertos de las bandas municipales, apertura de nuevos puntos de conexión inalámbrica y el aprovechamiento pleno de inversiones como el Paseo marítimo, abiertas por los 500 años de la villa, figuran en los planes.
Como un símbolo para renovar las energías están las siete instalaciones que fueron destruidas por un incendio en los primeros días de noviembre último en el Corredor Patrimonial de Las Enramadas, arteria vital de la ciudad.
En apenas 20 días de duras e incesantes faenas, recobraron un mayor y asombroso esplendor.
Por eso, como cualquier mortal, los santiagueros agradecerán la bendición de vivir un año más y lo harán, en nombre de los cubanos, conscientes de que serán otros 12 meses de pelea por la dignidad.
Tal privilegio se sumó al de resguardar, desde mayo de 1895, los despojos mortales de José Martí, devenido el Héroe Nacional, y decenas de próceres de las gestas cubanas por la independencia.
Ante tamaña encomienda y la de acoger el ámbito glorioso del anuncio de la victoria insurreccional el 1 de enero de 1959, desde los balcones del Ayuntamiento municipal y frente al céntrico parque Céspedes, los santiagueros y sus autoridades alistan una celebración a la altura de esas circunstancias.
Así fue anunciado la víspera, cuando los principales organismos culturales, administrativos y de servicios del territorio explicaron el programa concebido para que los días finales de 2016 y primeros de 2017 traigan a las familias el ambiente de alegría y optimismo propio de esas jornadas.
A la par de informar sobre los favorables resultados económicos y productivos del año en curso, los directivos puntualizaron que uno de los momentos más significativos volverá a ser, en la noche del 31 de diciembre, la ceremonia a la bandera, un ritual patriótico que data del pasado siglo y tiene lugar en el corazón urbano.
Resaltaron que el primer día de enero estará consagrado a los niños, en tanto que el 2 los protagonistas serán los jóvenes, quienes despedirán desde aquí la reedición de la caravana de la libertad, en recordación de aquella que llevó a Fidel Castro y los rebeldes triunfantes hasta la capital cubana en enero de 1959.
Inauguración de obras, principalmente viviendas, en función de elevar el bienestar de la población, conciertos de las bandas municipales, apertura de nuevos puntos de conexión inalámbrica y el aprovechamiento pleno de inversiones como el Paseo marítimo, abiertas por los 500 años de la villa, figuran en los planes.
Como un símbolo para renovar las energías están las siete instalaciones que fueron destruidas por un incendio en los primeros días de noviembre último en el Corredor Patrimonial de Las Enramadas, arteria vital de la ciudad.
En apenas 20 días de duras e incesantes faenas, recobraron un mayor y asombroso esplendor.
Por eso, como cualquier mortal, los santiagueros agradecerán la bendición de vivir un año más y lo harán, en nombre de los cubanos, conscientes de que serán otros 12 meses de pelea por la dignidad.
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