Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 11 ago.— La República de Argentina vive hoy momentos trascendentales de su historia política conducida por una mujer, Cristina Fernández, continuadora de la obra de justicia social y de independencia heredada de su esposo el Presidente Ernesto Kirchner, ya fallecido.
Santiago de Cuba, 11 ago.— La República de Argentina vive hoy momentos trascendentales de su historia política conducida por una mujer, Cristina Fernández, continuadora de la obra de justicia social y de independencia heredada de su esposo el Presidente Ernesto Kirchner, ya fallecido.
Pero en la historia argentina hubo otra
mujer, Eva de Perón, que se atrevió a desafiar los tiempos que le
tocaron vivir y durante los seis años en que fue la primera dama de esa
nación suramericana, marcó un ante y un después que la convirtieron en
un mito que todavía hoy se recuerda.
Eva Duarte, Eva de Perón o Evita, como le llamaban indistintamente, falleció el 26 de julio de 1952, a los 33 años de edad, víctima de un cáncer y a su sepelio, que se produjo un día como hoy 11 de agosto, acudieron más de dos millones de argentinos para darle el último adiós en la residencia presidencial en Buenos Aires.
Eva había nacido el 7 de mayo de 1919 y siendo una actriz querida y admirada por su pueblo, se casó en 1945 con Juan Domingo Perón, líder del Partido Peronista, quien fue elegido Presidente de la Argentina el 4 de junio de 1946, por lo que Evita se convirtió en la primera dama de la nación, teniendo que sacrificar su vocación artística para dedicarse a la política y colaborar con su esposo, sobre todo en programas sociales.
Desde ese momento hasta su muerte adoptó una posición activa en la lucha por los derechos sociales y laborales de los argentinos, logrando la igualdad política entre hombres y mujeres, convirtiéndose en 1949 en Presidente del Partido Peronista Femenino, sumándose a las tareas de la Fundación Eva de Perón, creada por ella un año atrás.
Desde esa posición Eva acometió acciones importantes sin precedentes en el país, creando hogares-escuelas, hogares de ancianos, la ciudad infantil y juvenil, la escuela de enfermera, en tren sanitario, y el programa agrario, entre otras.
Además desarrolló un programa gigantesco de construcción de viviendas obreras y edificios escolares, a lo que se sumó la ayuda directa a todo el que se le acercaba resolviendo personalmente problemas de viviendas y empleo, además de la ayuda solidaria ofrecida a otros países en situación de necesidad o desastre.
La muerte de Eva de Perón el 26 de julio de 1952 conmocionó a toda la Argentina y a buena parte del mundo, que reconocían en ella un ejemplo y modelo a seguir por todas las mujeres del planeta. Durante 16 días su cadáver estuvo en capilla ardiente en la residencia presidencial a la cual llegaron millones de personas de todo el país y de todas las edades a rendirle homenaje y llorarla, hasta el 11 de agosto de 1952, hace hoy 62 años, en que fue sepultada.
Eva de Perón fue una mujer controvertida, amada por unos, los desposeídos, y odiada por otros, los poderosos, pero en ningún caso fue indiferente y todavía hoy la mayoría a pesar del tiempo transcurrido reconocen su pasión por la justicia social y la entrega total a su pueblo.
Eva Duarte, Eva de Perón o Evita, como le llamaban indistintamente, falleció el 26 de julio de 1952, a los 33 años de edad, víctima de un cáncer y a su sepelio, que se produjo un día como hoy 11 de agosto, acudieron más de dos millones de argentinos para darle el último adiós en la residencia presidencial en Buenos Aires.
Eva había nacido el 7 de mayo de 1919 y siendo una actriz querida y admirada por su pueblo, se casó en 1945 con Juan Domingo Perón, líder del Partido Peronista, quien fue elegido Presidente de la Argentina el 4 de junio de 1946, por lo que Evita se convirtió en la primera dama de la nación, teniendo que sacrificar su vocación artística para dedicarse a la política y colaborar con su esposo, sobre todo en programas sociales.
Desde ese momento hasta su muerte adoptó una posición activa en la lucha por los derechos sociales y laborales de los argentinos, logrando la igualdad política entre hombres y mujeres, convirtiéndose en 1949 en Presidente del Partido Peronista Femenino, sumándose a las tareas de la Fundación Eva de Perón, creada por ella un año atrás.
Desde esa posición Eva acometió acciones importantes sin precedentes en el país, creando hogares-escuelas, hogares de ancianos, la ciudad infantil y juvenil, la escuela de enfermera, en tren sanitario, y el programa agrario, entre otras.
Además desarrolló un programa gigantesco de construcción de viviendas obreras y edificios escolares, a lo que se sumó la ayuda directa a todo el que se le acercaba resolviendo personalmente problemas de viviendas y empleo, además de la ayuda solidaria ofrecida a otros países en situación de necesidad o desastre.
La muerte de Eva de Perón el 26 de julio de 1952 conmocionó a toda la Argentina y a buena parte del mundo, que reconocían en ella un ejemplo y modelo a seguir por todas las mujeres del planeta. Durante 16 días su cadáver estuvo en capilla ardiente en la residencia presidencial a la cual llegaron millones de personas de todo el país y de todas las edades a rendirle homenaje y llorarla, hasta el 11 de agosto de 1952, hace hoy 62 años, en que fue sepultada.
Eva de Perón fue una mujer controvertida, amada por unos, los desposeídos, y odiada por otros, los poderosos, pero en ningún caso fue indiferente y todavía hoy la mayoría a pesar del tiempo transcurrido reconocen su pasión por la justicia social y la entrega total a su pueblo.
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