Texto y Fotos Israel Hernández Planas
Santiago de Cuba, 20 sep.— Continúa la alarma en Santiago de Cuba por la ausencia de las lluvias. El periodo lluvioso culminará en noviembre y aún no llega un evento natural que anegue nuestros embalses. Las presas sólo aseguran un menguado 27,7 por ciento de todo el volumen que se puede acopiar en la provincia.
Santiago de Cuba, 20 sep.— Continúa la alarma en Santiago de Cuba por la ausencia de las lluvias. El periodo lluvioso culminará en noviembre y aún no llega un evento natural que anegue nuestros embalses. Las presas sólo aseguran un menguado 27,7 por ciento de todo el volumen que se puede acopiar en la provincia.
Tal situación ha hecho que los
especialistas de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico en Santiago de
Cuba reduzcan el gasto de entrega de las presas a la ciudad. De 2,3
metros cúbicos que por segundo sólo entra 1,3 metros cúbicos. De ahí que
cual efecto dominó los ciclos de distribución se disparen y sea menos
el tiempo de servicio de entrega de agua en los hogares.
Sin embargo y pese a la negativa de la lluvia a caer el Estado cubano y los especialistas de Recursos Hidráulicos ya materializan algunos proyectos que quedaban como medidas de reserva pero la naturaleza ha impulsado a su materialización.
La lógica básica indica que entre menos llueva y más consumamos agua los volúmenes se deprimirán mucho más. De continuar la sequía las medidas tradicionales serían insuficientes. Por eso previsoramente se implementarán acciones alternativas y poco frecuentes. Desde la construcción de pozos hasta otras más complejas como el uso de agua de mar para algunas actividades ya se canalizan en nuestro territorio.
En la zona de Parada, donde se encuentra el embalse del mismo nombre, ya se ejecuta el movimiento de tierra para la instalación de una planta desalinizadora que permitirá contribuir a dicho sistema de acueducto con unos 50 litros por segundo, de agua de mar. De todas formas el Sistema Parada demanda unos 300 litros por segundo para cubrir la demanda de entrega. Dicha Planta, una de las tecnologías más costosas, podrá solventar la necesidad de agua de entidades importantes como la Refinería Hermanos Díaz y la Central Termoeléctrica Antonio Maceo.
A esto se suma una acción a la que la sapiencia popular llama inyectar una nube, una solución que no es definitiva pero que el país no descarta.
Se trata de un convenio firmado por el Estado cubano y Rusia para suministrar yoduro de plata a las nubes y así llevar a cabo el proceso llamado lluvias provocadas o artificiales. Según los especialistas de la Subdelegación Técnica de Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos es un proceso que tiene garantía de éxitos en otros países como China y Canadá. Si nos resulta la inyección de nubes en la zona de la cuenca del Cauto se pudiera extender la experiencia a otras provincias cubanas fustigadas por la sequía.
Por lo pronto si el agua no cae del cielo los santiagueros deberán hacer un uso más eficiente del recurso hídrico. Las acciones extraordinarias valen tanto como cerrar una llave en tiempo y forma.
Sin embargo y pese a la negativa de la lluvia a caer el Estado cubano y los especialistas de Recursos Hidráulicos ya materializan algunos proyectos que quedaban como medidas de reserva pero la naturaleza ha impulsado a su materialización.
La lógica básica indica que entre menos llueva y más consumamos agua los volúmenes se deprimirán mucho más. De continuar la sequía las medidas tradicionales serían insuficientes. Por eso previsoramente se implementarán acciones alternativas y poco frecuentes. Desde la construcción de pozos hasta otras más complejas como el uso de agua de mar para algunas actividades ya se canalizan en nuestro territorio.
En la zona de Parada, donde se encuentra el embalse del mismo nombre, ya se ejecuta el movimiento de tierra para la instalación de una planta desalinizadora que permitirá contribuir a dicho sistema de acueducto con unos 50 litros por segundo, de agua de mar. De todas formas el Sistema Parada demanda unos 300 litros por segundo para cubrir la demanda de entrega. Dicha Planta, una de las tecnologías más costosas, podrá solventar la necesidad de agua de entidades importantes como la Refinería Hermanos Díaz y la Central Termoeléctrica Antonio Maceo.
A esto se suma una acción a la que la sapiencia popular llama inyectar una nube, una solución que no es definitiva pero que el país no descarta.
Se trata de un convenio firmado por el Estado cubano y Rusia para suministrar yoduro de plata a las nubes y así llevar a cabo el proceso llamado lluvias provocadas o artificiales. Según los especialistas de la Subdelegación Técnica de Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos es un proceso que tiene garantía de éxitos en otros países como China y Canadá. Si nos resulta la inyección de nubes en la zona de la cuenca del Cauto se pudiera extender la experiencia a otras provincias cubanas fustigadas por la sequía.
Por lo pronto si el agua no cae del cielo los santiagueros deberán hacer un uso más eficiente del recurso hídrico. Las acciones extraordinarias valen tanto como cerrar una llave en tiempo y forma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario