Por José Raúl Castillo Argüelles
Santiago de Cuba, 7 abr.— Una buena apertura del veloz derecho Vladimir García y eficaz labor de completamiento del refuerzo antiaguero Alberto Bisset y del cerrador Yunier Cano mostraron la capacidad de contención del pitcheo avileño en la jornada de apertura de la gran final de la 55 Serie Nacional de beisbol al limitar el gasto ofensivo de los Vegueros de Pinar del Río a ocho diseminados imparables y cuatro carreras inmerecidas,todas a la cuenta de Vladimir García y resultado de un error en fildeo del patrullero central Guillermo Avilés en el cuarto episodio; labor monticular que tuvo oportuno respaldo de la artillería de los Tigres, productora de una decena de cohetes y de nueve carreras que propiciaron el margen ventajoso que desembocó en la victoria lograda anoche por los actuales campeones nacionales.
Santiago de Cuba, 7 abr.— Una buena apertura del veloz derecho Vladimir García y eficaz labor de completamiento del refuerzo antiaguero Alberto Bisset y del cerrador Yunier Cano mostraron la capacidad de contención del pitcheo avileño en la jornada de apertura de la gran final de la 55 Serie Nacional de beisbol al limitar el gasto ofensivo de los Vegueros de Pinar del Río a ocho diseminados imparables y cuatro carreras inmerecidas,todas a la cuenta de Vladimir García y resultado de un error en fildeo del patrullero central Guillermo Avilés en el cuarto episodio; labor monticular que tuvo oportuno respaldo de la artillería de los Tigres, productora de una decena de cohetes y de nueve carreras que propiciaron el margen ventajoso que desembocó en la victoria lograda anoche por los actuales campeones nacionales.
Las huestes avileñas inauguraron la pizarra en la misma primera entrada aprovechando un mala salida del zurdo Wilber Pérez, quien saltó del montículo con apenas un out logrado y con tres corredores dejados en circulación, uno por sencillo (José Adolis) y dos por boletos (Borroto y Borrero). El relevista Yoandy Cruz no hizo sino complicar las cosas pues transfirió al hombre que enfrentó y provocó carrera forzada.
Con los ángulos aún congestionados llegó en misión de apagafuegos Yaifredo Domínguez pero este también trajo consigo problemas en el colimador y con un boleto y un wild pitch provocó otras dos anotaciones que completaron el racimo inicial.
Un entrada después la tropa de casa desató nuevas alegrías en el graderío del José Ramón Cepero al aumentar su ventaja con otras tres carreras, dos de ellas remolcadas por Borrero con sencillo que encontró en circulación a tres corredores (dos por indiscutibles y uno por boleto) y la otra por fly de sacrificio de Yeniet Pérez.
Pinar del Río logró estrechar el margen con el ya referido racimo de cuatro carreras en la parte alta del cuarto episodio, gracias a una costosa pifia defensiva de Guillermo Avilés en la pradera central en momentos en que había tres hombres en las almohadillas (dos por bases por bolas y uno por jit). Como dice un conocido axioma beisbolero: detrás del error viene el jit; eso fue justamente lo que hizo Michael González para remolcar la cuarta carrera del capítulo.
Nada más pudieron hacer los Vegueros en el resto del partido frente al pìtcheo local al tiempo que la tropa de Roger Machado tomó distancia definitiva con una anotación en la parte baja del cuarto episodio (doblete impulsor de Yeniet Pérez) y dos últimas a modo de puntillazo en el cierre del séptimo (sencillo de Osvaldo Vázquez y fly de sacrificio de Raúl González).
El triunfo para Vladimir García (13-3) y el fracaso para Wilber Pérez (11-6).
Yeniet Pérez (3-1, un doblete y tres impulsadas) y Ariel Borrero (3-1, dos impulsadas y una anotada) fueron los artilleros más oportunos en el bando ganador.
Pinar del Río por el empate y Ciego de Ávila por aumentar sus dividendos en casa.
Hoy en ese mismo escenario y a la misma hora (7.15 p.m.) tendrá lugar el segundo juego de la porfía y los abridores anunciados son los diestros Vladimir Baños por los Vegueros y Lázaro Blanco por los Tigres.
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