Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 15 mar.— Transcurridos 7 años de haberse iniciado el proceso de entrega de tierras, a través de los Decretos Ley 259 y 300, se aprecia que se ha sido lento en la recuperación de las áreas para alcanzar el impacto que todos esperan en el incremento de los niveles productivos y acopio.
Santiago de Cuba, 15 mar.— Transcurridos 7 años de haberse iniciado el proceso de entrega de tierras, a través de los Decretos Ley 259 y 300, se aprecia que se ha sido lento en la recuperación de las áreas para alcanzar el impacto que todos esperan en el incremento de los niveles productivos y acopio.
A esa necesaria reflexión hay que añadir
las manifestaciones de ilegalidades que han provocado que haya
necesidad de rescindir contratos a un grupo de personas.
Por los antecedentes mencionados se realizó un diagnóstico al total de fincas entregadas en usufructo por los anteriores Decretos Ley a fin de conocer en la práctica la situación real y comunicar los usufructuarios la necesidad de acelerar el uso de la tierra.
Para ello, como es lógico, se demanda a partir de ahora incrementar las siembras, los rendimientos, las producciones y los acopios de éstas para elevar la oferta y variedad de productos a la población.
Hay que significar que desde el año 2008 se han entregado en usufructo en la provincia unas 111 mil 868 hectáreas a 16 mil 583 usufructuarios. De ellos, más del 98 por ciento son personas naturales, distribuidas por las diferentes líneas de producciones fundamentales.
El diagnóstico sacó a la luz que las fincas en usufructo están muy lejos de alcanzar su potencial productivo. Ello es un reflejo de las más de 4 mil violaciones detectadas que impiden avanzar al paso que demandan los tiempos actuales.
Como parte del seguimiento que se realiza al proceso siguen activados todos los puestos de dirección y el muestreo por parte de las delegaciones municipales al trabajo realizado, lo que ha permitido dar solución a los 805 usufructuarios sin contratos.
A modo de conclusión el proceso demostró la disposición de los usufructuarios en sembrar más y venderle sus producciones al estado a precios razonables.
También dejó como tareas inmediatas poner en plenitud de explotación los recursos, la maquinaria, los pelotones de preparación de tierra y el transporte para la comercialización de la ruta de montaña.
Para los usufructuarios santiagueros no queda otra alternativa que dar un giro de 360 grados a las cuestiones medulares señaladas en el Diagnóstico para hacer valederas la idea sobre la entrega de tierras estatales ociosas con la finalidad de producir más alimentos para el pueblo.
Por los antecedentes mencionados se realizó un diagnóstico al total de fincas entregadas en usufructo por los anteriores Decretos Ley a fin de conocer en la práctica la situación real y comunicar los usufructuarios la necesidad de acelerar el uso de la tierra.
Para ello, como es lógico, se demanda a partir de ahora incrementar las siembras, los rendimientos, las producciones y los acopios de éstas para elevar la oferta y variedad de productos a la población.
Hay que significar que desde el año 2008 se han entregado en usufructo en la provincia unas 111 mil 868 hectáreas a 16 mil 583 usufructuarios. De ellos, más del 98 por ciento son personas naturales, distribuidas por las diferentes líneas de producciones fundamentales.
El diagnóstico sacó a la luz que las fincas en usufructo están muy lejos de alcanzar su potencial productivo. Ello es un reflejo de las más de 4 mil violaciones detectadas que impiden avanzar al paso que demandan los tiempos actuales.
Como parte del seguimiento que se realiza al proceso siguen activados todos los puestos de dirección y el muestreo por parte de las delegaciones municipales al trabajo realizado, lo que ha permitido dar solución a los 805 usufructuarios sin contratos.
A modo de conclusión el proceso demostró la disposición de los usufructuarios en sembrar más y venderle sus producciones al estado a precios razonables.
También dejó como tareas inmediatas poner en plenitud de explotación los recursos, la maquinaria, los pelotones de preparación de tierra y el transporte para la comercialización de la ruta de montaña.
Para los usufructuarios santiagueros no queda otra alternativa que dar un giro de 360 grados a las cuestiones medulares señaladas en el Diagnóstico para hacer valederas la idea sobre la entrega de tierras estatales ociosas con la finalidad de producir más alimentos para el pueblo.
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