Santiago de Cuba, 14 oct.— En el Memorial Vilma Espin se conservan y protegen más de 360 piezas que pertenecieron a la eterna líder de las federadas cubanas. Gracias al trabajo de los museólogos y la conservadora principal todos estos exponentes se consideran hoy libres de manchas, polvo o rupturas.
En uno de los pasillos de esa casona
colonial se ve desandar a Lisset y quizás ella pudiera confundirse con
una especialista de la salud pública cubana. Y es cierto que tiene
habilidades de recuperar y proteger pero se especializa en conservar
documentos, objetos y prendas antiguas
Cuando la vemos con instrumentos en mano, la mirada se escurre entre la práctica de la limpieza mecánica y en los exámenes se deja ver el nombre de la entonces universitaria Vilma; en los papeles no habitan el polvo ni la acidez y eso se debe a los cuidados de la joven conservadora: “Revisamos con rigor cada pieza, en el caso de los papeles si están amarillos es porque tienen acidez y para eso existe un tratamiento especifico, una agua especial; también se valora el tipo de tinta que tienen, esto es un proceso de mucha visión y cuidado, ”añadió Lisset Mora, Conservadora Principal del Memorial.
En el mismo almacén donde se guardan al menos diez documentos también se observan estantes para vestuario; allí las prendas permanecen de forma horizontal para que las fuerzas físicas no las deterioren, explica Lisset. Las bolsas plásticas intervienen para mantener como en los años primeros las prendas que en ocasiones especiales luciera Vilma Espin. Por eso en las telas no habitan manchas, rasgaduras ni polvo; la conservación es estricta al igual que en las vitrinas, los paneles y los muebles
En una de las vitrinas imponente luce el que fuera su uniforme de miembro del Consejo Nacional de la Defensa y es que todas las piezas lucen con ese brillo en esa casona de más de tres siglos de antigüedad. "Tenemos que ser muy estrictos con el cuidado de las piezas. Gracias a eso hoy confirmamos que todos nuestros exponentes están en perfecto estado” declaró Margiola Sánchez del Campo, Presidenta del Memorial Vilma Espin.
Cuando la vemos con instrumentos en mano, la mirada se escurre entre la práctica de la limpieza mecánica y en los exámenes se deja ver el nombre de la entonces universitaria Vilma; en los papeles no habitan el polvo ni la acidez y eso se debe a los cuidados de la joven conservadora: “Revisamos con rigor cada pieza, en el caso de los papeles si están amarillos es porque tienen acidez y para eso existe un tratamiento especifico, una agua especial; también se valora el tipo de tinta que tienen, esto es un proceso de mucha visión y cuidado, ”añadió Lisset Mora, Conservadora Principal del Memorial.
En el mismo almacén donde se guardan al menos diez documentos también se observan estantes para vestuario; allí las prendas permanecen de forma horizontal para que las fuerzas físicas no las deterioren, explica Lisset. Las bolsas plásticas intervienen para mantener como en los años primeros las prendas que en ocasiones especiales luciera Vilma Espin. Por eso en las telas no habitan manchas, rasgaduras ni polvo; la conservación es estricta al igual que en las vitrinas, los paneles y los muebles
En una de las vitrinas imponente luce el que fuera su uniforme de miembro del Consejo Nacional de la Defensa y es que todas las piezas lucen con ese brillo en esa casona de más de tres siglos de antigüedad. "Tenemos que ser muy estrictos con el cuidado de las piezas. Gracias a eso hoy confirmamos que todos nuestros exponentes están en perfecto estado” declaró Margiola Sánchez del Campo, Presidenta del Memorial Vilma Espin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario