Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 20 mar.— La comunidad de Sabanilla cuenta hoy con los necesarios servicios que permiten llevar una vida plena en ese lomerío del Segundo Frente.
Santiago de Cuba, 20 mar.— La comunidad de Sabanilla cuenta hoy con los necesarios servicios que permiten llevar una vida plena en ese lomerío del Segundo Frente.
Llegar hasta la comunidad de serrana de
Sabanilla ya no resulta un desafío. El buen estado del camino solo exige
pocos minutos para vencer los casi 10 kilómetros que la separan del
poblado cabecera del municipio Mayarí Arriba.
Aunque fue fundada hace 90 años, comienza a experimentar cambios sustanciales para el bienestar de su gente con el paso de la Revolución.
Viviendas electrificadas, atención sanitaria y la luz de la enseñanza, marcan a esta comunidad de algo más de dos mil habitantes como referencia nacional del Plan Turquino.
Es bueno significar que el Plan Turquino es un programa de desarrollo fundado por el Consejo de Estado de Cuba el 2 de junio de 1987 con el propósito de lograr un desarrollo integral y sostenible de las zonas montañosas y de difícil acceso del país.
Para ello se deberá conjugar armónicamente los requerimientos productivos con el desarrollo social, la conservación de la naturaleza, y el fortalecimiento de la defensa del país, e integrando en sus acciones a los organismos e instituciones involucrados en ese proceso.
Hoy, la geografía que distingue el Consejo Popular Sabanilla impide que un servicio esencial en la vida de los montañeses no sea una conquista aún. Se trata en cuestión de las señales de la radio y televisión, prácticamente es nulas.
Su base económica es la producción cafetalera que crece por año. La familia campesina Torres Reyna es un ejemplo de lo que se viene haciendo en este sentido.
Refiere Yamila Reyna Hernández que por renovación y rehabilitación de los cafetales pudieron acopiar el pasado año unas 4 mil 100 latas de café. El trabajo de la recuperación continúa para seguir incrementando los niveles productivos antes de 2018.
Aparte del cultivo del café, esta familia es un ejemplo a imitar también en la producción de alimentos. Por ejemplo desarrollan la masa vacuna para entregar leche y carne, al tiempo que impulsan los cultivos varios.
Hoy en la comunidad de Sabanilla se habla de pertenencia y su gente vive orgullosa de ser parte de este lomerío santiaguero.
Ya de retirada, Sinencio Guerra, ya jubilado, me comentaba que todo lo que tienen se lo deben a la Revolución, a Fidel y Raúl. Hoy tienen una mejor vida.
Aunque fue fundada hace 90 años, comienza a experimentar cambios sustanciales para el bienestar de su gente con el paso de la Revolución.
Viviendas electrificadas, atención sanitaria y la luz de la enseñanza, marcan a esta comunidad de algo más de dos mil habitantes como referencia nacional del Plan Turquino.
Es bueno significar que el Plan Turquino es un programa de desarrollo fundado por el Consejo de Estado de Cuba el 2 de junio de 1987 con el propósito de lograr un desarrollo integral y sostenible de las zonas montañosas y de difícil acceso del país.
Para ello se deberá conjugar armónicamente los requerimientos productivos con el desarrollo social, la conservación de la naturaleza, y el fortalecimiento de la defensa del país, e integrando en sus acciones a los organismos e instituciones involucrados en ese proceso.
Hoy, la geografía que distingue el Consejo Popular Sabanilla impide que un servicio esencial en la vida de los montañeses no sea una conquista aún. Se trata en cuestión de las señales de la radio y televisión, prácticamente es nulas.
Su base económica es la producción cafetalera que crece por año. La familia campesina Torres Reyna es un ejemplo de lo que se viene haciendo en este sentido.
Refiere Yamila Reyna Hernández que por renovación y rehabilitación de los cafetales pudieron acopiar el pasado año unas 4 mil 100 latas de café. El trabajo de la recuperación continúa para seguir incrementando los niveles productivos antes de 2018.
Aparte del cultivo del café, esta familia es un ejemplo a imitar también en la producción de alimentos. Por ejemplo desarrollan la masa vacuna para entregar leche y carne, al tiempo que impulsan los cultivos varios.
Hoy en la comunidad de Sabanilla se habla de pertenencia y su gente vive orgullosa de ser parte de este lomerío santiaguero.
Ya de retirada, Sinencio Guerra, ya jubilado, me comentaba que todo lo que tienen se lo deben a la Revolución, a Fidel y Raúl. Hoy tienen una mejor vida.
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