Santiago de Cuba, 10 sep.— Un nuevo grupo de paneles solares generará mensualmente 15 megawatt/hora para el consumo del Hospital General Juan Bruno Zayas, de la ciudad de Santiago de Cuba, a partir del próximo día 27, lo que aportará al ahorro de portadores energéticos.
Este constituirá el más importante
parque fotovoltaico del país ubicado en la cubierta de una institución
estatal, y beneficiará la red eléctrica de esta unidad asistencial que
brinda servicio a pacientes de toda la provincia santiaguera.
Mariano Gómez Rivera, especialista del Proyecto de Sostenibilidad Ambiental en el Oriente Cubano, explicó a la ACN que si bien el consumo del “Juan Bruno Zayas” sobrepasa los 700 megawatt/hora diariamente, los paneles solares representarán un considerable ahorro de energía.
María Eugenia García Céspedes, su vicedirectora Docente y de Investigación, dijo que la institución se destaca no solo por la calidad de sus servicios, sino también por la introducción de los resultados de la ciencia en beneficio de la salud.
No es la primera vez que se aplican energías renovables, pues ya se ha instalado un sistema de calentamiento del agua, con el que se ahorran 15 megawatt/hora al año, o sea alrededor de 11 toneladas de fuel oil, agregó la especialista.
Según encuestas, este servicio produce satisfacción en el 93 por ciento de los pacientes, con solo el 17 por ciento de opiniones negativas, por lo que esperamos que los nuevos paneles solares tengan iguales o mejores resultados, expresó.
El funcionamiento de los paneles solares ha sido posible por la colaboración de la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (Cubasolar) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Su puesta en marcha ocurrirá el próximo día 27, en coincidencia con la apertura del evento internacional de cogeneración con sistema fotovoltaico, organizado por Cubasolar.
En Santiago de Cuba se generan importantes proyectos en el uso de la energía solar en la zona de Ocujal del Turquino, en el municipio de Guamá, y en el poblado de Santa María del Loreto, en Songo-La Maya, que benefician a varias instalaciones sociales y a familias.
Este tipo de tecnología no solo tiene un impacto social y económico directo sino ambiental, porque se dejan de emitir a la atmósfera gases como dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre.
Mariano Gómez Rivera, especialista del Proyecto de Sostenibilidad Ambiental en el Oriente Cubano, explicó a la ACN que si bien el consumo del “Juan Bruno Zayas” sobrepasa los 700 megawatt/hora diariamente, los paneles solares representarán un considerable ahorro de energía.
María Eugenia García Céspedes, su vicedirectora Docente y de Investigación, dijo que la institución se destaca no solo por la calidad de sus servicios, sino también por la introducción de los resultados de la ciencia en beneficio de la salud.
No es la primera vez que se aplican energías renovables, pues ya se ha instalado un sistema de calentamiento del agua, con el que se ahorran 15 megawatt/hora al año, o sea alrededor de 11 toneladas de fuel oil, agregó la especialista.
Según encuestas, este servicio produce satisfacción en el 93 por ciento de los pacientes, con solo el 17 por ciento de opiniones negativas, por lo que esperamos que los nuevos paneles solares tengan iguales o mejores resultados, expresó.
El funcionamiento de los paneles solares ha sido posible por la colaboración de la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (Cubasolar) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Su puesta en marcha ocurrirá el próximo día 27, en coincidencia con la apertura del evento internacional de cogeneración con sistema fotovoltaico, organizado por Cubasolar.
En Santiago de Cuba se generan importantes proyectos en el uso de la energía solar en la zona de Ocujal del Turquino, en el municipio de Guamá, y en el poblado de Santa María del Loreto, en Songo-La Maya, que benefician a varias instalaciones sociales y a familias.
Este tipo de tecnología no solo tiene un impacto social y económico directo sino ambiental, porque se dejan de emitir a la atmósfera gases como dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre.
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