Por José Raúl Castillo
Santiago de Cuba, 29 mar.— Por tercera vez consecutiva los Piratas de la Isla de la Juventud sometieron a los Cocodrilos de Matanzas en el play off semifinal que disputan, pese a que estos últimos fueron los que viniendo de abajo consiguieron igualar el choque a cinco carreras por bando en la octava entrada; remontada que al cabo resultó baldía porque los isleños contragolpearon de modo contundente en el cierre de ese propio episodio y anotaron tres veces para poner las cifras definitivas en la pizarra del Cristóbal Labra.
Santiago de Cuba, 29 mar.— Por tercera vez consecutiva los Piratas de la Isla de la Juventud sometieron a los Cocodrilos de Matanzas en el play off semifinal que disputan, pese a que estos últimos fueron los que viniendo de abajo consiguieron igualar el choque a cinco carreras por bando en la octava entrada; remontada que al cabo resultó baldía porque los isleños contragolpearon de modo contundente en el cierre de ese propio episodio y anotaron tres veces para poner las cifras definitivas en la pizarra del Cristóbal Labra.
Una pobre defensa que dio margen a
cuatro carreras sucias del total de ocho que produjeron los ultramarinos
influyó decisivamente en el fatal desenlace que ha colocado a los
matanceros en estado verdaderamente agónico, pues están obligados a
ganar los tres juegos restantes.
Fue precisamente un costoso passed ball del receptor Ariel Martínez en la octava entrada la grieta por la que los Piratas consiguieron el empate para luego tomar ventaja definitiva que a la postre se encargaría de preservar su estelar cerrador Danny Aguilera (12-0); sin embargo desde mucho antes las imprecisiones al campo venían lastrando el desempeño yumurino y fueron el lingote al cuello que hundió a los Cocodrilos.
Pase lo que pase en lo adelante, cuando se haga el recuento de esta semifinal el bando matancero tendrá que colocar en el banco de problemas las serias deficiencias que han mostrado en la receptoría, una posición que tiene un peso específico muy importante en cualquier equipo de beisbol.
El zurdo santiaguero Ulfrido García hizo una satisfactoria apertura y contribuyó a la causa de los Piratas pues completó seis entradas en las que admitió apenas cinco imparables y tres carreras, una de ellas sucia.
La derrota la cargó Yormani Socarrás (1-6), tercer relevista empleado por Víctor Mesa de un total de seis lanzadores que pasaron por el montículo en defensa del pabellón visitante.
Los remolques pineros fueron suscritos por Dainier Gálvez, Alfredo Rodríguez, Julio Pablo Martínez y Leonardo Urgellés.
El hombre grande del ataque matancero fue Yadiel Hernández, quien tuvo tarde perfecta al conectar de 3-3, un doblete y tres impulsadas.
La otra semifinal estuvo obligada a seguir en pausa ya el juego programado en el estadio José Ramón Cepero no se pudo efectuar debido al mal estado del terreno como resultado de las lluvias.
Fue precisamente un costoso passed ball del receptor Ariel Martínez en la octava entrada la grieta por la que los Piratas consiguieron el empate para luego tomar ventaja definitiva que a la postre se encargaría de preservar su estelar cerrador Danny Aguilera (12-0); sin embargo desde mucho antes las imprecisiones al campo venían lastrando el desempeño yumurino y fueron el lingote al cuello que hundió a los Cocodrilos.
Pase lo que pase en lo adelante, cuando se haga el recuento de esta semifinal el bando matancero tendrá que colocar en el banco de problemas las serias deficiencias que han mostrado en la receptoría, una posición que tiene un peso específico muy importante en cualquier equipo de beisbol.
El zurdo santiaguero Ulfrido García hizo una satisfactoria apertura y contribuyó a la causa de los Piratas pues completó seis entradas en las que admitió apenas cinco imparables y tres carreras, una de ellas sucia.
La derrota la cargó Yormani Socarrás (1-6), tercer relevista empleado por Víctor Mesa de un total de seis lanzadores que pasaron por el montículo en defensa del pabellón visitante.
Los remolques pineros fueron suscritos por Dainier Gálvez, Alfredo Rodríguez, Julio Pablo Martínez y Leonardo Urgellés.
El hombre grande del ataque matancero fue Yadiel Hernández, quien tuvo tarde perfecta al conectar de 3-3, un doblete y tres impulsadas.
La otra semifinal estuvo obligada a seguir en pausa ya el juego programado en el estadio José Ramón Cepero no se pudo efectuar debido al mal estado del terreno como resultado de las lluvias.
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