Santiago de Cuba, 12 nov.— Son las siete de la mañana en el Distrito José Martí, una de las zonas de mayor densidad poblacional en Santiago de Cuba. Hasta aquí llegamos para constatar la situación del transporte público en la ciudad.
Multitud de santiagueros se atestaban en
una acera a la espera de algún transporte que no llegaba o seguía de
largo sin recoger a nadie y cuando algo aparecía primaba la ley del más fuerte en intentos desesperados por abordar.
Luis Marrero, vecino de la zona nos confirmó nuestra apreciación: “Hoy llegaron en un momento especial. Yo llegué de la casa y encontré la parada vacía, pero esto es realmente un carnaval todos los días a las 7 de la mañana. Los carros particulares ya llegan llenos y las guaguas están desaparecidas”.
Llegamos entonces hasta la Base de Ómnibus Vista Alegre para conversar con Yordan Rondón, Especialista Principal de Tráfico de esta UEB nos comenta que se necesitan cerca de 150 ómnibus para satisfacer todas las necesidades de traslado, en una ciudad con cerca de medio millón de habitantes.
“Sabemos que no es suficiente pero además de la regulación de combustible, sólo tenemos 24 carros disponibles. En la ruta 7 trabajamos con cuatro carros, en la 15, la 30 y la 16 con dos para cada una, la 35 con uno y las que más tienen son la ruta 101 con cinco y la 24 con siete”.
Según afirma Rondón, la frecuencia puede variar entre 15 y 30 minutos. Sin embargo, durante nuestro recorrido pudimos comprobar que entre dos ómnibus de la ruta 24 puede pasar casi una hora.
Leydis Cala, también es vecina de este reparto: “Todos los días está malo el transporte y las guaguas del Estado no alcanzan y entonces el día que peor está el transporte hay más caballitos y patrullas multando por exceso de pasaje”.
Ni siquiera los refuerzos de ómnibus transmetro y el transporte privado, consiguen aliviar las tensiones de este tema.
No obstante, tenemos la certeza de que lo captado por nuestra lente, puede ser algo más que un eventual espejismo.
Luis Marrero, vecino de la zona nos confirmó nuestra apreciación: “Hoy llegaron en un momento especial. Yo llegué de la casa y encontré la parada vacía, pero esto es realmente un carnaval todos los días a las 7 de la mañana. Los carros particulares ya llegan llenos y las guaguas están desaparecidas”.
Llegamos entonces hasta la Base de Ómnibus Vista Alegre para conversar con Yordan Rondón, Especialista Principal de Tráfico de esta UEB nos comenta que se necesitan cerca de 150 ómnibus para satisfacer todas las necesidades de traslado, en una ciudad con cerca de medio millón de habitantes.
“Sabemos que no es suficiente pero además de la regulación de combustible, sólo tenemos 24 carros disponibles. En la ruta 7 trabajamos con cuatro carros, en la 15, la 30 y la 16 con dos para cada una, la 35 con uno y las que más tienen son la ruta 101 con cinco y la 24 con siete”.
Según afirma Rondón, la frecuencia puede variar entre 15 y 30 minutos. Sin embargo, durante nuestro recorrido pudimos comprobar que entre dos ómnibus de la ruta 24 puede pasar casi una hora.
Leydis Cala, también es vecina de este reparto: “Todos los días está malo el transporte y las guaguas del Estado no alcanzan y entonces el día que peor está el transporte hay más caballitos y patrullas multando por exceso de pasaje”.
Ni siquiera los refuerzos de ómnibus transmetro y el transporte privado, consiguen aliviar las tensiones de este tema.
No obstante, tenemos la certeza de que lo captado por nuestra lente, puede ser algo más que un eventual espejismo.
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