Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 15 feb.— Miren que vengo oyendo esa frase, pero lo más bonito de todo es que la seguiremos escuchando, pues mientras no se logren sostenidos incrementos de la producción de alimentos esa vieja ecuación matemática seguirá haciendo de las suyas.
Santiago de Cuba, 15 feb.— Miren que vengo oyendo esa frase, pero lo más bonito de todo es que la seguiremos escuchando, pues mientras no se logren sostenidos incrementos de la producción de alimentos esa vieja ecuación matemática seguirá haciendo de las suyas.
Precisamente, en la última plenaria
provincial del Ministerio de la Agricultura se debatió una vez más el
problema que tanto afecta a la población cubana. Allí como se esperaba
se convocó a dar el salto productivo que contribuya a disminuir los
precios de las producciones agropecuarias.
Al calor de las intervenciones, recordé un breve dialogo con algunos vendedores instalados en los kioscos que se habilitaron entre Contramaestre y Santiago de Cuba. Al indagar sobre los precios de las frutas me contestaron a una sola voz, que los productos han subido y que había que buscarlos bien distantes.
Lo que venía detrás era de esperar. Todos coincidieron en que había que subirle los precios, porque entonces no ganarían nada. Imagínense, unas pocas mandarinas sueltas costaban 20 pesos, la pina, guanábana, zapote, por solo mencionar algunas no estaban al alcance de la gente.
Como se puede entender esa situación… La respuesta es totalmente simple y sencilla, la Empresa de Acopio no sube a las montañas o se le dificulta ir hasta donde están los productores.
Otra cosa que se confabula es la acción eficiente de los vendedores –intermediarios- quienes hacen malabares para agenciarse esas producciones para vivir a costa de la población.
Se también que los vendedores con antemano entran en muchas ocasiones en arreglos con los productores y le compran las producciones que están por acopiarse. Creo que pueden estar de acuerdo conmigo que es muy lamentable esta situación.
Por eso, ocuparon un buen tiempo las intervenciones relacionadas con la contratación y comercialización. Alguien se paró y comentó que si se contrala la producción y acopio cumple su rol, entonces serán más asequibles para todos.
Bueno, de momento enero empezó bien al decir del delegado de la Agricultura en el territorio, William Hernández Morales, que en ese mes la contratación se comportó al 122 por ciento.
Ojala que la tendencia de llegar a cada productor continúe en ascenso para que todas las producciones puedan ser acopiadas y que el pueblo se sienta protegido con precios mucho más razonables para que la caja pueda cuadrar con el billete.
Al calor de las intervenciones, recordé un breve dialogo con algunos vendedores instalados en los kioscos que se habilitaron entre Contramaestre y Santiago de Cuba. Al indagar sobre los precios de las frutas me contestaron a una sola voz, que los productos han subido y que había que buscarlos bien distantes.
Lo que venía detrás era de esperar. Todos coincidieron en que había que subirle los precios, porque entonces no ganarían nada. Imagínense, unas pocas mandarinas sueltas costaban 20 pesos, la pina, guanábana, zapote, por solo mencionar algunas no estaban al alcance de la gente.
Como se puede entender esa situación… La respuesta es totalmente simple y sencilla, la Empresa de Acopio no sube a las montañas o se le dificulta ir hasta donde están los productores.
Otra cosa que se confabula es la acción eficiente de los vendedores –intermediarios- quienes hacen malabares para agenciarse esas producciones para vivir a costa de la población.
Se también que los vendedores con antemano entran en muchas ocasiones en arreglos con los productores y le compran las producciones que están por acopiarse. Creo que pueden estar de acuerdo conmigo que es muy lamentable esta situación.
Por eso, ocuparon un buen tiempo las intervenciones relacionadas con la contratación y comercialización. Alguien se paró y comentó que si se contrala la producción y acopio cumple su rol, entonces serán más asequibles para todos.
Bueno, de momento enero empezó bien al decir del delegado de la Agricultura en el territorio, William Hernández Morales, que en ese mes la contratación se comportó al 122 por ciento.
Ojala que la tendencia de llegar a cada productor continúe en ascenso para que todas las producciones puedan ser acopiadas y que el pueblo se sienta protegido con precios mucho más razonables para que la caja pueda cuadrar con el billete.
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