Por Claudia González Catalán
Santiago de Cuba, 10 may.— El paisaje santiaguero se salpica de lluvia en los últimos días. Las precipitaciones han superado el promedio histórico en varios municipios.
Santiago de Cuba, 10 may.— El paisaje santiaguero se salpica de lluvia en los últimos días. Las precipitaciones han superado el promedio histórico en varios municipios.
Sin embargo en esta fecha del año, son
cifras muy bajas que no representan un acumulado significativo para los
embalses santiagueros, diariamente monitoreados.
Hoy la provincia sólo alcanza el 27% de su capacidad total. Santiago de Cuba es el municipio más afectado por la sequía en relación con su densidad poblacional y el estado de sus embalses a sólo 15% de su capacidad. Aunque también Palma Soriano, presenta un déficit en el embalse Hatillo.
Al monitoreo constante de las fuentes de abasto y el acopio desde el sistema Quintero al sistema Parada, ya agotado, se suman otras medidas.
Entre las más relevantes se citan la inversión en el sistema de trasvase Mogote 2 y Gota Blanca-la Clarita que hoy ya garantizan la entrega estable de 1300 litros por segundo al sistema de acueductos Quintero.
Otra medida significativa es la construcción de una desalinizadora en la zona de Boca de Cabañas. Esta inversión permitirá entregar al acueducto del sistema Parada, cuya presa está agotada, 50 litros por segundo y permitirá continuar la entrega a la población desde este sistema.
Igualmente nuevos proyectos como la construcción de un sistema independiente a partir de una nueva presa en el río Baconao, aliviarían la situación de la ciudad cabecera cuyos ciclos de entrega de agua oscilan entre 8 y 20 días.
Aunque las cifras ofrecidas por el Instituto de Meteorología de la República de Cuba al finalizar marzo no ubican a Santiago de Cuba entre las provincias con mayores afectaciones, el ahorro se impone. Mientras se espera que estas lluvias de mayo sean sólo el preludio de tiempos menos secos para Santiago de Cuba.
Hoy la provincia sólo alcanza el 27% de su capacidad total. Santiago de Cuba es el municipio más afectado por la sequía en relación con su densidad poblacional y el estado de sus embalses a sólo 15% de su capacidad. Aunque también Palma Soriano, presenta un déficit en el embalse Hatillo.
Al monitoreo constante de las fuentes de abasto y el acopio desde el sistema Quintero al sistema Parada, ya agotado, se suman otras medidas.
Entre las más relevantes se citan la inversión en el sistema de trasvase Mogote 2 y Gota Blanca-la Clarita que hoy ya garantizan la entrega estable de 1300 litros por segundo al sistema de acueductos Quintero.
Otra medida significativa es la construcción de una desalinizadora en la zona de Boca de Cabañas. Esta inversión permitirá entregar al acueducto del sistema Parada, cuya presa está agotada, 50 litros por segundo y permitirá continuar la entrega a la población desde este sistema.
Igualmente nuevos proyectos como la construcción de un sistema independiente a partir de una nueva presa en el río Baconao, aliviarían la situación de la ciudad cabecera cuyos ciclos de entrega de agua oscilan entre 8 y 20 días.
Aunque las cifras ofrecidas por el Instituto de Meteorología de la República de Cuba al finalizar marzo no ubican a Santiago de Cuba entre las provincias con mayores afectaciones, el ahorro se impone. Mientras se espera que estas lluvias de mayo sean sólo el preludio de tiempos menos secos para Santiago de Cuba.
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