Por Miralis Despaigne Pineda
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 26 feb.— Las habilidades artísticas de Ángel Manuel, un niño palmero, hacen que de sus manos y del juego infantil con la masilla se lleguen a crear, lo que sin dudas son obras de arte.
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 26 feb.— Las habilidades artísticas de Ángel Manuel, un niño palmero, hacen que de sus manos y del juego infantil con la masilla se lleguen a crear, lo que sin dudas son obras de arte.
“Comencé jugando en el circulo infantil
como todos mis amiguitos con la masilla, pero trataba de hacer animales
que veía en los libros y la televisión creía yo que lo hacía como los
demás pero, siempre en la casa y la escuela me elogiaban cada figura”
así relata con algo de timidez el pequeño de tez clara y pelo rizo que
no deja de mover sus manos.
Además explica: “mi mamá viendo que cada vez crecía la perfección de lo que hacía, lo enseñó a sus compañeros y todos quedaron asombrados, ellos me querían ver hacerlas. Dicen que parecían echas con un molde”.
Así pasó el tiempo y todos sus familiares colaboraron en buscar para él muchas masillas de colores y las habilidades en sus manos aumentaron sin mediar enseñanza especializada en arte plástica.
Hoy con 11 años de edad, Ángel Manuel, pionero de sexto grado de escuela Paquito Borrero Lavadi, todavía da forma a la masilla muy ágil y con resultados asombrosos. Con mucha firmeza define lo que quiere: “sueño con ser escultor”.
Sin dudas el talento se impone y no faltará el artista.Además explica: “mi mamá viendo que cada vez crecía la perfección de lo que hacía, lo enseñó a sus compañeros y todos quedaron asombrados, ellos me querían ver hacerlas. Dicen que parecían echas con un molde”.
Así pasó el tiempo y todos sus familiares colaboraron en buscar para él muchas masillas de colores y las habilidades en sus manos aumentaron sin mediar enseñanza especializada en arte plástica.
Hoy con 11 años de edad, Ángel Manuel, pionero de sexto grado de escuela Paquito Borrero Lavadi, todavía da forma a la masilla muy ágil y con resultados asombrosos. Con mucha firmeza define lo que quiere: “sueño con ser escultor”.
Por Miralis Despaigne Pineda
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 26 feb.— Las habilidades artísticas de Ángel Manuel, un niño palmero, hacen que de sus manos y del juego infantil con la masilla se lleguen a crear, lo que sin dudas son obras de arte.
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 26 feb.— Las habilidades artísticas de Ángel Manuel, un niño palmero, hacen que de sus manos y del juego infantil con la masilla se lleguen a crear, lo que sin dudas son obras de arte.
“Comencé jugando en el circulo infantil
como todos mis amiguitos con la masilla, pero trataba de hacer animales
que veía en los libros y la televisión creía yo que lo hacía como los
demás pero, siempre en la casa y la escuela me elogiaban cada figura”
así relata con algo de timidez el pequeño de tez clara y pelo rizo que
no deja de mover sus manos.
Además explica: “mi mamá viendo que cada vez crecía la perfección de lo que hacía, lo enseñó a sus compañeros y todos quedaron asombrados, ellos me querían ver hacerlas. Dicen que parecían echas con un molde”.
Así pasó el tiempo y todos sus familiares colaboraron en buscar para él muchas masillas de colores y las habilidades en sus manos aumentaron sin mediar enseñanza especializada en arte plástica.
Hoy con 11 años de edad, Ángel Manuel, pionero de sexto grado de escuela Paquito Borrero Lavadi, todavía da forma a la masilla muy ágil y con resultados asombrosos. Con mucha firmeza define lo que quiere: “sueño con ser escultor”.
Sin dudas el talento se impone y no faltará el artista.
Además explica: “mi mamá viendo que cada vez crecía la perfección de lo que hacía, lo enseñó a sus compañeros y todos quedaron asombrados, ellos me querían ver hacerlas. Dicen que parecían echas con un molde”.
Así pasó el tiempo y todos sus familiares colaboraron en buscar para él muchas masillas de colores y las habilidades en sus manos aumentaron sin mediar enseñanza especializada en arte plástica.
Hoy con 11 años de edad, Ángel Manuel, pionero de sexto grado de escuela Paquito Borrero Lavadi, todavía da forma a la masilla muy ágil y con resultados asombrosos. Con mucha firmeza define lo que quiere: “sueño con ser escultor”.
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