Por Cary Franco Vega
Santiago fue una de las ciudades
cubanas que visitó en el 2007 el líder la revolución bolivariana aquí,
como en todo el país se multiplican hoy las remembranzas del mejor
"Amigo de Cuba"
Santiago de Cuba, 8 feb.— Pequeños y simples
actos cotidianos como lecturas comentadas de los cuentos que escribió
el arañero de Sabaneta de Barinas se tornan momentos de indescriptible
evocación de la personalidad política y justiciera de Hugo Chávez Frias,
hijo fiel del libertador de América quien murió por la vida y no puede
llamársele muerto.
A un año de su desaparición física, Santiago
de Cuba, sus calles y sus gentes reviven su sencilla grandeza, cuando en
2007 con alegría y emoción desbordadas visitó esta ciudad heroica.
En
esa ocasión recorrió esta urbe oriental, visitó el mausoleo que guarda
los restos de José Martí, apóstol de la independencia de Cuba, el museo
26 de Julio en el Cuartel Moncada, la Plaza de la Revolución Mayor
General Antonio Maceo y la Granjita Siboney, en todos estos lugares
recibió el calor del pueblo santiaguero y fue recíproco con él.
Así
conmovido compartió sus emociones con quienes tuvieron el privilegio de
verlo de cerca. En la Granjita Siboney por ejemplo al abrazar a
especialistas de ese museo dijo: "Si Cienfuegos son 100 fuegos Santiago
son 100 amores y Amor con Amor se paga" dijo, parafraseando el título de
la obra martiana.
Y es que aquí se quedó Chávez y como reza la
copla de la canción de Omar Acevedo, "Chávez no se ha ido. Chávez
seguirá contigo".
Muestras fotográficas que recogen momentos de
la estancia de Chávez en Santiago de Cuba así como conversatorios, en
centros laborales y estudiantiles y galas artísticas forman parte de de
la jornada que rememora hechos que vertebraron su bregar, bolivariano
hasta la médula, araucano de raíz llanera. Un hombre de bien eso fue
Chávez.
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