Santiago de Cuba, 10 oct.— La reanudación de los habituales servicios, las tradicionales ferias de fin de semana y el reacomodo de las viviendas dan un toque de normalidad a la vida de los santiagueros, en fase de recuperación por Matthew.
En el litoral santiaguero muchos
pescadores han vuelto a la mar y aprovechan que se secó la madera de sus
botes, mientras estuvieron protegidos fuera del agua, para hacerles los
arreglos pendientes, dijo Yaumara Cossío Laurencio, pobladora de Cayo
Granma.
Varios han mejorado su embarcación al agregar macilla y una tela corrugada para tapar los huequitos, han aplicado pinturas y patente, que es una especie de teñidura que protege el fondo exterior de incrustaciones de piedras, aseguró.
En el Consejo Popular Flores, de esta ciudad, también se vive la recuperación, expresó Noel González, delegado del Poder Popular que cumplió, además, función de radioaficionado con el indicativo CO8NF desde el politécnico Antonio Maceo, donde se protegieron más de 380 personas.
Al recorrer las circunscripciones pude comprobar que los vecinos terminan de montar los tanques elevados, de limpiar terrazas y revisar techos y antenas, las cuales habían retirado a toda prisa y con la calma con que las colocan este domingo, quedarán, incluso, mejor que antes, afirmó.
Julio César Betances, vecino de calle Julio Sanguily, en esta urbe, ante la amenaza del huracán Matthew fue de los que transformó la casa para preservar sus pertenencias que ahora devuelve a su lugar.
Ariel Oliva Álvarez también fue precavido por las penetraciones del mar en el poblado costero de Aguadores, como perdió casi todos sus bienes con el huracán Sandy, en 2012, afirma que ahora lo trasladó todo hasta la casa de su padre en la ciudad, y si vuelve a venir otro ciclón, hace lo mismo, pues no hay otra opción.
Varios santiagueros expresaron que mientras continúe la temporada ciclónica hasta el 30 de noviembre, permanecerán en sus techos los sacos de arena y no desecharán los pedazos de madera que reforzaron las ventanas.
Tal es el caso de José Manuel de León, camagüeyano que recientemente se mudó con su familia para Santiago de Cuba desde Nuevitas y recibió la ayuda solidaria de un vecino para colocar los sacos que aseguraran su cubierta.
Varios han mejorado su embarcación al agregar macilla y una tela corrugada para tapar los huequitos, han aplicado pinturas y patente, que es una especie de teñidura que protege el fondo exterior de incrustaciones de piedras, aseguró.
En el Consejo Popular Flores, de esta ciudad, también se vive la recuperación, expresó Noel González, delegado del Poder Popular que cumplió, además, función de radioaficionado con el indicativo CO8NF desde el politécnico Antonio Maceo, donde se protegieron más de 380 personas.
Al recorrer las circunscripciones pude comprobar que los vecinos terminan de montar los tanques elevados, de limpiar terrazas y revisar techos y antenas, las cuales habían retirado a toda prisa y con la calma con que las colocan este domingo, quedarán, incluso, mejor que antes, afirmó.
Julio César Betances, vecino de calle Julio Sanguily, en esta urbe, ante la amenaza del huracán Matthew fue de los que transformó la casa para preservar sus pertenencias que ahora devuelve a su lugar.
Ariel Oliva Álvarez también fue precavido por las penetraciones del mar en el poblado costero de Aguadores, como perdió casi todos sus bienes con el huracán Sandy, en 2012, afirma que ahora lo trasladó todo hasta la casa de su padre en la ciudad, y si vuelve a venir otro ciclón, hace lo mismo, pues no hay otra opción.
Varios santiagueros expresaron que mientras continúe la temporada ciclónica hasta el 30 de noviembre, permanecerán en sus techos los sacos de arena y no desecharán los pedazos de madera que reforzaron las ventanas.
Tal es el caso de José Manuel de León, camagüeyano que recientemente se mudó con su familia para Santiago de Cuba desde Nuevitas y recibió la ayuda solidaria de un vecino para colocar los sacos que aseguraran su cubierta.
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