Santiago de Cuba, 17 oct.— Fumigaciones semanales en zonas vulnerables, charlas educativas en comunidades y el trabajo focal sistemático en espacios laborales y residenciales, entre otras acciones, integran el programa de enfrentamiento al mosquito Aedes Aegypti en esta ciudad.
Pedro Cabrera, vice director del Centro
Provincial de Higiene para la vigilancia y lucha antivectorial en
Santiago de Cuba, dijo a la ACN que ante el actual período de lluvias,
deben reforzarse los cuidados, pues pueden crearse condiciones
favorables para el vector por estancamientos de agua en depósitos
artificiales.
La prevención sigue siendo la principal medida de contención del mosquito y, aunque contamos con un personal altamente calificado, es imprescindible que la población, tanto en las viviendas como en los centros de trabajo, tenga percepción de riesgo y cumpla las medidas sanitarias recomendadas, apuntó.
Cabrera resaltó los aportes del Laboratorio Provincial de Entomología Médica con los estudios hechos con exponentes vivos del insecto, que lo convierten en el único centro cubano que, además del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, de La Habana, investiga los vectores transmisores de patologías.
Ello permite probar la eficiencia de productos para el control del Aedes y evitar las enfermedades asociadas a este, tales como el dengue, el Chikungunya y el virus del Zika, subrayó.
Uno de los resultados del laboratorio con notable impacto es la demostración de la eficacia de los contenedores de abate, colocados por los operarios de la campaña antivectorial en los depósitos de agua en las viviendas, comentó.
Esos sencillos artefactos, elaborados con pomos plásticos desechables, contribuyen a que el abate sea más efectivo, al lograr la mortalidad del mosquito al ciento por ciento durante un mes, siempre y cuando el contenedor vaya al fondo del recipiente, detalló.
Grisell Lescay, una de las operarias vinculadas a la Atención Primaria de Salud en el reparto Rajayoga, en esta urbe, refirió que aunque muchos vecinos muestran interés en cuidar la salud, en algunos casos se debe insistir en la permanencia de una persona en el hogar para las fumigaciones programadas.
Si el propietario de la casa por algún motivo no se encuentra, debe preocuparse por dejar a alguien de confianza a su cargo a fin de garantizar el completamiento de la actividad y no comprometer la salud individual y colectiva, insistió Lescay, con 14 años de experiencia en el trabajo antivectorial.
La prevención sigue siendo la principal medida de contención del mosquito y, aunque contamos con un personal altamente calificado, es imprescindible que la población, tanto en las viviendas como en los centros de trabajo, tenga percepción de riesgo y cumpla las medidas sanitarias recomendadas, apuntó.
Cabrera resaltó los aportes del Laboratorio Provincial de Entomología Médica con los estudios hechos con exponentes vivos del insecto, que lo convierten en el único centro cubano que, además del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, de La Habana, investiga los vectores transmisores de patologías.
Ello permite probar la eficiencia de productos para el control del Aedes y evitar las enfermedades asociadas a este, tales como el dengue, el Chikungunya y el virus del Zika, subrayó.
Uno de los resultados del laboratorio con notable impacto es la demostración de la eficacia de los contenedores de abate, colocados por los operarios de la campaña antivectorial en los depósitos de agua en las viviendas, comentó.
Esos sencillos artefactos, elaborados con pomos plásticos desechables, contribuyen a que el abate sea más efectivo, al lograr la mortalidad del mosquito al ciento por ciento durante un mes, siempre y cuando el contenedor vaya al fondo del recipiente, detalló.
Grisell Lescay, una de las operarias vinculadas a la Atención Primaria de Salud en el reparto Rajayoga, en esta urbe, refirió que aunque muchos vecinos muestran interés en cuidar la salud, en algunos casos se debe insistir en la permanencia de una persona en el hogar para las fumigaciones programadas.
Si el propietario de la casa por algún motivo no se encuentra, debe preocuparse por dejar a alguien de confianza a su cargo a fin de garantizar el completamiento de la actividad y no comprometer la salud individual y colectiva, insistió Lescay, con 14 años de experiencia en el trabajo antivectorial.
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