Por Martha Cabrales Arias
Santiago de Cuba, 22 ene.— A las 3:12, hora local de la tarde de ayer, cuando la lluvia comenzaba su gotear indeciso sobre esta ciudad, ocurría el temblor perceptible 27 de la anómala serie sísmica iniciada en las primeras horas del domingo último.
Santiago de Cuba, 22 ene.— A las 3:12, hora local de la tarde de ayer, cuando la lluvia comenzaba su gotear indeciso sobre esta ciudad, ocurría el temblor perceptible 27 de la anómala serie sísmica iniciada en las primeras horas del domingo último.
Aunque ya está claro para muchos, y los
científicos del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais)
no se cansan de repetirlo, que no hay relación alguna entre ambas
coyunturas naturales, una atmosférica y la otra geodinámica, la mera
coincidencia colorea una circunstancia muy particular.
Como ya los eventos sentidos por la población son más espaciados y sus magnitudes están por debajo de 4.5 grados en la escala de Richter como promedio, a la altura de estos cinco días de constante zozobra los habitantes de la ciudad comienzan a tomárselo con un poco más "de espíritu deportivo".
Sin dejar de preocuparse y ocuparse por la situación, ya se escucha a quienes dicen que "desean" que acabe de llegar ese terremoto fuerte tan temido pero que los mantiene en ascuas desde los dos primeros, experimentados a la 1:37 am y 1:48 am, respectivamente, de la noche dominical.
Lo cierto es que han disminuido los sismos y estos dos más recientes, incluido el antes de anoche a las 10:10 hora local, con igual magnitud, se han hecho sentir también en localidades de las provincias orientales de Guantánamo, Granma y Holguín.
No obstante, esta urbe sigue siendo la más castigada por el anómalo comportamiento telúrico y cada nueva sacudida se convierte en una noticia veloz que corre de boca en boca, gracias fundamentalmente a la eficaz coordinación entre las emisoras locales de radio y el Cenais.
Así, minutos después de suceder el temblor y cuando aún no ha llegado por correo electrónico el último boletín informativo de la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional, ya las personas tienen los detalles precisos de la hora, la magnitud, la profundidad y los reportes de perceptibilidad.
De esa manera, quienes no se han enterado del último movimiento porque sencillamente no lo sintieron, enseguida se ponen al tanto, gracias a llamadas telefónicas o a la interacción directa de vecinos, compañeros de trabajo o familiares.
Si en las tardes del martes y el miércoles últimos, programas informativos especiales del telecentro Tele Turquino abordaron, con autoridades de la provincia y los sismólogos la situación con los terremotos, la de este jueves se dedica a la situación hídrica del territorio con directivos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Ya suman más de 700 en total los terremotos y la vida continúa, con el intento de acabar de voltear esta página de sobresaltos, a la cual le cae la lluvia como un bálsamo porque también de sequía severa quisieran acabar de regresar los santiagueros.
Como ya los eventos sentidos por la población son más espaciados y sus magnitudes están por debajo de 4.5 grados en la escala de Richter como promedio, a la altura de estos cinco días de constante zozobra los habitantes de la ciudad comienzan a tomárselo con un poco más "de espíritu deportivo".
Sin dejar de preocuparse y ocuparse por la situación, ya se escucha a quienes dicen que "desean" que acabe de llegar ese terremoto fuerte tan temido pero que los mantiene en ascuas desde los dos primeros, experimentados a la 1:37 am y 1:48 am, respectivamente, de la noche dominical.
Lo cierto es que han disminuido los sismos y estos dos más recientes, incluido el antes de anoche a las 10:10 hora local, con igual magnitud, se han hecho sentir también en localidades de las provincias orientales de Guantánamo, Granma y Holguín.
No obstante, esta urbe sigue siendo la más castigada por el anómalo comportamiento telúrico y cada nueva sacudida se convierte en una noticia veloz que corre de boca en boca, gracias fundamentalmente a la eficaz coordinación entre las emisoras locales de radio y el Cenais.
Así, minutos después de suceder el temblor y cuando aún no ha llegado por correo electrónico el último boletín informativo de la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional, ya las personas tienen los detalles precisos de la hora, la magnitud, la profundidad y los reportes de perceptibilidad.
De esa manera, quienes no se han enterado del último movimiento porque sencillamente no lo sintieron, enseguida se ponen al tanto, gracias a llamadas telefónicas o a la interacción directa de vecinos, compañeros de trabajo o familiares.
Si en las tardes del martes y el miércoles últimos, programas informativos especiales del telecentro Tele Turquino abordaron, con autoridades de la provincia y los sismólogos la situación con los terremotos, la de este jueves se dedica a la situación hídrica del territorio con directivos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Ya suman más de 700 en total los terremotos y la vida continúa, con el intento de acabar de voltear esta página de sobresaltos, a la cual le cae la lluvia como un bálsamo porque también de sequía severa quisieran acabar de regresar los santiagueros.
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