Por Armando Fernández Martí
El 25 de enero de 1945, hace hoy 71 años, nació en Sagua La Grande, entonces provincia de Las Villas, Manuel Ascunce Domenech, quien desde muy pequeño se trasladó con la familia para la capital, residiendo en la barriada de Luyanó, conde realizó estudios hasta la adolescencia.
El 25 de enero de 1945, hace hoy 71 años, nació en Sagua La Grande, entonces provincia de Las Villas, Manuel Ascunce Domenech, quien desde muy pequeño se trasladó con la familia para la capital, residiendo en la barriada de Luyanó, conde realizó estudios hasta la adolescencia.
Al llamado de la revolución para la Gran
Campaña Nacional de la Alfabetización, en los eses iniciales de 1961,
Manuel Ascunce con apenas 16 años fue uno de los jóvenes que se
comprometieron con la Brigada Conrado Benítez, contando para ello con la
aprobación de sus padres revolucionarios, que consideraban que ese era
un deber al cual el muchacho no podía faltar.
Tras cumplir con el entrenamiento que recibieron los brigadistas para la labor a realizar, Ascunce Domenech, con su mochila, farol y cartillas para alfabetizar, fue ubicado en la comarca de Limones Cantero, situada a poco más de 20 kilómetros de la ciudad de Trinidad, en la actual provincia de Sancti Spíritus.
En agosto de 1961, Manuel fue ubicado en la casa de Juan Fernández y Teresa Rojas, conocidos por los Colinas, donde muy pronto lo consideraron como el séptimo hijo de aquella humilde familia campesina, a la cual no solo enseñó sino que colaboró en las labores del campo que fuesen necesarias.
Posteriormente, Ascunce fue ubicado en la casa de Joseito Rodríguez, la cual se encontraba a orillas del camino por lo que consideró cambiar de sitio con la maestra voluntaria que vivía en casa de los Lantigua, en la finca Palmarito, lugar mucho más intrincado y peligroso para la joven educadora.
En casa de Pedro Lantigua y su esposa Mariana Viña, Ascunce pasó también a formar parte de la familia, convirtiéndose en un hijo más para el matrimonio hasta que en la noche del 26 de noviembre de 1961, ya casi en las postrimerías de la campaña alfabetizadora, el muchacho junto con el dueño de la casa fueron asesinados por una banda de alzados al servicio de la CIA, hecho que conmocionó a toda la nación.
Desde entonces el nombre del joven brigadista está presente en miles de educadores cubanos que se formaron integrando el Destacamento Manuel Ascunce Domenech, quienes con su labor de enseñar día a día a nuestros niños y jóvenes, rinden el mejor homenaje a ese adolescente devenido en maestro que hoy 25 de enero cumple 71 años de edad porque de él siempre habrá que hablar en presente.
Tras cumplir con el entrenamiento que recibieron los brigadistas para la labor a realizar, Ascunce Domenech, con su mochila, farol y cartillas para alfabetizar, fue ubicado en la comarca de Limones Cantero, situada a poco más de 20 kilómetros de la ciudad de Trinidad, en la actual provincia de Sancti Spíritus.
En agosto de 1961, Manuel fue ubicado en la casa de Juan Fernández y Teresa Rojas, conocidos por los Colinas, donde muy pronto lo consideraron como el séptimo hijo de aquella humilde familia campesina, a la cual no solo enseñó sino que colaboró en las labores del campo que fuesen necesarias.
Posteriormente, Ascunce fue ubicado en la casa de Joseito Rodríguez, la cual se encontraba a orillas del camino por lo que consideró cambiar de sitio con la maestra voluntaria que vivía en casa de los Lantigua, en la finca Palmarito, lugar mucho más intrincado y peligroso para la joven educadora.
En casa de Pedro Lantigua y su esposa Mariana Viña, Ascunce pasó también a formar parte de la familia, convirtiéndose en un hijo más para el matrimonio hasta que en la noche del 26 de noviembre de 1961, ya casi en las postrimerías de la campaña alfabetizadora, el muchacho junto con el dueño de la casa fueron asesinados por una banda de alzados al servicio de la CIA, hecho que conmocionó a toda la nación.
Desde entonces el nombre del joven brigadista está presente en miles de educadores cubanos que se formaron integrando el Destacamento Manuel Ascunce Domenech, quienes con su labor de enseñar día a día a nuestros niños y jóvenes, rinden el mejor homenaje a ese adolescente devenido en maestro que hoy 25 de enero cumple 71 años de edad porque de él siempre habrá que hablar en presente.
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