Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 6 abr.— Un día como hoy 6 de abril, pero de 1835, hace 180 años, falleció en La Habana el teólogo, maestro y periodista cubano, José Agustín Caballero, considerado como el primer iniciador de las modernas corrientes filosóficas en Cuba, contribuyendo con ello al desarrollo de un pensamiento propio en la isla, aún antes de que se fraguara la identidad nacional.
Santiago de Cuba, 6 abr.— Un día como hoy 6 de abril, pero de 1835, hace 180 años, falleció en La Habana el teólogo, maestro y periodista cubano, José Agustín Caballero, considerado como el primer iniciador de las modernas corrientes filosóficas en Cuba, contribuyendo con ello al desarrollo de un pensamiento propio en la isla, aún antes de que se fraguara la identidad nacional.
José Agustín Caballero había nacido en
La Habana el 28 de agosto de 1762 y realizó sus estudios teológicos en
el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, y posteriormente en la
Universidad de San Jerónimo, aunque al graduarse en 1785, ocupó la
cátedra de Filosofía de la primera de esas instituciones católicas.
Se le atribuye a José Agustín Caballero el mérito de haber tenido entre sus alumnos a Félix Varela y a su sobrino José de la Luz y Caballero, en los cuales ejerció una gran influencia que ambos trasladaron después a sus alumnos, muchos de los cuales formaron parte de la ilustración reformista de finales del Siglo XVIII y principios del XIX.
Fue también José Agustín un destacado escritor pues se toma en consideración que su obra Filosofía Efectiva, de 1797, fue el primer intento cubano por sistematizar el saber filosófico en la isla con el propósito de situar a la élite intelectual de la sociedad colonial de entonces, en condiciones de transformar los destinos del país, sin que este dejara de estar en la órbita de la metrópolis española.
Tanto en esa obra como en sus artículos periodísticos Discursos, publicados en el papel Periódico de La Habana, José Agustín Caballero se pronunció contra el dominio de la escolástica en la transmisión de conocimientos, por la observación de la naturaleza y del crédito a la experimentación científica, lo cual era bastante osado en esa época donde las doctrinas religiosas enyugaban el raciocinio.
Si bien el sacerdote José Agustín Caballero fue un precursor del enfrentamiento a la enseñanza escolástica en el país, también fue un hombre de avanzado pensamiento político de su época donde no se aceptaba la condición colonia de la isla y se luchaba por su autonomía.
Se le atribuye a José Agustín Caballero el mérito de haber tenido entre sus alumnos a Félix Varela y a su sobrino José de la Luz y Caballero, en los cuales ejerció una gran influencia que ambos trasladaron después a sus alumnos, muchos de los cuales formaron parte de la ilustración reformista de finales del Siglo XVIII y principios del XIX.
Fue también José Agustín un destacado escritor pues se toma en consideración que su obra Filosofía Efectiva, de 1797, fue el primer intento cubano por sistematizar el saber filosófico en la isla con el propósito de situar a la élite intelectual de la sociedad colonial de entonces, en condiciones de transformar los destinos del país, sin que este dejara de estar en la órbita de la metrópolis española.
Tanto en esa obra como en sus artículos periodísticos Discursos, publicados en el papel Periódico de La Habana, José Agustín Caballero se pronunció contra el dominio de la escolástica en la transmisión de conocimientos, por la observación de la naturaleza y del crédito a la experimentación científica, lo cual era bastante osado en esa época donde las doctrinas religiosas enyugaban el raciocinio.
Si bien el sacerdote José Agustín Caballero fue un precursor del enfrentamiento a la enseñanza escolástica en el país, también fue un hombre de avanzado pensamiento político de su época donde no se aceptaba la condición colonia de la isla y se luchaba por su autonomía.
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