Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 6 oct.— Para los cubanos la fecha de hoy 6 de octubre tiene profundo significado patriótico por tres razones: en primer lugar, se cumple 38 años de la destrucción en pleno vuelo de un avión cubano con 73 personas a bordo en las costas de Barbados; en segundo lugar, en 2010 el Consejo de Estado decretó oficialmente esta fecha como Día de las Victimas del Terrorismo de Estado y en tercer lugar, hoy se cierra la Jornada Internacional por los Cinco que se inició el 12 de septiembre pasado.
Santiago de Cuba, 6 oct.— Para los cubanos la fecha de hoy 6 de octubre tiene profundo significado patriótico por tres razones: en primer lugar, se cumple 38 años de la destrucción en pleno vuelo de un avión cubano con 73 personas a bordo en las costas de Barbados; en segundo lugar, en 2010 el Consejo de Estado decretó oficialmente esta fecha como Día de las Victimas del Terrorismo de Estado y en tercer lugar, hoy se cierra la Jornada Internacional por los Cinco que se inició el 12 de septiembre pasado.
La de hoy es por tanto, una fecha
luctuosa y triste, pero también de combate para la patria en recordación
de las 73 personas que murieron en el primer sabotaje de Barbados, y a
los más de 3 MIL 400 compatriotas que perdieron la vida a lo largo de
más de 50 años en los actos terroristas ejecutados por Estados Unidos o
sus cómplices contrarrevolucionarios, crímenes que en su mayoría han
quedado impunes.
Por haber sufrido en carne propia la crueldad del terrorismo, el gobierno y el pueblo cubano han reafirmado su decisión de enfrentar ese flagelo en todas sus formas y manifestaciones, donde quiera que se cometa y cualesquiera que sean sus autores. Y eso es lo que hacían en Miami nuestros cinco compatriotas Gerardo, Antonio, Ramón, René y Fernando cuando fueron apresados el 12 de septiembre de 1998 y posteriormente juzgados y condenados a largas penas de presidio, por defender a su patria del terrorismo.
Ni ellos ni el estado revolucionario cubano cometieron delito alguno, porque era nuestro el derecho de defendernos del terrorismo, de los mafiosos cubano-americanos de Miami, apoyados y alentados por los gobiernos norteamericanos que durante más de 50 años han sido rehenes de la política agresiva contra Cuba de la contrarrevolución radicada en Estados Unidos, donde actúan libremente y viven sin ser molestados los más connotados terroristas de este continente, como Luís Posada Carriles, uno de los autores intelectuales del crimen de Barbados.
Los cubanos no somos vengativos. No tendría sentido querer vengar a nuestros muertos. La historia se encargará de hacerlo más temprano que tarde. Las víctimas del crimen de Barbados y de los actos terroristas enfrentados por nuestro pueblo durante más de 50 años, forman parte de todos aquellos mártires a quien la patria los sitúa en el pedestal mas alto por su sacrificio.
Nuestros cinco compatriotas tendrán también su momento de gloria cuando juntos puedan abrazarse en tierra cubana con la satisfacción del deber cumplido. Otros ojos quedarán allí vigilantes para que el terrorismo de Miami no siga siendo impune. ¡Es nuestro derecho!
Por haber sufrido en carne propia la crueldad del terrorismo, el gobierno y el pueblo cubano han reafirmado su decisión de enfrentar ese flagelo en todas sus formas y manifestaciones, donde quiera que se cometa y cualesquiera que sean sus autores. Y eso es lo que hacían en Miami nuestros cinco compatriotas Gerardo, Antonio, Ramón, René y Fernando cuando fueron apresados el 12 de septiembre de 1998 y posteriormente juzgados y condenados a largas penas de presidio, por defender a su patria del terrorismo.
Ni ellos ni el estado revolucionario cubano cometieron delito alguno, porque era nuestro el derecho de defendernos del terrorismo, de los mafiosos cubano-americanos de Miami, apoyados y alentados por los gobiernos norteamericanos que durante más de 50 años han sido rehenes de la política agresiva contra Cuba de la contrarrevolución radicada en Estados Unidos, donde actúan libremente y viven sin ser molestados los más connotados terroristas de este continente, como Luís Posada Carriles, uno de los autores intelectuales del crimen de Barbados.
Los cubanos no somos vengativos. No tendría sentido querer vengar a nuestros muertos. La historia se encargará de hacerlo más temprano que tarde. Las víctimas del crimen de Barbados y de los actos terroristas enfrentados por nuestro pueblo durante más de 50 años, forman parte de todos aquellos mártires a quien la patria los sitúa en el pedestal mas alto por su sacrificio.
Nuestros cinco compatriotas tendrán también su momento de gloria cuando juntos puedan abrazarse en tierra cubana con la satisfacción del deber cumplido. Otros ojos quedarán allí vigilantes para que el terrorismo de Miami no siga siendo impune. ¡Es nuestro derecho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario