Texto y foto: Kenia Tabares RoblesSantiago de Cuba, 19 feb.— El ordenamiento del trabajo no estatal en el Centro Histórico de la urbe, es una de las principales acciones que acometen los especialistas del Plan Maestro, de la Oficina del Conservador de la Ciudad.
La actividad ha pasado por diferentes
etapas, según declaró Susana Goderich, técnica de proyecto. “Se ha
ganado en organización, ya contamos con una oficina y horarios de
atención para asesorar a los nuevos gestores económicos”, acotó.
La asesoría consiste en darle a conocer a los trabajadores por cuenta propia, las regulaciones urbanísticas que deben cumplir para poder ejercer la actividad en un área de alto valor monumental.
“Orientarles cómo hacer que sus negocios sean factibles, de impacto e interés social, cómo tratar a los clientes, mantener un porte y aspecto adecuado, y cuidar la higiene del área, son algunos de los aspectos tratados”, enfatizó Goderich.
La apertura hacia el trabajo no estatal, genera la ocupación de un espacio físico de la ciudad, pero además fortalece las relaciones público-privado, declaró la arquitecta Gisela Mayo Gómez, Directora del Plan Maestro.
“Actualmente,
damos la posibilidad de presentar proyectos encaminados al desarrollo
socio-cultural del territorio. Esta es una forma de abrirle paso
personas con iniciativas novedosas, y que ven su actividad desde lo
social, más que desde el punto de vista económico”, comentó.
Las regulaciones urbanísticas para el desarrollo del trabajo no estatal en el Centro Histórico de Santiago de Cuba, en sus acápites generales señala que no se autoriza el ejercicio de la actividad en calle, aceras, parterres, jardines, paradas de ómnibus y en espacios privados con incidencia hacia el espacio público como portales, corredores y balcones de viviendas.
Entre las posibles actividades con carácter excepcional, se limita la existencia de vendedores de flores, y la animación cultural en diferentes manifestaciones, así como los trovadores previo aval de la Dirección Municipal de Cultura.
La asesoría consiste en darle a conocer a los trabajadores por cuenta propia, las regulaciones urbanísticas que deben cumplir para poder ejercer la actividad en un área de alto valor monumental.
“Orientarles cómo hacer que sus negocios sean factibles, de impacto e interés social, cómo tratar a los clientes, mantener un porte y aspecto adecuado, y cuidar la higiene del área, son algunos de los aspectos tratados”, enfatizó Goderich.
La apertura hacia el trabajo no estatal, genera la ocupación de un espacio físico de la ciudad, pero además fortalece las relaciones público-privado, declaró la arquitecta Gisela Mayo Gómez, Directora del Plan Maestro.
“Actualmente,
damos la posibilidad de presentar proyectos encaminados al desarrollo
socio-cultural del territorio. Esta es una forma de abrirle paso
personas con iniciativas novedosas, y que ven su actividad desde lo
social, más que desde el punto de vista económico”, comentó.Las regulaciones urbanísticas para el desarrollo del trabajo no estatal en el Centro Histórico de Santiago de Cuba, en sus acápites generales señala que no se autoriza el ejercicio de la actividad en calle, aceras, parterres, jardines, paradas de ómnibus y en espacios privados con incidencia hacia el espacio público como portales, corredores y balcones de viviendas.
Entre las posibles actividades con carácter excepcional, se limita la existencia de vendedores de flores, y la animación cultural en diferentes manifestaciones, así como los trovadores previo aval de la Dirección Municipal de Cultura.
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