Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 15 ago.— Hace algunos años las elevaciones de Monte Oscuro en el municipio Songo-La Maya estaban prácticamente olvidadas. El marabú y otras malezas se adueñaron de cientos de hectáreas.
Santiago de Cuba, 15 ago.— Hace algunos años las elevaciones de Monte Oscuro en el municipio Songo-La Maya estaban prácticamente olvidadas. El marabú y otras malezas se adueñaron de cientos de hectáreas.
Pero todo comenzó a cambiar cuando un
grupo de personas acogidas a su nueva condición de usufructuarios, al
amparo del Decreto-Ley 300 decidieron subir a ese macizo montañoso para
producir alimentos para el pueblo.
Todo se transformó, nos aseguraba Gonzalo Pérez Ortíz, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios “José Antonio Echeverría” (CCS). De hecho, creció el número de campesinos y el fondo de tierra.
Como era de esperar la producción se diversificó lo que permitió incrementar en un tiempo relativamente corto la entrega de alimentos a la población. La autonomía de la CCS se consolidó con este importante paso.
La familia Almeida Bell fue de las primeras en incorporarse y hasta ahora no se lamenta de nada. Sus caballerías de tierras se han hecho muy fuerte en la producción de maíz y frijol, contribuyendo con su modesto aporte a la sustitución de importaciones.
Otros como Leonel Hernández Torres han defendido la tendencia a los cultivos varios, pero priorizando el cultivo del café. Cuenta que al principio no fue nada fácil, pero poco a poco con el apoyo de su pequeño núcleo fue saliendo adelante.
La CCS “José Antonio Echeverría” de Jarahueca es para muchos un ejemplo a seguir en el municipio Songo-la Maya y un poco más allá por la incorporación de nuevos socios y entrega de alimentos.
En la última junta de asociados, se dijo que la gestión productiva de la cooperativa superó todas las expectativas, en medio de la intensa sequía que afecta a todo el municipio santiaguero de Songo-La Maya.
Sin dudas es un buen resultado productivo, si en definitiva, los campesinos de la José Antonio Echeverría quieren ir por más en la producción de alimentos.
Todo se transformó, nos aseguraba Gonzalo Pérez Ortíz, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios “José Antonio Echeverría” (CCS). De hecho, creció el número de campesinos y el fondo de tierra.
Como era de esperar la producción se diversificó lo que permitió incrementar en un tiempo relativamente corto la entrega de alimentos a la población. La autonomía de la CCS se consolidó con este importante paso.
La familia Almeida Bell fue de las primeras en incorporarse y hasta ahora no se lamenta de nada. Sus caballerías de tierras se han hecho muy fuerte en la producción de maíz y frijol, contribuyendo con su modesto aporte a la sustitución de importaciones.
Otros como Leonel Hernández Torres han defendido la tendencia a los cultivos varios, pero priorizando el cultivo del café. Cuenta que al principio no fue nada fácil, pero poco a poco con el apoyo de su pequeño núcleo fue saliendo adelante.
La CCS “José Antonio Echeverría” de Jarahueca es para muchos un ejemplo a seguir en el municipio Songo-la Maya y un poco más allá por la incorporación de nuevos socios y entrega de alimentos.
En la última junta de asociados, se dijo que la gestión productiva de la cooperativa superó todas las expectativas, en medio de la intensa sequía que afecta a todo el municipio santiaguero de Songo-La Maya.
Sin dudas es un buen resultado productivo, si en definitiva, los campesinos de la José Antonio Echeverría quieren ir por más en la producción de alimentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario