Por José Raúl Castillo
Euforia en Isla de la Juventud con triunfo de Los Piratas
Santiago de Cuba, 1 abr.— El derecho Yander Guevara disertó sobre la lomita del estadio José Ramón Cepero y le propinó espesa lechada de sólo tres jits al escalofriante line up de los Alazanes de Granma, al tiempo que sus compañeros se las agenciaban para pisar tres veces goma y de ese modo los Tigres de Ciego de Ávila sumaron su cuarto triunfo en cinco juegos y se confirmaron como uno de los protagonistas en la lucha por el título de la 54 Serie Nacional de Beisbol.
Guevara estuvo en tarde de gala al diseminar tres escasos jits de los granmenses: uno de Yordanis Samón en la primera entrada, otro de Yulexis La Rosa en el quinto capítulo y el último de Roel Santos en el sexto episodio; al tiempo que repartió seis ponches y mostró un absoluto control, pues no concedió bases por bolas.
La anotación lograda por el equipo local en la misma primera entrada por sencillo del hombre proa, José García, avance a segunda por sacrificio, a tercera por wild y desde allí hacia el home por bola ocupada habría bastado para conseguir el triunfo dado el hermético trabajo de Guevara.
Sin embargo los de casa añadieron otras dos en el quinto por oportuno doblete de Raúl González que propulsó a Yorbis Borroto y Andy Zamora, en circulación por doblete y sencillo, respectivamente.
Una magistral demostración del diestro de Chambas, Yander Guevara, frente a un equipo dotado con una célebre artillería pero que quedó rendido frente a sus ¨embrujados¨ lanzamientos, hacedores de una labor fundamental en la victoria que dio el pase a la final a los hijos de la tierra de la piña y que constituyó el mejor regalo al mentor Roger Machado en su fecha de cumpleaños.
Plaza tomada, los Piratas hacen historia
En la otra semifinal el dramatismo estuvo al por mayor con un equipo pinero que salió determinado a terminar el play-off y un conjunto matancero que luchó hasta el límite para seguir con vida en su afán de acariciar el título nacional en temporada que parecía la más promisoria para ellos.
Los Piratas pusieron sitio a la plaza sin demora alguna pues en la misma primera entrada combinaron un triple de Julio Pablo Martínez al jardín central, un boleto y par de sencillos (Gómez e Ibáñez), estos últimos válidos para remolcar una carrera cada uno; todo ante el abridor Jonder Martínez.
En la parte baja del segundo capítulo llegó el contragolpe de los Cocodrilos mediante indiscutible de Santoya, base robada y par de dobletes en línea disparados por Onel Vega y Leonelkis Escalante, quienes remolcaron una cada uno y equilibraron la pizarra en el Victoria de Girón.
Una entrada después los de casa tomaron la delantera al producir otras dos carreras gracias a un sencillo de Ariel Sánchez, par de boletos, un error (provocó una carrera) y un fly de sacrificio conectado por Aníbal Medina que dio la segunda marca del apartado.
Con la paridad estampada en el marcador avanzó el juego hacia las postrimerías en medio del deleite del público local que venía cercana la posibilidad de obligar al séptimo juego del play-off, sobre todo tomando en cuenta el dominio implantado por Jonder Martínez, quien luego del mal momento en el capítulo de apertura llegó a hilvanar seis ceros consecutivos.
Sin embargo, los ultramarinos lograron un descuento en el octavo ante el relevista Yasmany Ínsua, quien comenzó su actuación desafortunadamente dándole pelotazo a Dainier Gálvez, corredor en circulación que luego avanzó a segunda por bola ocupada y cruzó el pentágono felizmente por jit impulsor de Luís Felipe Rivera.
Con el margen reducido a la mínima expresión 3-4 los pineros vinieron a consumir la que podía ser su última oportunidad ofensiva y nuevamente sacaron a relucir su estirpe guerrera al lograr empate y ventaja que congeló los ánimos temporalmente en el estadio Victoria de Girón.
Un doblete de Barcelán –actuaba de relevo el zurdo Cionel Pérez-, un sacrificio que lo adelantó a segunda, un wild que abrió las puertas del home (corría por él Yanier Herrera) y unido a ello lo un sencillo de Julio Pablo Martínez, robo de base y error que lo llevó a tercera crearon las condiciones para un atrevido squeeze play que funcionó a las mil maravillas y puso delante a los Piratas 5 carreras por 4.
Fue entonces cuando los Cocodrilos sacaron a flote sus esperanzas al lograr dramático empate que obligó a la prolongación del juego.
Haciendo caso omiso de la presencia en el montículo del estelar Danny Aguilera, Escalante soltó cohete al jardín central y llevó la posibilidad del empate a primera sin outs, vino entonces en auxilio la otra gran carta de triunfo de los Piratas, el veloz Héctor Mendoza; sin embargo el diestro cometió un wild que llevó a Escalante hasta segunda, Yander La O disparó jit al derecho que permitió al corredor adelantado llegar a la antesala desde donde anotó por fly de sacrificio de Leandro Turiño.
Así las cosas el juego se adentró en la prolongación y en ese terreno el expediente de los Piratas es impecable, pues archivaban diez triunfos en once juegos disputados en extrainning, entre segunda fase y postemporada.
Los hechos confirmaron este antecedente estadístico cuando en el onceno capítulo sepultaron estrepitosamente los sueños matanceros al producir un mortal racimo de diez carreras que fue una especie de lápida fijada en el Victoria de Girón con el abrumador e inimaginable saldo final de 15 carreras por 5.
Como de costumbre Víctor Mesa dio riendas sueltas a su controvertida proyección escénica a lo largo del juego, tratando de meter presión a ajenos y propios para torcer favorablemente el rumbo de la porfía, pero todo fue estéril; casi llegó a trazar una carretera desde el bullpen hasta la lomita con el continuado paso de sus serpentineros, once en total, pero no pudo esquivar ese cierre funesto en el que recibieron marcas de fuego sus relevistas Félix Fuentes, Yaniel Blanco, Maykel Hidalgo y Maykel Martínez.
El juego lo ganó Héctor Mendoza (2-1) y lo perdió Félix Fuentes (3-3).
Desde el punto de vista ofensivo dos hombres sobresalieron en line up de los vencedores, tales Luís Felipe Rivera (5-4, dos dobletes, dos impulsadas y dos anotadas) y Julio Pablo Martínez (7-3, triple, jonrón, dos impulsadas y tres anotadas); aunque Luís Castro, Yanier Herrera y Aquimo Jiménez se repartieron otras seis carreras empujadas, divididas a partes iguales.
Con este espectacular triunfo que lleva a los Piratas por primera vez en la historia a una gran final se completaron los ingredientes del convite fijado para el próximo viernes en el estadio José Ramón Cepero.
Euforia en Isla de la Juventud con triunfo de Los Piratas
Santiago de Cuba, 1 abr.— El derecho Yander Guevara disertó sobre la lomita del estadio José Ramón Cepero y le propinó espesa lechada de sólo tres jits al escalofriante line up de los Alazanes de Granma, al tiempo que sus compañeros se las agenciaban para pisar tres veces goma y de ese modo los Tigres de Ciego de Ávila sumaron su cuarto triunfo en cinco juegos y se confirmaron como uno de los protagonistas en la lucha por el título de la 54 Serie Nacional de Beisbol.
Guevara estuvo en tarde de gala al diseminar tres escasos jits de los granmenses: uno de Yordanis Samón en la primera entrada, otro de Yulexis La Rosa en el quinto capítulo y el último de Roel Santos en el sexto episodio; al tiempo que repartió seis ponches y mostró un absoluto control, pues no concedió bases por bolas.
La anotación lograda por el equipo local en la misma primera entrada por sencillo del hombre proa, José García, avance a segunda por sacrificio, a tercera por wild y desde allí hacia el home por bola ocupada habría bastado para conseguir el triunfo dado el hermético trabajo de Guevara.
Sin embargo los de casa añadieron otras dos en el quinto por oportuno doblete de Raúl González que propulsó a Yorbis Borroto y Andy Zamora, en circulación por doblete y sencillo, respectivamente.
Una magistral demostración del diestro de Chambas, Yander Guevara, frente a un equipo dotado con una célebre artillería pero que quedó rendido frente a sus ¨embrujados¨ lanzamientos, hacedores de una labor fundamental en la victoria que dio el pase a la final a los hijos de la tierra de la piña y que constituyó el mejor regalo al mentor Roger Machado en su fecha de cumpleaños.
Plaza tomada, los Piratas hacen historia
En la otra semifinal el dramatismo estuvo al por mayor con un equipo pinero que salió determinado a terminar el play-off y un conjunto matancero que luchó hasta el límite para seguir con vida en su afán de acariciar el título nacional en temporada que parecía la más promisoria para ellos.
Los Piratas pusieron sitio a la plaza sin demora alguna pues en la misma primera entrada combinaron un triple de Julio Pablo Martínez al jardín central, un boleto y par de sencillos (Gómez e Ibáñez), estos últimos válidos para remolcar una carrera cada uno; todo ante el abridor Jonder Martínez.
En la parte baja del segundo capítulo llegó el contragolpe de los Cocodrilos mediante indiscutible de Santoya, base robada y par de dobletes en línea disparados por Onel Vega y Leonelkis Escalante, quienes remolcaron una cada uno y equilibraron la pizarra en el Victoria de Girón.
Una entrada después los de casa tomaron la delantera al producir otras dos carreras gracias a un sencillo de Ariel Sánchez, par de boletos, un error (provocó una carrera) y un fly de sacrificio conectado por Aníbal Medina que dio la segunda marca del apartado.
Con la paridad estampada en el marcador avanzó el juego hacia las postrimerías en medio del deleite del público local que venía cercana la posibilidad de obligar al séptimo juego del play-off, sobre todo tomando en cuenta el dominio implantado por Jonder Martínez, quien luego del mal momento en el capítulo de apertura llegó a hilvanar seis ceros consecutivos.
Sin embargo, los ultramarinos lograron un descuento en el octavo ante el relevista Yasmany Ínsua, quien comenzó su actuación desafortunadamente dándole pelotazo a Dainier Gálvez, corredor en circulación que luego avanzó a segunda por bola ocupada y cruzó el pentágono felizmente por jit impulsor de Luís Felipe Rivera.
Con el margen reducido a la mínima expresión 3-4 los pineros vinieron a consumir la que podía ser su última oportunidad ofensiva y nuevamente sacaron a relucir su estirpe guerrera al lograr empate y ventaja que congeló los ánimos temporalmente en el estadio Victoria de Girón.
Un doblete de Barcelán –actuaba de relevo el zurdo Cionel Pérez-, un sacrificio que lo adelantó a segunda, un wild que abrió las puertas del home (corría por él Yanier Herrera) y unido a ello lo un sencillo de Julio Pablo Martínez, robo de base y error que lo llevó a tercera crearon las condiciones para un atrevido squeeze play que funcionó a las mil maravillas y puso delante a los Piratas 5 carreras por 4.
Fue entonces cuando los Cocodrilos sacaron a flote sus esperanzas al lograr dramático empate que obligó a la prolongación del juego.
Haciendo caso omiso de la presencia en el montículo del estelar Danny Aguilera, Escalante soltó cohete al jardín central y llevó la posibilidad del empate a primera sin outs, vino entonces en auxilio la otra gran carta de triunfo de los Piratas, el veloz Héctor Mendoza; sin embargo el diestro cometió un wild que llevó a Escalante hasta segunda, Yander La O disparó jit al derecho que permitió al corredor adelantado llegar a la antesala desde donde anotó por fly de sacrificio de Leandro Turiño.
Así las cosas el juego se adentró en la prolongación y en ese terreno el expediente de los Piratas es impecable, pues archivaban diez triunfos en once juegos disputados en extrainning, entre segunda fase y postemporada.
Los hechos confirmaron este antecedente estadístico cuando en el onceno capítulo sepultaron estrepitosamente los sueños matanceros al producir un mortal racimo de diez carreras que fue una especie de lápida fijada en el Victoria de Girón con el abrumador e inimaginable saldo final de 15 carreras por 5.
Como de costumbre Víctor Mesa dio riendas sueltas a su controvertida proyección escénica a lo largo del juego, tratando de meter presión a ajenos y propios para torcer favorablemente el rumbo de la porfía, pero todo fue estéril; casi llegó a trazar una carretera desde el bullpen hasta la lomita con el continuado paso de sus serpentineros, once en total, pero no pudo esquivar ese cierre funesto en el que recibieron marcas de fuego sus relevistas Félix Fuentes, Yaniel Blanco, Maykel Hidalgo y Maykel Martínez.
El juego lo ganó Héctor Mendoza (2-1) y lo perdió Félix Fuentes (3-3).
Desde el punto de vista ofensivo dos hombres sobresalieron en line up de los vencedores, tales Luís Felipe Rivera (5-4, dos dobletes, dos impulsadas y dos anotadas) y Julio Pablo Martínez (7-3, triple, jonrón, dos impulsadas y tres anotadas); aunque Luís Castro, Yanier Herrera y Aquimo Jiménez se repartieron otras seis carreras empujadas, divididas a partes iguales.
Con este espectacular triunfo que lleva a los Piratas por primera vez en la historia a una gran final se completaron los ingredientes del convite fijado para el próximo viernes en el estadio José Ramón Cepero.
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