Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 23 sep.— Con la convocatoria librada en Soledad de Mayarí el pasado 21 de septiembre, se inició el camino hacia el XI Congreso de los campesinos cubanos, que tendrá lugar del 15 al 17 de mayo del venidero año.
Santiago de Cuba, 23 sep.— Con la convocatoria librada en Soledad de Mayarí el pasado 21 de septiembre, se inició el camino hacia el XI Congreso de los campesinos cubanos, que tendrá lugar del 15 al 17 de mayo del venidero año.
Prácticamente, la Asociación Nacional de
Agricultores Pequeños (ANAP) tendrá unos 8 meses de intenso trabajo
para llevar adelante un proceso de análisis y debate en todas las
cooperativas, municipios y provincias sobre la necesidad de incrementar
la producción de alimentos.
Tal desafío exigirá de cada uno de los campesinos y cooperativistas una entrega total para elevar la producción de carne, leche, café, tabaco arroz, caña y otros renglones decisivos en la alimentación del pueblo.
Junto a ese empeño, marchará de forma paralela la sustitución de importaciones y la diversificación de la producción. Lógicamente, ello será posible si se aprovechan todas las bondades de la ciencia y la técnica.
También, la convocatoria dejó bien claro que se debe ir al completamiento de la fuerza en las estructuras productivas, fundamentalmente con jóvenes y mujeres. El ahorro de recursos y el enfrentamiento al delito serán también tareas de primer orden.
Se trata en definitiva, según comentará a la prensa el presidente de la ANAP, Rafael Santiesteban Pozo, de un importante reto para la organización, pues de conjunto con el Ministerio de la Agricultura tendrá que trabajar en la búsqueda de un mayor aprovechamiento de la tierra y los medios disponibles.
No por gusto el lema central que presidirá todo ese gran esfuerzo es “Unidos y productivos defendiendo a la Revolución”. Si somos capaces de ser ejemplos en lo que se nos pide, los resultados no se harán esperar.
Esa unidad que se pidió en la celebración del Congreso Campesino en Armas, hace 56 años en Soledad de Mayarí, se reiteró hace pocas horas en ese histórico lugar para hacer más fuerte a la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes.
Tal desafío exigirá de cada uno de los campesinos y cooperativistas una entrega total para elevar la producción de carne, leche, café, tabaco arroz, caña y otros renglones decisivos en la alimentación del pueblo.
Junto a ese empeño, marchará de forma paralela la sustitución de importaciones y la diversificación de la producción. Lógicamente, ello será posible si se aprovechan todas las bondades de la ciencia y la técnica.
También, la convocatoria dejó bien claro que se debe ir al completamiento de la fuerza en las estructuras productivas, fundamentalmente con jóvenes y mujeres. El ahorro de recursos y el enfrentamiento al delito serán también tareas de primer orden.
Se trata en definitiva, según comentará a la prensa el presidente de la ANAP, Rafael Santiesteban Pozo, de un importante reto para la organización, pues de conjunto con el Ministerio de la Agricultura tendrá que trabajar en la búsqueda de un mayor aprovechamiento de la tierra y los medios disponibles.
No por gusto el lema central que presidirá todo ese gran esfuerzo es “Unidos y productivos defendiendo a la Revolución”. Si somos capaces de ser ejemplos en lo que se nos pide, los resultados no se harán esperar.
Esa unidad que se pidió en la celebración del Congreso Campesino en Armas, hace 56 años en Soledad de Mayarí, se reiteró hace pocas horas en ese histórico lugar para hacer más fuerte a la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario