Por Kenia Tabares Robles
Santiago de Cuba, 8 jun.— Hace apenas un año la Reserva Ecológica Siboney-Juticí fue declarada como una de las dos Áreas Importantes para la Conservación de los Murciélagos (AICOm) que existen en el país, ya que alberga el 55 por ciento de las poblaciones de estos mamíferos.
Santiago de Cuba, 8 jun.— Hace apenas un año la Reserva Ecológica Siboney-Juticí fue declarada como una de las dos Áreas Importantes para la Conservación de los Murciélagos (AICOm) que existen en el país, ya que alberga el 55 por ciento de las poblaciones de estos mamíferos.
Allí, en el sur de la provincia de
Santiago de Cuba, las cuevas son elementos muy comunes en el paisaje,
por lo que no es de extrañar que este tipo de refugio sea de particular
importancia para los murciélagos cubanos.
Margarita Sánchez Lozada, Especialista en Murciélagos del Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO), comenta que en el área se realizan acciones de educación ambiental con las personas de las comunidades cercanas, e investigaciones para preservar estos importantes controladores biológicos.
Nuestro país posee la fauna más rica de murciélagos de las Antillas con un registro de 32 especies, de las cuales sólo hay vivas 26. El resto se ha extinguido debido a las diferentes transformaciones del hábitat y a la acción incorrecta del hombre por la falta de conocimiento, la escasez de información científica, la depredación, y los mitos que los rodean que les han creado "una mala fama" completamente inmerecida.
De todos los murciélagos registrados, tres tipos son endémicos, y la variedad alimenticia abarca desde insectívoros, hasta aquellos que comen polen, semillas y frutas.
Sánchez Lozada, quien además es Licenciada en Biología, dijo que los murciélagos tienen gran importancia para la naturaleza y el hombre debido a que son dispersores y polinizadores de un buen número de especies y plantas. Además constituyen controladores biológicos de especies de insectos como los mosquitos.
Por eso los especialistas BIOECO se esfuerzan por proteger la Reserva Ecológica Siboney-Juticí, un área importante para la conservación de los murciélagos.
Las principales acciones que se realizan en el AICOm son círculos de interés en las escuelas primarias y conferencias en las diferentes comunidades de la Reserva de la Biósfera Baconao. En investigaciones se está haciendo en monitoreo de la dieta de los murciélagos en la Cueva de los Majáes para determinar las especies de plantas de las que se alimentan, para luego crear un programa de reforestación y evitar la pérdida del hábitat, enfatizó la especialista.
Para el hombre, los murciélagos son sumamente valiosos pues, además de promover procesos ecológicos, prestan servicios ambientales fundamentales. Por ejemplo, un murciélago insectívoro puede comer entre 600 y mil 200 insectos por noche.
En el caso de las especs frugívoras y nectarívoras son responsables de que existan más de 800 especies de plantas en Latinoamérica, incluso, se están empleando enzimas presentes en su saliva para la creación de fármacos contra enfermedades cardíacas.
Válido entonces el trabajo de investigación, educación y divulgación que se desarrolla, para desterrar la vieja creencia de que los murciélagos son vampiros.
Margarita Sánchez Lozada, Especialista en Murciélagos del Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO), comenta que en el área se realizan acciones de educación ambiental con las personas de las comunidades cercanas, e investigaciones para preservar estos importantes controladores biológicos.
Nuestro país posee la fauna más rica de murciélagos de las Antillas con un registro de 32 especies, de las cuales sólo hay vivas 26. El resto se ha extinguido debido a las diferentes transformaciones del hábitat y a la acción incorrecta del hombre por la falta de conocimiento, la escasez de información científica, la depredación, y los mitos que los rodean que les han creado "una mala fama" completamente inmerecida.
De todos los murciélagos registrados, tres tipos son endémicos, y la variedad alimenticia abarca desde insectívoros, hasta aquellos que comen polen, semillas y frutas.
Sánchez Lozada, quien además es Licenciada en Biología, dijo que los murciélagos tienen gran importancia para la naturaleza y el hombre debido a que son dispersores y polinizadores de un buen número de especies y plantas. Además constituyen controladores biológicos de especies de insectos como los mosquitos.
Por eso los especialistas BIOECO se esfuerzan por proteger la Reserva Ecológica Siboney-Juticí, un área importante para la conservación de los murciélagos.
Las principales acciones que se realizan en el AICOm son círculos de interés en las escuelas primarias y conferencias en las diferentes comunidades de la Reserva de la Biósfera Baconao. En investigaciones se está haciendo en monitoreo de la dieta de los murciélagos en la Cueva de los Majáes para determinar las especies de plantas de las que se alimentan, para luego crear un programa de reforestación y evitar la pérdida del hábitat, enfatizó la especialista.
Para el hombre, los murciélagos son sumamente valiosos pues, además de promover procesos ecológicos, prestan servicios ambientales fundamentales. Por ejemplo, un murciélago insectívoro puede comer entre 600 y mil 200 insectos por noche.
En el caso de las especs frugívoras y nectarívoras son responsables de que existan más de 800 especies de plantas en Latinoamérica, incluso, se están empleando enzimas presentes en su saliva para la creación de fármacos contra enfermedades cardíacas.
Válido entonces el trabajo de investigación, educación y divulgación que se desarrolla, para desterrar la vieja creencia de que los murciélagos son vampiros.
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