Por Mariano Aldana VillalónSantiago de Cuba, 28 ene.— Las últimas jornadas vividas en esta provincia, dejaron un mal sabor en la realización de la actual zafra azucarera. El eslabón que rompió la cadena fue el tiro auto motor de las cañas.
Nada, que de los 230 camiones que como
plan tiene la provincia para el traslado de la materia de los campos a
los centrales, solo hay incorporados 200. Pero de ellos se mantienen
trabajando unos 182.
No hay que ser ningún entendido en la materia para entender que si los centrales no muelen por falta de caña, se torna muy compleja la situación pues el calendario de zafra se diseña para moler con eficiencia y entregar el volumen de azúcar previsto en 24 horas.
De no lograrse ese objetivo se comienza a distorsionar todo el proceso agroindustrial, y lo más lamentable es que lo que se deje de hacer, es muy difícil recuperarlo después en la recta final de la zafra.
Los directivos de la Empresa Azucarera en la provincia aplican urgentes y necesarias medidas para darle un vuelco total a ese cuadro.
De hecho, ya se trabaja intensamente en los talleres para alistar los 41 camiones afectados por diferentes roturas.A todas luces el central Julio Antonio Mella ha resultado el más perjudicado por la inestabilidad en el tiro mecanizado.
Téngase en cuenta que es el mayor productor de azúcar de la provincia, y por ende necesita de fuerte entrega de materia prima.
En este ingenio se han reforzado los turnos de trabajo y en especial el de la madrugada con el objetivo de disciplinar el tiro de caña, pues en ese horario se torna muy inestable el suministro de la gramínea.
El Julio Antonio Mella precisa de una pronta mejoría en la molida para que comience a resarcir a partir de ahora los atrasos que exhibe en su plan técnico-económico. La provincia depende y mucho de los aportes que pueda hacer este coloso, pues el compromiso que tiene Santiago de Cuba con el país se decide en este ingenio.
No hay que ser ningún entendido en la materia para entender que si los centrales no muelen por falta de caña, se torna muy compleja la situación pues el calendario de zafra se diseña para moler con eficiencia y entregar el volumen de azúcar previsto en 24 horas.
De no lograrse ese objetivo se comienza a distorsionar todo el proceso agroindustrial, y lo más lamentable es que lo que se deje de hacer, es muy difícil recuperarlo después en la recta final de la zafra.
Los directivos de la Empresa Azucarera en la provincia aplican urgentes y necesarias medidas para darle un vuelco total a ese cuadro.
De hecho, ya se trabaja intensamente en los talleres para alistar los 41 camiones afectados por diferentes roturas.A todas luces el central Julio Antonio Mella ha resultado el más perjudicado por la inestabilidad en el tiro mecanizado.
Téngase en cuenta que es el mayor productor de azúcar de la provincia, y por ende necesita de fuerte entrega de materia prima.
En este ingenio se han reforzado los turnos de trabajo y en especial el de la madrugada con el objetivo de disciplinar el tiro de caña, pues en ese horario se torna muy inestable el suministro de la gramínea.
El Julio Antonio Mella precisa de una pronta mejoría en la molida para que comience a resarcir a partir de ahora los atrasos que exhibe en su plan técnico-económico. La provincia depende y mucho de los aportes que pueda hacer este coloso, pues el compromiso que tiene Santiago de Cuba con el país se decide en este ingenio.
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