Por María Antonia Medina Téllez
Santiago de Cuba, 31 dic.— El pensamiento revolucionario de Fidel Castro que pertenece a América Latina, fue destacado hoy por el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, protagonista de la victoria del Ejército Rebelde en Maffo, provincia de Santiago de Cuba, hace 55 años.
El también miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), en un aparte con la prensa, reconoció al líder como el mayor pensador del proyecto social cubano, y felicitó al jefe y compañero por el nuevo aniversario del triunfo, el Primero de Enero.
La de Maffo, en el municipio de Contramaestre, fue la última batalla que emancipó, tras 20 días, el territorio entre esta urbe y Bayamo en la otrora provincia de Oriente, dijo García al hablar del heroísmo del pueblo que vivió las jornadas bajo la metralla de la dictadura de Fulgencio Batista.
“Siento pasión y cariño por este lugar, preludio de la victoria y donde realicé mi matrimonio”, dijo el Comandante quien, en la mañana del 30 de diciembre de 1958, partió desde allí con la misión de cercar el cuartel del aeropuerto santiaguero con vistas a la entrada de los tres frentes guerrilleros a la ciudad.
Fidel recibió en Maffo la noticia de la huida del tirano Batista, "entonces todas las guarniciones se rindieron, sentíamos alegría de estar en la ciudad rumbo a la capital del país y haber evitado más derramamiento de sangre", precisó García Frías.
El acto aconteció en el antiguo Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba (Banfaic), presidido por Lázaro Expósito, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y primer secretario en la provincia, Reinaldo García, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, y Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación.
Una ofrenda floral fue depositada en la tarja que señala el sitio donde cayeron Wilfredo Pagés, Carlos Paneque, Humberto Hechavarría, René Montes de Oca y René Pérez, mártires de la batalla en la cual los rebeldes ocuparon 357 armas y 256 soldados enemigos fueron capturados.
Horas después en Santiago de Cuba más de cinco mil efectivos ocuparon el Cuartel Moncada, segunda fortaleza militar del país por donde comenzó la lucha armada, el 26 de julio de 1953.
Desde esta ciudad, en un balcón del antiguo Ayuntamiento en el Parque de Céspedes, Fidel Castro en su condición de líder del Movimiento 26 de Julio y jefe del Ejército Rebelde, pronunció un histórico discurso que confirmaba el triunfo insurreccional sobre las tropas del dictador Fulgencio Batista.
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