Santiago de Cuba, 15 oct.— Esta es una casa que en verdad orienta, aseguró Carlos Alberto Delgado Guerra, tras ser atendido en la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia del municipio de cabecera, en la provincia de Santiago de Cuba, una iniciativa que cumple 26 años de funcionamiento.
Llegué a la institución buscando
asesoría para reclamar la custodia de mi hijo menor de edad, quien
convive con su mamá y es maltratado por el hermano de su padrastro,
explicó con cierta satisfacción por encontrar un respaldo a su legítimo
reclamo.
Vengo por primera vez, me escucharon, tomaron todos los datos referentes a la difícil situación del niño, acordaron revisar el caso y aseguraron que me llamarán, por lo que veo interés y tengo optimismo en que hay alguien ocupado junto conmigo en este asunto, agregó.
Una pareja sexagenaria, también beneficiada con los servicios, expresó recibir muy buenas sugerencias para hacer que el padre de su nieta pague la pensión correspondiente, a lo cual se niega, a pesar de que por varias vías han intentado que cumpla con esa obligación.
Son muy profesionales, garantizan el anonimato y, aunque es la primera vez que venimos, estamos muy agradecidos, declararon.
María Julia Jiménez Fiol, coordinadora de la Casa en el municipio de Santiago de Cuba y quien por más de 20 años ha participado de esta iniciativa, incluso desde los barrios más intrincados de la localidad, manifestó su satisfacción al ayudar a las personas que acuden, mujeres en su mayoría.
No decimos a las personas qué hacer, sino que compartimos un proceso de crecimiento, dotándolas de herramientas para enfrentar sus problemas, expresó la profesora de Filosofía de la Universidad de Oriente.
Psicólogos, sociólogos y juristas han asesorado múltiples casos respecto a la pensión alimentaria de los menores, la comunicación, las relaciones familiares y cuestiones referidas a la violencia doméstica, tanto de pareja como a escala familiar, agregó.
Creadas en 1990, primero en Villa Clara por iniciativa de Vilma Espín Guillois, entonces presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, esas instituciones funcionan de manera gratuita en el territorio indómito una vez al mes en las sedes municipales de esa organización femenina.
Además, promueven diversidad de cursos de adiestramiento que en la oriental provincia suman 84, con los que fundamentalmente jóvenes han encontrado un espacio de superación para un mejor desempeño en la vida laboral y personal.
Vengo por primera vez, me escucharon, tomaron todos los datos referentes a la difícil situación del niño, acordaron revisar el caso y aseguraron que me llamarán, por lo que veo interés y tengo optimismo en que hay alguien ocupado junto conmigo en este asunto, agregó.
Una pareja sexagenaria, también beneficiada con los servicios, expresó recibir muy buenas sugerencias para hacer que el padre de su nieta pague la pensión correspondiente, a lo cual se niega, a pesar de que por varias vías han intentado que cumpla con esa obligación.
Son muy profesionales, garantizan el anonimato y, aunque es la primera vez que venimos, estamos muy agradecidos, declararon.
María Julia Jiménez Fiol, coordinadora de la Casa en el municipio de Santiago de Cuba y quien por más de 20 años ha participado de esta iniciativa, incluso desde los barrios más intrincados de la localidad, manifestó su satisfacción al ayudar a las personas que acuden, mujeres en su mayoría.
No decimos a las personas qué hacer, sino que compartimos un proceso de crecimiento, dotándolas de herramientas para enfrentar sus problemas, expresó la profesora de Filosofía de la Universidad de Oriente.
Psicólogos, sociólogos y juristas han asesorado múltiples casos respecto a la pensión alimentaria de los menores, la comunicación, las relaciones familiares y cuestiones referidas a la violencia doméstica, tanto de pareja como a escala familiar, agregó.
Creadas en 1990, primero en Villa Clara por iniciativa de Vilma Espín Guillois, entonces presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, esas instituciones funcionan de manera gratuita en el territorio indómito una vez al mes en las sedes municipales de esa organización femenina.
Además, promueven diversidad de cursos de adiestramiento que en la oriental provincia suman 84, con los que fundamentalmente jóvenes han encontrado un espacio de superación para un mejor desempeño en la vida laboral y personal.
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