Santiago de Cuba, 3 oct.— Ante el paso inminente del huracán Mathew por la región oriental de Cuba unos dos mil santiagueros residentes en las zonas costeras cercanas a la ciudad de Santiago de Cuba fueron evacuados a sitios seguros ubicados en la urbe.
Este
domingo la tranquilidad de la zona de entrada a la bahía santiaguera no
llamó al engaño. Cientos de moradores de Cayo Granma, la Socapa,
Caracoles y Ciudamar saben que esta apacibilidad cambiará drásticamente
en unas horas y por eso dejaron momentáneamente sus hogares y
posesiones para ir a lugar seguro ante la cercanía de Mathew.
Desde el pasado sábado 1 de octubre comenzó la operación de evacuación de unas 2000 personas residentes en el litoral santiaguero cuyas casas se encuentran en peligro de inundaciones cuando la mar se pique y comience a batir producto de los vientos huracanados.
Ocho centros de evacuación han sido habilitados para estos fines. El Instituto Pedagógico Frank País García, la Escuela Politécnica José Tey, la Escuela Politécnica de Informática Mariana Grajales, la Escuela de Iniciación Deportiva y la Vocacional de Arte José María Heredia son algunos de los sitios donde se han creado todas las condiciones para que los evacuados pernocten durante el paso del huracán Mathew.
“Vivimos desprotegidos lo de Sandy porque no hubo casi tiempo para evacuar pero esta vez con tiempo suficiente las personas han trazado du plan doméstico y disciplinadamente han acudido a la evacuación, a fin de cuentas lo más importante es la vida”, dice Ana Rosa Téllez Rodríguez, evacuada residente en la comunidad costera de Caracoles.
La alimentación requerida, los puestos médicos, los dormitorios habilitados y las salas de estar con televisores y radios para la información son algunos de los elementos que se han dispuestos en estos locales para hacer una estancia segura mientras los vientos y la lluvia azotan el Oriente de Cuba.
En tanto un número creciente de personas se acogerán a una nueva estrategia trazada en el territorio a raíz del paso del huracán Sandy.
“Se trata de la evacuación de unas SESENTA MIL personas que irán hacia casas de familiares, de vecinos y centros laborales enclavados en las comunidades. Siempre se ha hecho esto de modo tradicional pero ahora existe un levantamiento de las casas con riesgo y se tiene claro quién va para casa de quién o qué centro laboral. Esos serán puntos de protección”, explica Yanelis Hechavarría Batista, jefa de la Comisión Municipal de Evacuación.
Para lograr la mayor movilización de personas de las áreas de la bahía se estableció un flujo constante de lanchas y ómnibus cuyos viajes se encuentran sincronizado. Esta vez la mayoría tiene mucha más percepción del riesgo.
“Estamos más seguro aquí que en casa. Lo importante es estar vivo”, sentenció la evacuada Inés María Fajardo mientras juega a las cartas en un dormitorio de la Escuela Vocacional de Arte.
Aunque las medidas de evacuación se han adoptado con tiempo suficiente el mecanismo seguirá montado hasta el último momento. Al mismo tiempo que las personas se evacúan también las mercancías y los recursos de entidades estatales.
Desde el pasado sábado 1 de octubre comenzó la operación de evacuación de unas 2000 personas residentes en el litoral santiaguero cuyas casas se encuentran en peligro de inundaciones cuando la mar se pique y comience a batir producto de los vientos huracanados.
Ocho centros de evacuación han sido habilitados para estos fines. El Instituto Pedagógico Frank País García, la Escuela Politécnica José Tey, la Escuela Politécnica de Informática Mariana Grajales, la Escuela de Iniciación Deportiva y la Vocacional de Arte José María Heredia son algunos de los sitios donde se han creado todas las condiciones para que los evacuados pernocten durante el paso del huracán Mathew.
“Vivimos desprotegidos lo de Sandy porque no hubo casi tiempo para evacuar pero esta vez con tiempo suficiente las personas han trazado du plan doméstico y disciplinadamente han acudido a la evacuación, a fin de cuentas lo más importante es la vida”, dice Ana Rosa Téllez Rodríguez, evacuada residente en la comunidad costera de Caracoles.
La alimentación requerida, los puestos médicos, los dormitorios habilitados y las salas de estar con televisores y radios para la información son algunos de los elementos que se han dispuestos en estos locales para hacer una estancia segura mientras los vientos y la lluvia azotan el Oriente de Cuba.
En tanto un número creciente de personas se acogerán a una nueva estrategia trazada en el territorio a raíz del paso del huracán Sandy.
“Se trata de la evacuación de unas SESENTA MIL personas que irán hacia casas de familiares, de vecinos y centros laborales enclavados en las comunidades. Siempre se ha hecho esto de modo tradicional pero ahora existe un levantamiento de las casas con riesgo y se tiene claro quién va para casa de quién o qué centro laboral. Esos serán puntos de protección”, explica Yanelis Hechavarría Batista, jefa de la Comisión Municipal de Evacuación.
Para lograr la mayor movilización de personas de las áreas de la bahía se estableció un flujo constante de lanchas y ómnibus cuyos viajes se encuentran sincronizado. Esta vez la mayoría tiene mucha más percepción del riesgo.
“Estamos más seguro aquí que en casa. Lo importante es estar vivo”, sentenció la evacuada Inés María Fajardo mientras juega a las cartas en un dormitorio de la Escuela Vocacional de Arte.
Aunque las medidas de evacuación se han adoptado con tiempo suficiente el mecanismo seguirá montado hasta el último momento. Al mismo tiempo que las personas se evacúan también las mercancías y los recursos de entidades estatales.
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