Por Bárbara Aroche Cuadro
Santiago de Cuba, 7 oct.— En Santiago de Cuba como en cualquier lugar del país existen proyecciones desde disímiles organizaciones para contribuir a la formación de valores sobre todo en los más jóvenes o inexpertos por la edad. Para eso es necesario trabajar con responsabilidad en lo que al tema se refiere.
Santiago de Cuba, 7 oct.— En Santiago de Cuba como en cualquier lugar del país existen proyecciones desde disímiles organizaciones para contribuir a la formación de valores sobre todo en los más jóvenes o inexpertos por la edad. Para eso es necesario trabajar con responsabilidad en lo que al tema se refiere.
Desde la célula fundamental de la
sociedad, es decir, la familia, es importante asumir la gestión de la
contribución que se puede y debe hacer puesto que esta, es el eslabón
primario de la sociedad y por tanto aquí va existir un impacto directo
sobre la educación del joven.
Otro eslabón importante para la formación de los valores lo constituyen los diferentes centros y niveles de la enseñanza cubana. En tal sentido el personal docente debe de lograr un impacto en el tema elevando la calidad y el rigor del proceso docente educativo.
Desde el trabajo comunitario que se desarrolla en los barrios tienen las organizaciones de masas como la Federación de Mujeres Cubanas y los Comités de Defensa de la Revolución también su espacio para influir en los jóvenes.
Con el objetivo de fortalecer culturalmente a los niños, niñas y jóvenes desde estas contribuciones aportadas por la familia, la escuela y el personal docente así como las organizaciones de masas se logrará afianzar la defensa de la identidad nacional, la conservación del patrimonio cultural y la capacidad para apreciar los logros que la sociedad cubana ha alcanzado en estos últimos años, lo que constituye una vía de satisfacer necesidades espirituales y afianzar los valores sociales.
Ante las indisciplinas sociales, que hoy son frecuentes, es necesario contar con individuos con una formación integral para que se proyecten en la sociedad cubana de manera que sean fieles cuidadores del medio donde han recibido la educación e instrucción que hoy poseen. Así podrán legar a las nuevas generaciones un medio favorable para el desarrollo de su personalidad de forma integral.
Por todo ello, no me parecería pertinente tratar el tema como rescate de los valores, pues no se trata de salvar valores, debido a que los mismos subyacen en cada uno de nosotros. Démosle la oportunidad entonces de asumir actitudes responsables.
Otro eslabón importante para la formación de los valores lo constituyen los diferentes centros y niveles de la enseñanza cubana. En tal sentido el personal docente debe de lograr un impacto en el tema elevando la calidad y el rigor del proceso docente educativo.
Desde el trabajo comunitario que se desarrolla en los barrios tienen las organizaciones de masas como la Federación de Mujeres Cubanas y los Comités de Defensa de la Revolución también su espacio para influir en los jóvenes.
Con el objetivo de fortalecer culturalmente a los niños, niñas y jóvenes desde estas contribuciones aportadas por la familia, la escuela y el personal docente así como las organizaciones de masas se logrará afianzar la defensa de la identidad nacional, la conservación del patrimonio cultural y la capacidad para apreciar los logros que la sociedad cubana ha alcanzado en estos últimos años, lo que constituye una vía de satisfacer necesidades espirituales y afianzar los valores sociales.
Ante las indisciplinas sociales, que hoy son frecuentes, es necesario contar con individuos con una formación integral para que se proyecten en la sociedad cubana de manera que sean fieles cuidadores del medio donde han recibido la educación e instrucción que hoy poseen. Así podrán legar a las nuevas generaciones un medio favorable para el desarrollo de su personalidad de forma integral.
Por todo ello, no me parecería pertinente tratar el tema como rescate de los valores, pues no se trata de salvar valores, debido a que los mismos subyacen en cada uno de nosotros. Démosle la oportunidad entonces de asumir actitudes responsables.
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