Proponer área protegida a Salto Fino y su ecosistema, es una de las misiones del equipo multidisciplinario de especialistas cubanos que lo exploró en una expedición científica que rindió homenaje al Núñez Jiménez.
Santiago de Cuba, 21 feb.— Salto fino es la mayor cascada del Caribe Insular, tiene una caída de 305 metros y es provocado por el Río Salto Fino, un subafluente del Toa, el más caudaloso de Cuba, y la gran vena natural por donde fluye vida.
El fabuloso accidente hidrográfico natural forma parte del Parque Nacional Alejandro de Humboldt e integra la Reserva Ecológica Quibiján-Duaba-Yunque de Baracoa.
Hasta aquí llegó un equipo multidisciplinario de varios institutos cubanos liderados por la fundación Antonio Niñez Jiménez.
El espeleólogo Esteban Grau, integró la expedición y en entrevista para Tvsantiago comentó: "realmente visitar la cuenca del Toa ha sido una de las grandes experiencias nuestras de este año, después de todo a la labor que hizo Núñez Jiménez por conservar este patrimonio cubano que es uno de los más importantes, es reserva de la biosfera. En ella encontramos más de 90 endémicos que representan más del 30 por ciento de todos los endémicos cubanos".
La cuenca del Toa y sus parajes son patrimonio natural cubano por su biodiversidad. Grau en su conversación destacó además: "Fuimos un gran equipo multidisciplinario con tres grandes propósitos. Uno de educación ambiental, otro de valorización del patrimonio y otro de historia, de homenaje a la labor que Núñez Jiménez hizo para conservar este lugar. En esta oportunidad pudimos ascender a la cima de Salto fino. El salto de agua mayor de nuestro país tiene 305 metros y uno de los objetivos fue evaluar la importancia de este lugar y del ecosistema porque una de las propuestas es proponer área protegida a este sitio cubano que es increíble, pararse en la cima es uno de los grandes espectáculos de la naturaleza. Descubrimos fenómenos que están ocurriendo ahora mismo y se hizo una red de monitoreo a toda la red fluvial"
El científico y geógrafo Antonio Núñez Jiménez fotografió este fabuloso salto un desde helicóptero en 1966 y encabezó tres años después dos expediciones al lugar, al que entonces no se había llegado por tierra.
Para terminar el diálogo el joven espeleólogo evocó sus afectos por el también arqueólogo cubano: "Los que logramos alguna vez trabajar con el Doctor Núñez Jiménez sabemos la pasión y el amor que Núñez tenia hacia ese lugar y en ese momento estuvimos mucho mas cerca de él. El murió y nos dejó una gran tarea, caminamos su mismo sendero tuvimos, su pensamiento de protección y conservación y lo conversamos ojalá que su espíritu continúe con nosotros por mucho tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario