Por Marta Cabrales Santiago de Cuba.— Siete años cuenta ya la iniciativa de los ministerios de Medio Ambiente de Cuba, Haití y República Dominicana en pos de salvaguardar la biodiversidad de la región caribeña, considerada en el mundo entre los 25 puntos calientes por sus notables valores naturales.
Con el apoyo del Programa de Naciones
Unidas para el Medio Ambiente y la Unión Europea, el proyecto de
delimitación de un Corredor Biológico en el Caribe deviene ya, en esta
etapa, ejemplo de las posibilidades de la cooperación sur-sur y abre un
camino que vale la pena recorrer.
El doctor Nicasio Viñas, director de la Oficina Trinacional de ese programa, anunció recientemente el interés de otras naciones del área como Martinica, Guadalupe, Jamaica, Bahamas y Puerto Rico, identificadas con las estrategias del CBC como plataforma integradora de empeños en la conservación.
En tal sentido apuntó que durante la próxima reunión de ministros, con sede en República Dominicana en octubre venidero, quedará establecido el reglamento para el ingreso como un paso significativo en las perspectivas de ampliación.
Expresó el científico su expectativa porque el 2015 sea un año de multiplicación, con lo cual el nombre de Corredor en el Caribe, como es en estos momentos, pase a ser del Caribe en su mayor extensión posible.
Entre las acciones han sido prioritarias las destinadas a la preparación de las personas, desde los técnicos encargados de conducir los procesos hasta los habitantes de las comunidades, entre quienes ya resaltan líderes por la capacidad desarrollada. La variante del entrenador de entrenadores es fundamental en este aprendizaje conjunto.
MIRADA DESDE HAITÍ
Representantes del Ministerio del Medio Ambiente en los 10 departamentos de Haití visitaron en agosto último esta provincia oriental y la de Guantánamo, convocados por el CBC con el propósito de apreciar experiencias cubanas dirigidas a la salvaguarda de la biodiversidad y los retos del cambio climático.
Durante varias jornadas los haitianos recorrieron instituciones científicas y apreciaron la organización del país para el trabajo medio-ambiental, los sistemas de alerta temprana y de defensa civil ante fenómenos meteorológicos adversos y la recuperación de este territorio tras el huracán Sandy.
En la Reserva Ecológica Siboney-Justicí recibieron información acerca del anillamiento de aves con marca cubana, un significativo avance en las investigaciones acerca de esas especies, ya sean endémicas o migratorias, en un sitio de especial relieve en el paisaje natural del archipiélago.
De acuerdo con las valoraciones expresadas por los visitantes, resultaron muy valiosos los intercambios, que contribuirán a las tareas que tienen por delante en aquella nación, con un cuadro ambiental muy desfavorable. Allí se impulsan cinco de los 10 proyectos pilotos del CBC, como una suerte de laboratorio para probar la eficacia de las faenas emprendidas.
Anteriormente estuvo en el Oriente cubano el Ministro de Ambiente de Haití, doctor Jean Francois Thomas, quien apreció la factibilidad de los pequeños viveros, que a pesar de los modestos recursos, significan un notable aporte a la reforestación.
Como indicó Viñas, al referirse a ese territorio insular viene siempre a la mente la depauperación de su entorno, pero lo importante es proteger el exuberante patrimonio natural que aún atesora.
EL REGRESO DE LAS MARIPOSAS
Con visible entusiasmo hablan en la comunidad de Verraco, en la Reserva de la Biosfera de Baconao, acerca de los cambios experimentados allí como uno de los dos proyectos piloto del Corredor en Cuba, junto al de Baitiquirí, en la semidesértica franja costera de la provincia de Guantánamo.
Las prácticas agroecológicas, la repoblación forestal con la siembra de palmas y otras especies, la diversificación productiva y el autoabastecimiento alimentario, la recuperación de manglares dañados por el huracán Sandy y el fomento de viveros dan ya sus frutos y mejoran la vida de los lugareños.
Nada infunde más optimismo que el reverdecimiento del hábitat y esa realidad se palpa en estos parajes, ubicados en la zona de amortiguamiento de la Reserva Natural El Retiro. Gratificante resulta también el regreso de mariposas, tocororos, pájaros carpinteros y otros ejemplares virtualmente desaparecidos.
Con orgullo muestran los labriegos, la mayoría de ellos con otros empleos y pequeñas parcelas a su cargo, los productos obtenidos de la tierra y hablan con propiedad de términos técnicos y otros conocimientos adquiridos durante talleres, seminarios y otras modalidades de superación.
Muy cerca de allí se construye uno de los centros de propagación o vivero planificados por el Corredor, que proveerá de las necesarias posturas de árboles maderables y frutales para los empeños forestales en la zona.
Con una concepción alejada del conservacionismo a ultranza, el Corredor procura el bienestar humano con la generación de empleos y medios alternativos de subsistencia, encaminados a reducir la presión ejercida sobre los recursos naturales en un vínculo más amigable con el entorno.
Se trata de un enfoque de la Naturaleza que trasciende los límites nacionales para juntar esfuerzos hacia una dinámica medioambiental que no distingue barreras artificiales y tiene en su mira la integración del quehacer conservador entre los estados insulares para favorecer la preservación de la biodiversidad global.
En su discurso en la III Conferencia sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, que tuvo lugar en Apia, Samoa, durante los primeros cuatro días del presente mes, la ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, destacó esta iniciativa.
En ella, Cuba comparte desde la modestia de sus recursos materiales la experiencia y el saber acumulados para enfrentar un destino común marcado por el desarrollo económico y la posición geográfica.
El doctor Nicasio Viñas, director de la Oficina Trinacional de ese programa, anunció recientemente el interés de otras naciones del área como Martinica, Guadalupe, Jamaica, Bahamas y Puerto Rico, identificadas con las estrategias del CBC como plataforma integradora de empeños en la conservación.
En tal sentido apuntó que durante la próxima reunión de ministros, con sede en República Dominicana en octubre venidero, quedará establecido el reglamento para el ingreso como un paso significativo en las perspectivas de ampliación.
Expresó el científico su expectativa porque el 2015 sea un año de multiplicación, con lo cual el nombre de Corredor en el Caribe, como es en estos momentos, pase a ser del Caribe en su mayor extensión posible.
Entre las acciones han sido prioritarias las destinadas a la preparación de las personas, desde los técnicos encargados de conducir los procesos hasta los habitantes de las comunidades, entre quienes ya resaltan líderes por la capacidad desarrollada. La variante del entrenador de entrenadores es fundamental en este aprendizaje conjunto.
MIRADA DESDE HAITÍ
Representantes del Ministerio del Medio Ambiente en los 10 departamentos de Haití visitaron en agosto último esta provincia oriental y la de Guantánamo, convocados por el CBC con el propósito de apreciar experiencias cubanas dirigidas a la salvaguarda de la biodiversidad y los retos del cambio climático.
Durante varias jornadas los haitianos recorrieron instituciones científicas y apreciaron la organización del país para el trabajo medio-ambiental, los sistemas de alerta temprana y de defensa civil ante fenómenos meteorológicos adversos y la recuperación de este territorio tras el huracán Sandy.
En la Reserva Ecológica Siboney-Justicí recibieron información acerca del anillamiento de aves con marca cubana, un significativo avance en las investigaciones acerca de esas especies, ya sean endémicas o migratorias, en un sitio de especial relieve en el paisaje natural del archipiélago.
De acuerdo con las valoraciones expresadas por los visitantes, resultaron muy valiosos los intercambios, que contribuirán a las tareas que tienen por delante en aquella nación, con un cuadro ambiental muy desfavorable. Allí se impulsan cinco de los 10 proyectos pilotos del CBC, como una suerte de laboratorio para probar la eficacia de las faenas emprendidas.
Anteriormente estuvo en el Oriente cubano el Ministro de Ambiente de Haití, doctor Jean Francois Thomas, quien apreció la factibilidad de los pequeños viveros, que a pesar de los modestos recursos, significan un notable aporte a la reforestación.
Como indicó Viñas, al referirse a ese territorio insular viene siempre a la mente la depauperación de su entorno, pero lo importante es proteger el exuberante patrimonio natural que aún atesora.
EL REGRESO DE LAS MARIPOSAS
Con visible entusiasmo hablan en la comunidad de Verraco, en la Reserva de la Biosfera de Baconao, acerca de los cambios experimentados allí como uno de los dos proyectos piloto del Corredor en Cuba, junto al de Baitiquirí, en la semidesértica franja costera de la provincia de Guantánamo.
Las prácticas agroecológicas, la repoblación forestal con la siembra de palmas y otras especies, la diversificación productiva y el autoabastecimiento alimentario, la recuperación de manglares dañados por el huracán Sandy y el fomento de viveros dan ya sus frutos y mejoran la vida de los lugareños.
Nada infunde más optimismo que el reverdecimiento del hábitat y esa realidad se palpa en estos parajes, ubicados en la zona de amortiguamiento de la Reserva Natural El Retiro. Gratificante resulta también el regreso de mariposas, tocororos, pájaros carpinteros y otros ejemplares virtualmente desaparecidos.
Con orgullo muestran los labriegos, la mayoría de ellos con otros empleos y pequeñas parcelas a su cargo, los productos obtenidos de la tierra y hablan con propiedad de términos técnicos y otros conocimientos adquiridos durante talleres, seminarios y otras modalidades de superación.
Muy cerca de allí se construye uno de los centros de propagación o vivero planificados por el Corredor, que proveerá de las necesarias posturas de árboles maderables y frutales para los empeños forestales en la zona.
Con una concepción alejada del conservacionismo a ultranza, el Corredor procura el bienestar humano con la generación de empleos y medios alternativos de subsistencia, encaminados a reducir la presión ejercida sobre los recursos naturales en un vínculo más amigable con el entorno.
Se trata de un enfoque de la Naturaleza que trasciende los límites nacionales para juntar esfuerzos hacia una dinámica medioambiental que no distingue barreras artificiales y tiene en su mira la integración del quehacer conservador entre los estados insulares para favorecer la preservación de la biodiversidad global.
En su discurso en la III Conferencia sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, que tuvo lugar en Apia, Samoa, durante los primeros cuatro días del presente mes, la ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, destacó esta iniciativa.
En ella, Cuba comparte desde la modestia de sus recursos materiales la experiencia y el saber acumulados para enfrentar un destino común marcado por el desarrollo económico y la posición geográfica.
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