Santiago de Cuba, 9 nov.— Desde febrero de 1903 Estados Unidos se apoderó de un pedazo del territorio cubano de más de 117 kilómetros cuadrados de estensión, ubicado en la actual provincia de Guantánamo y que comprende parte de su bahía, una de las más grandes del mundo.
En un principio esta franja de tierra
cubana se concibió para instalar en ella una Base Naval Carbonera, con
pretensiones de dominio de esta área del Caribe, de acuerdo a la
política imperial norteamericana que daba entonces sus primeros pasos.
Pero a partir de 1959, con el triunfo de la Revolución cubana, esta base naval de Estados Unidos, próxima al poblado de Caimanera, a unos 22 kilómetros de la ciudad de Guantánamo, devino en centro de agresiones y provocaciones contra la soberanía de la isla al refugiarse en ella centenares de contrarrevolucionarios algunos de los cuales fueron traidos al enclave con ese fín, encaminado a crear conflictos entre ambos países.
Teniendo en cuenta esa situación y con el debido derecho a proteger la integridad de su territorio nacional, fue que el 9 de noviembre de 1961, en la Finca Vilorio, a 12 kilómetros de la ciudad de Guantánamo, se creó el Batallón de la Frontera, que a fines de 1960 había surgido como compañía especial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Otro 9 de noviembre, pero de 1964, este Batallón se transformó en la Brigada de la Frontera, "ejemplar entre los ejemplares", según la calificara el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), debido a que los hombres y mujeres que custodian este territorio cubano, han convertido en epopeya la defensa con sangre, entereza y gloria de la única frontera artificial de Cuba.
Este cuerpo armado es acreedor de numerosos reconocimientos instituidos por el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), como la Orden Antonio Maceo y entre otros méritos figuran el Nombre de la Gloria Combativa José Maceo y la condición de Unidad Iniciadora de la Emulación Socialista en las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
La Brigada de la Frontera la integran jóvenes combatientes de uno u otro sexo que cumplen aquí el Servico Militar General, en el caso de las mujeres, de forma voluntaria en el territorio limítrofe con la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo y que fuera definida por el Comandante en Jefe Fidel Castro, como "un puñal clavado en el corazón de la tierra cubana".
Desde 1962 a 1992 se produjeron aquí más de 13 000 provocaciones y violaciones procedentes del interior de la base norteamericana, que distintas generaciones de soldados fronterizos han debido enfrentar con el máximo de serenidad permaneciendo en sus puestos firmemente, sin devolver las agresiones, a fin de no provocar un pretexto que permita a Estados Unidos iniciar un conflicto bélico, lo que ha sido un viejo sueño imperial.
Como consecuencia de esas agresiones fueron asesinados por disparos hechos desde allí los soldados Ramón López Peña, muerto el 19 de julio de 1964 y Luis Ramírez López, el 21 de mayo de 1966. Se suman a esos crímenes los del obrero Rubén López Sabariego, asesinado en el interior de la base en octubre de 1961 y el pescador Rodolfo Rosell, en junio del siguiente año.
La Base Naval de Guantánamo, no representa ya desde hace mucho, ninguna importancia para la Seguridad Nacional de Estados Unidos, pero el imperio la ha convertido hace algunos años, en un campo de concentración donde mantiene a centenares de prisioneros, a los cuales se les aplica la tortura como método para la interrogación, una práctica que el presidente norteamericano George W. Bush legalizó desde octubre de 2006.
Cuba ha protestado insistentemente ante los organismos internacionales por el uso que se le viene dando ahora a esta parte de su territorio ilegalmente ocupado por Estados Unidos, mientras que su Brigada de la Frontera, creada hace 55 años se mantiene vigilante y firme frente a cualquier propósito agresivo norteamericano, enemigo al que tiene a solo un paso del invencible territorio cubano.
Pero a partir de 1959, con el triunfo de la Revolución cubana, esta base naval de Estados Unidos, próxima al poblado de Caimanera, a unos 22 kilómetros de la ciudad de Guantánamo, devino en centro de agresiones y provocaciones contra la soberanía de la isla al refugiarse en ella centenares de contrarrevolucionarios algunos de los cuales fueron traidos al enclave con ese fín, encaminado a crear conflictos entre ambos países.
Teniendo en cuenta esa situación y con el debido derecho a proteger la integridad de su territorio nacional, fue que el 9 de noviembre de 1961, en la Finca Vilorio, a 12 kilómetros de la ciudad de Guantánamo, se creó el Batallón de la Frontera, que a fines de 1960 había surgido como compañía especial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Otro 9 de noviembre, pero de 1964, este Batallón se transformó en la Brigada de la Frontera, "ejemplar entre los ejemplares", según la calificara el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), debido a que los hombres y mujeres que custodian este territorio cubano, han convertido en epopeya la defensa con sangre, entereza y gloria de la única frontera artificial de Cuba.
Este cuerpo armado es acreedor de numerosos reconocimientos instituidos por el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), como la Orden Antonio Maceo y entre otros méritos figuran el Nombre de la Gloria Combativa José Maceo y la condición de Unidad Iniciadora de la Emulación Socialista en las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
La Brigada de la Frontera la integran jóvenes combatientes de uno u otro sexo que cumplen aquí el Servico Militar General, en el caso de las mujeres, de forma voluntaria en el territorio limítrofe con la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo y que fuera definida por el Comandante en Jefe Fidel Castro, como "un puñal clavado en el corazón de la tierra cubana".
Desde 1962 a 1992 se produjeron aquí más de 13 000 provocaciones y violaciones procedentes del interior de la base norteamericana, que distintas generaciones de soldados fronterizos han debido enfrentar con el máximo de serenidad permaneciendo en sus puestos firmemente, sin devolver las agresiones, a fin de no provocar un pretexto que permita a Estados Unidos iniciar un conflicto bélico, lo que ha sido un viejo sueño imperial.
Como consecuencia de esas agresiones fueron asesinados por disparos hechos desde allí los soldados Ramón López Peña, muerto el 19 de julio de 1964 y Luis Ramírez López, el 21 de mayo de 1966. Se suman a esos crímenes los del obrero Rubén López Sabariego, asesinado en el interior de la base en octubre de 1961 y el pescador Rodolfo Rosell, en junio del siguiente año.
La Base Naval de Guantánamo, no representa ya desde hace mucho, ninguna importancia para la Seguridad Nacional de Estados Unidos, pero el imperio la ha convertido hace algunos años, en un campo de concentración donde mantiene a centenares de prisioneros, a los cuales se les aplica la tortura como método para la interrogación, una práctica que el presidente norteamericano George W. Bush legalizó desde octubre de 2006.
Cuba ha protestado insistentemente ante los organismos internacionales por el uso que se le viene dando ahora a esta parte de su territorio ilegalmente ocupado por Estados Unidos, mientras que su Brigada de la Frontera, creada hace 55 años se mantiene vigilante y firme frente a cualquier propósito agresivo norteamericano, enemigo al que tiene a solo un paso del invencible territorio cubano.
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