Santiago de Cuba, 5 mar.— El 5 de marzo de 1960 al despedir el duelo de las víctimas del sabotaje del vapor La Coubre, ante medio millón de habaneros, el Comandante en Jefe, Fidel Castro expresó: "Cuba no se acobardará, la Revolución no se detendrá (…), la Revolución seguirá adelante victoriosamente, la Revolución continuará inquebrantable su marcha".
Y en esa marcha que ya hace 54 años que transitamos, nos ha acompañado la consigna que nació ese día. ¡Patria o Muerte!, u que no obstante el tiempo transcurrido no ha envejecido porque la hizo suya el pueblo, los hombres y mujeres de aquella generación y los de las que le han seguido hasta nuestros días.
¡Patria o Muerte!, que como explicó el propio Fidel su significado es Patria para nosotros y muerte para el enemigo sea cual sea, es también la continuadora histórica de aquellas consignas ¡Independencia o Muerte!, que enarbolaron nuestros mambises durante las gestas independentistas, y la de ¡Libertad o Muerte!, alzada por los combatientes revolucionaros que enfrentaron con heroísmo a la tiranía batistiana.
Como pronosticara nuestro Comandante en Jefe el 8 de enero de 1959 a su llegada a La
Habana: "La lucha comienza ahora. El camino será largo y difícil", y no ha existido un solo día desde entonces hasta hoy que nuestro pueblo no haya tenido que enfrentar un acto agresivo contra la Revolución, como la barbarie del 4 de marzo de 1960 cuando al explotar el vapor La Coubre nos dejara un saldo de más de un centenar de muertos y varios cientos de heridos y discapacitados.
Desde entonces no ha habido un solo día en que los revolucionarios cubanos no nos hayamos enfrentado a todo tipo de agresiones, desde la económica hasta la militar, donde nuestro pueblo haya dado la respuesta necesaria encabezada por la consigna ¡Patria o Muerte!, bien lo saben los miles de bandidos que se alzaron en El Escambray y otras regiones montañosas del país, que fueron derrotados y expulsados de sus guaridas, bien lo saben los mercenarios de Playa Girón que no les valió el poderío que trajeron y el apoyo yanqui para ser derrotados bochornosamente, bien lo saben los terroristas
infiltrados en Cuba y que fueron capturados con la colaboración del pueblo, y bien lo saben los racistas sudafricanos que fueron expulsados de Angola y obligados a concederle la independencia a namibia y eliminar el odioso Apartheid de la tierra de Nelson Mandela.
En cada una de esas acciones y muchísimas más los cubanos, además de su patriotismo revolucionario, de su valentía y heroísmo, de sus armas libertadoras o de su fe en los principios como René, Fernando, Ramón, Tony y Gerardo, han llevado presente en sus corazones la consigna de ¡Patria o Muerte!, como símbolo de que la Patria será siempre para nosotros y para los que se opongan solo les quedará el camino de la muerte física o histórica. Eso, que nadie lo dude.
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