Por Armando Fernández Martí Santiago de Cuba, 25 feb.— La noche del 25 de febrero de 1853, en San Agustín de La Florida, falleció el padre Félix Varela Morales, "el que nos dio la primera libertad, la de pensamiento, y la primera independencia, la de la razón", como expresara de él Fernando Ortiz.
Varela nació el 20 de noviembre de 1797
en La Habana, cursó su primera enseñanza en La Florida, Estados Unidos, y
continuó sus estudios en 1801 en el habanero seminario de San Carlos
donde obtuvo el grado de Bachiller en Teología.
Se ordenó como sacerdote en MIL 811 y obtiene la Cátedra de Latinidad Retórica y Filosofía en el mismo seminario.
Félix Varela fue elegido diputado a Cortes en 1822 y desde esa posición abogó por la abolición de la esclavitud, por lo que se ganó el odio de los españoles, quienes lo condenaron a muerte, teniendo que huir a Estados Unidos.
Ya para entonces era Varela el más famoso de los filósofos cubanos, el más profundo de nuestros pensadores y el más entusiasta y virtuoso de nuestros maestros. En su tiempo los criollos le llamaron el Padre de la Patria, cuando aún no habían nacido ni Céspedes ni Agramonte ni José Martí.
Algunos inconscientes de Estados Unidos dentro y fuera de Cuba, han querido profanar la memoria del presbítero Félix Varela Morales con proyectos anexionistas para que Cuba vuelva a ser lo que fue antes, un protectorado de los yanquis. A esos el propio Varela responde: "Hay hombres infames para quienes las voces Patria y virtud nada significan"
Los restos del Padre Félix Varela, este primer cubano que nos enseñó a pensar, descansa hoy en el Aula Magna de la Universidad de La Habana y 162 años después de su muerte el 25 de febrero de 1853 lo recordamos con esto que escribiera: "La juventud a quien consagré en otros tiempos mis desvelos, me considera en su memoria y la naciente lo hace no mira con indiferencia mi nombre. Diles que ellos son la dulce esperanza de la patria"
Se ordenó como sacerdote en MIL 811 y obtiene la Cátedra de Latinidad Retórica y Filosofía en el mismo seminario.
Félix Varela fue elegido diputado a Cortes en 1822 y desde esa posición abogó por la abolición de la esclavitud, por lo que se ganó el odio de los españoles, quienes lo condenaron a muerte, teniendo que huir a Estados Unidos.
Ya para entonces era Varela el más famoso de los filósofos cubanos, el más profundo de nuestros pensadores y el más entusiasta y virtuoso de nuestros maestros. En su tiempo los criollos le llamaron el Padre de la Patria, cuando aún no habían nacido ni Céspedes ni Agramonte ni José Martí.
Algunos inconscientes de Estados Unidos dentro y fuera de Cuba, han querido profanar la memoria del presbítero Félix Varela Morales con proyectos anexionistas para que Cuba vuelva a ser lo que fue antes, un protectorado de los yanquis. A esos el propio Varela responde: "Hay hombres infames para quienes las voces Patria y virtud nada significan"
Los restos del Padre Félix Varela, este primer cubano que nos enseñó a pensar, descansa hoy en el Aula Magna de la Universidad de La Habana y 162 años después de su muerte el 25 de febrero de 1853 lo recordamos con esto que escribiera: "La juventud a quien consagré en otros tiempos mis desvelos, me considera en su memoria y la naciente lo hace no mira con indiferencia mi nombre. Diles que ellos son la dulce esperanza de la patria"
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